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miércoles, 25 de mayo de 2016

207. KAYAK POR EL EMBALSE DE ALLOZ



Tras probar las intensas corrientes del Ebro y disfrutar de sus tramos más tranquilos tenía ganas ya de probar a kayakear por las apacibles aguas de un lago o pantano, y gracias a Enrique Alsina que anunció una salida al embalse de Alloz, he podido conocer este magnífico lugar tan cercano de casa y tan abierto a las actividades deportivas. El motivo o disculpa para quedar en Alloz fue el estreno del kayak doble recién comprado en Urkan por el amigo Misael para poder llevar consigo a su hijo Darío.


Así pues el sábado 21 de mayo quedamos a eso de las 10 de la mañana en el parking de Lerate donde hay hasta una rampa de cemento para entrar cómodamente al agua.


Por Estella soplaba fuerte el solano pero no sé por qué razón geográfica, en el ambalse de Alloz reinaba una calma absoluta.


Aparte de palear un rato por medio de la lámina de agua, la gracia de la excursión consiste en llegar hasta los ríos que alimentan el pantano e intentar subir por ellos todo lo posible.


Como en la remada no me dieron tregua, la siguiente foto después de las de la salida es llegando ya a su cabecera, allí donde se empieza a estrechar y se llena de vegetación.


Según la altura del embalse y la temporada, la vegetación cambia mucho y al no ver nada de corriente en el río Ubagua, Enrique anduvo indeciso...


... y acabamos asomándonos a la pequeña bahía de la derecha que forma el llamado río Salado:


Como había allí un pescador y según las normas hay que respetar unos cincuenta metros de separación nos volvimos a la zona más enmarañada donde nos dejamos guiar por la pericia de Enrique:


Cada pequeño tramo de río que se abre después de una barrera de vegetación que parece infranqueable hace una ilusión doble.


Pasado el último obstáculo de ramas caídas encontramos un pradito de lo más majo y a la sombra para desembarcar y echar un bocado. Enrique nos sorprendió nuevamente con el montaje de una silla ultraligera para repantingarse como un verdadero capitán de excursión:


Ya habíamos acabado nuestras cervezas cuando apareció sigilosamente Bernardo el cuarto componente de la salida, que se había entretenido previamente con la bici y que... ¡traía en su buche una cerveza más para cada uno!


Eso sí que es saber llegar a tiempo y con oportunos regalos.


Con la alegría del almuerzo (y de las cervezas) yo volví a montarme en el kayak haciendo la señal de la victoria, es decir, el de "otro éxito".


Y antes de emprender la remada de regreso les hice una foto juntos a mis alegres compas:


Pero no todo estaba hecho porque en la vuelta Enrique me señaló mis defectos de novato en la forma de remar y a fe que se lo agradezco porque de remar mal a remar... algo mejor (no voy decir aún bien) va un abismo:


Si os fijáis bien y entendéis un poco veréis en esta foto de arriba que llevo la pala al revés (!). Ahí fue Misael el que me corrigió.


En el regreso ya se había rizado un poco la superficie del pantano con viento del sur, pero no gran cosa. Llegando al punto de salida aún dimos una pequeña vuelta por la playa en donde las sombrillas fijas aún están metidas en el agua:


La mañana concluyó con una exhibición de esquimotaje y otros ejercicios de subirse al kayak desde el agua a cargo de Bernardo. Como yo aún no estoy para esas virguerías me pegué un chapuzón con el neopreno de verano, y aunque estaba aún muy fría, al menos disfruté del contacto directo con el agua.

