viernes, 18 de abril de 2008

11. REFUGIO OULETTES DE GAUBE del VIGNEMALE (15k 700+) Pont d'Espagne



Llegando al refugio de las Oulettes de Gaube (a la izquierda de la foto) se disfruta de uno de los panoramas arquitectónicos más impresionantes de los Pirineos: el conjunto de grandes rocas del Vignemale. De izquierda a derecha: el Petit Vignemale (3.032 m) fácilmente accesible por la horquilla de Ossue, justo a su izquierda. Debajo del Petit y a la derecha, su pequeño glaciar suspendido. Entre el glaciar del Petit y los seracs que “alfombran” la salida de la canal de Gaube, la Aguja de los Glaciares con una cima en lomo desde los 2.933 hasta los 3.164. A su derecha y con la cabeza redondeada, la Punta Chausenque (3.204). En medio de la Y tan característica de la canal de Gaube, el Pitón Carré (3.197). Por encima de todos y presidiendo la escena, el Pique Longue du Vignemale (3.298), y finalmente, en su hombro derecho el Pic du Clot de la Hount (3.289). Puesto que la cota de los seracs de la canal de Gaube está en 2.509, la gran pared norte del Vignemale mide casi 700 metros, todo un impresionante rascacielos rematando un escenario magnífico de roca y hielo, sobre una amplia plaza de nieve a la que el sol no tiene acceso en los meses centrales del invierno.

El pasado verano me quedé con las ganas de haber visitado tan incomparable lugar, pero la verdad es que fue una suerte porque como realmente se disfruta es en el silencio helador del invierno.
Haciendo honores a nuestra Constitución, este seis de diciembre mi compañera de fatigas arquitectónicas y yo dejamos el coche en el enorme y vacío parking del Pont de Espagne, a ocho kilómetros por encima de Cauterets (1.459 m), y tomamos el sendero que sube al lago de Gaube, (1.731 m) por la izquierda de la cascada de agua que baja del mismo.


El sendero estaba lleno de placas de hielo y eran tan grandes que pensamos que alguna de ellas nos iba a cortar definitivamente el camino, pero hubo suerte y piernas para sortearlas sin resbalarse y romperse la crisma.


Al llegar al lago me fui al lado izquierdo para intentar hacer una foto del fondo que nos esperaba, pero la estrechez de la canal de acceso y el contraluz no me dejaron ver gran cosa. Es una pena que la foto tampoco refleje el verde intenso del fondo del lago que llama la atención a todos los visitantes y comentaristas del lugar.


Desde el lago hasta el refugio dicen los carteles que hay 1 hora 40 minutos de recorrido pero está mal, porque a buen paso nos costó 2 horas.


A partir de los dos mil metros entramos en la nieve,


y media hora antes de llegar al refugio (a eso de la una y media del mediodía) perdimos al sol por detrás del Vignemale. El umbral entre la media y la alta montaña siempre es emocionante.


Almorzamos en el refugio (2.150 m) en completa soledad apabullados por la belleza y el intenso frío, y con el disparador automático nos hicimos la tradicional foto de recuerdo feliz.


En estas fechas no puede uno entretenerse mucho porque el día es muy corto, así que a las dos y media echamos a andar ligero hacia abajo porque si la subida nos había costado tres horas en total, el descenso no nos iba a costar mucho menos teniendo cuenta que había que extremar el cuidado en los pasos con grandes placas de hielo. Aún así no desperdiciamos la oportunidad de buscar nuevas perspectivas y hermosos puntos de vista para el magnífico espectáculo que habíamos dejado atrás.


Dos errores que aconsejo no cometer a quien quiera gozar mejor del día en parecidas circunstancias: salir bastante antes de lo que hicimos nosotros (10:50) y llevar crampones para que el hielo o la nieve prensada no se interpongan ante tan preciado destino.

Todas las fotos están en un tamaño razonable (18 x 13 en pantalla 90 ppp) para poder seguir el itinerario; la última está en 30 x 24 por si se quiere poner durante unos días como refrescante y magnífico fondo de pantalla, con sonrisa incluída.

(Excursión realizada con Rosalía el 6 de diciembre del 2007)