Así es como lo cuenta Suunto:





sábado, 7 de febrero de 2015

ACTUALIZACION DEL PASEO CON NIEVE POR MEANO



Repetimos el paseo 86 pero con una versión aún más corta, con raquetas, y mucha más nieve. Por eso no pongo número a este post e inserto las fotos al final de la entrada mencionada y ya enlazada. (1 de febrero 2015, con Rosalía y Josema).


domingo, 5 de octubre de 2014

167. MIS DOS PRIMERAS VIAS EN PIKUTXIS



Acabado el verano he estado muy perezoso para volver al rocódromo de Jose (v Montes 160) pero justo fui un día la semana pasada y me invitaron a salir el sábado con otros principiantes a la Escuela de San Fausto cerca de Estella. Y como me venía de paso porque tenía un viaje a Pamplona a primera hora de la mañana, de vuelta del mismo, allí que nos acercamos mi socia y yo... solo para verlo, ejem,  pero con los pies de gato en la mochililla..., por si acaso. Mi compa no pudo ceder a la tentación de trepar un poco porque la semana pasada se había hecho un esgince de tobillo, pero yo no pude resistirme a la invitación de probar esa magnífica roca con tantos agujeritos.

Para llegar a la zona de Pikutxis hay que ir hasta el pequeño pueblo de Eraul, cerca de Estella, y nada más llegar al pueblo girar 180º a la izquierda, tomar una calle encementada y luego un camino hasta un pequeño parking en el que apenas cabía un coche más el pasado sábado. Desde el parking se cruza una puerta metálica, se camina hacia arriba durante un kilómetro o así, y al llegar a la desviación hacia el mirador (encima de la roca) se toma a la izquierda una senda que conduce a la parte de abajo de la pared. Tal que así:


Las otras dos líneas de sombra inferiores poseen también sendos sectores de escalada, pero al parecer de mayor dificultad, ufff, así que tiempo al tiempo. La de arriba se llama Pikutxis y este es el esquema de las vías que he podido obtener gracias al blog de "sugandillak.blogspot.com"



Jose, Isa y mis tres colegas tenían montadas las cuerdas en las dos primeras y sin comerlo ni beberlo me vi trepando por la (2), QUIQUIRIQUÍ, ¿QUE FAS ASTI?


Los primeros metros están chupados pero al llegar a la primera repisita  pagas caro el poder apoyar los pies por entero pues lo de encima sobresale como una pequeña barriguita (!). Ay.., ay qué dudas, hay que estirar los pies y buscar presas por donde sea pero el primer paso siempre es largo...


...y es que la técnica buena es la de subir desde unos buenos apoyos de los pies. Lo malo es que uno no está hecho a los pies de gato y tiene mucho miedo a que resbalen. Al final no me queda otra que lanzarme hacia arriba como sea:


Superada esa tripilla hay una repisa más amplia que la de abajo, e Isa me dice que disfrute del estupendo panorama, pero... para panoramas estoy yo. Ya los veré desde el mirador, le digo, y me pongo a subir el último tramo que vuelve a ser bastante vertical, pero como ya tienes muchas ganas de llegar (¡y de que te bajen!) lo haces sin darte cuenta.


¡Ya está! Mi segunda pequeña escalada este año después de la de Calpe (Montes 154). Una vez abajo, rápidamente me quité los pies de gato no fuera que me dijeran de meterme en otra, pero mientras yo hacía la (2) Quiquiriquí, Jose fue colocando la cuerda en la (5), DRAGONCIO,



y como los colegas querían repetir más veces las dos primeras, no me quedó otra que ponerme los gatos otra vez y tirar para arriba.


Los primeros metros los hago ya como un experto en esa roca pero al llegar al borde superior, ay, ya me había advertido Jose que no hay presas para las manos y que hay que subir solo con los pies... Lo pasé tan mal para hacerlo que Rosalía debió de estar más atenta a si me caía que a hacerme fotos, y la siguiente está hecha ya por encima de ese paso difícil.


Desde la reunión superior hice la V de la victoria (o de ya van 2) pero justo una hoja tapó mi mano, ja ja ja.


Habrá que repetir... (y cambiar el ángulo de las fotos porque... ¡sólo se nos ve el culo!)

De todos modos aquí queda constancia de mi bautizo en San Fausto el 4 de octubre del 2014 y mi agradecimiento a Jose ("Macius"), Isa y al colega que me aseguró en la primera vía, y al que luego le hice también un par de fotos en la Quiquiriquí:









miércoles, 13 de agosto de 2014

161. SAN DONATO / BERIAIN, 1.493 m. (10,4k 865+) Desde Unanu



Nos llamó la atención desde la cima del Txindoki (v Montes 158) mirando hacia el Sur, allí detrás de las grandes praderas de Aralar, así que puse todo el zoom posible a mi cámara digital para verlo mejor:


Hace muchos años que no habíamos ido desde Vitoria a Pamplona por carretera pero de la primera vez que hicimos este recorrido aún recuerdo la impresión que me causó la proa que este monte muestra hacia el Oeste. Gracias a las vistas aéreas de google earth he podido apreciar la curiosa continuidad del lomo de esta montaña con el farallón del puerto de Leizarán en contraste con el largo tajo que la separa de Aralar.


Regresando en coche el día del Txindoki por el puerto de Leizarán no dejamos de contemplarla según le dábamos la vuelta, y como sus casi 900 metros de desnivel desde Unanu nos parecieron un buen entrenamiento para la ascensión al Collarada, allí que nos fuimos una semana antes de nuestra gran aventura pirenáica de este verano, es decir, el domingo 13 de julio del 2014. Al llegar desde Logroño al mirador del puerto de Leizarán nos paramos una vez más a fotografiarla de cerca:


Es una montaña realmente espectacular que deja ver bien el sendero por el que se la gana. Sólo hay que tirar un poco de zoom:


Es más difícil dar con Unanu por carretera que encontrar luego el sendero de subida. Desde el pueblo de Leizarán hay caminos asfaltados para llegar a Unanu pero no tienen ninguna señalización así que preguntamos a unos paisanos y nos dijeron que mejor  nos llegáramos a la carretera Vitoria - Pamplona y tomásemos la primera salida a la derecha y luego un cruce a la izquierda todo bien señalizado. Y eso hicimos. Nada más llegar a Unanu se ve un cartel que te marca el camino al Beriain y en cuanto echamos a andar debajo de la gran proa que mira hacia Vitoria ya hice la primera foto:


A un kilómetro vimos a un montañero que tiraba por un sendero poco marcado de la izquierda pero como el track de wikilok que me había bajado como guía iba por el camino (no recuerdo ahora cuál de los muchos tracks que hay en la web seguimos pero en esto de los tracks ya empieza a ser hora de hacer limpieza...), nosotros seguimos por lo seguro, es decir, por la pista. Como luego bajaríamos por el sendero poco marcado pongo aquí el track que nos grabó endomondo y en trazos la variante:


Cuando se vuelven a juntar la pista y el sendero (poco antes del kilómetro 2) la ruta al Beriain se interna en el bosque, se pone muy cuesta arriba (y más si el terreno está húmedo, como el día que nos tocó subir y como será lo normal...) y hasta se bifurca y pierde en varios atajos y eses, pero al final siempre se encuentra y no te sientes nunca perdido. No hice fotos de este tramo pues bastante teníamos con no darnos un resbalón en el barrillo creado por las últimas tormentas. Es al llegar al km 3 cuando sales del bosque y el panorama se abre para mostrarte la dura senda que se veía desde el mirador de Leizarán:


 En esta perspectiva no parece dura, pero ya veréis después cuando haga la foto desde arriba. Antes de eso, mi cámara se me fue varias veces hacia la maravillosa cascada de piedra que teníamos a la derecha y que a mí se me antojaba similar a los contrafuertes laterales de la Catedral de Chartres (ver fotos en el post 67 de edificios LHD):


Desde la parte alta del sendero, cruzándonos con algunos montañeros que ya bajaban, apreciamos mejor la dureza de su pendiente (!). Rosalía la comparó con la que subimos hace un par de años al Bisaurín.


El sendero sube más o menos en zigzag hasta que al llegar cerca de la línea cumbrera traza una larga diagonal en dirección Este. Desde el final de esa diagonal vemos con perspectiva de avión el pueblecito de Unane y la pista por la que habíamos empezado a subir:


El sendero se dirige a la parte alta de los contrafuertes y en la grandiosidad de la imagen siguiente apenas se le distingue a Rosalía:


Esos farallones dan un poco de respeto pero el sendero nunca se acerca mucho a ellos ni se hace demasiado aéreo. En cuanto se llega encima de la primera cortada ya se avista el largo lomo de la cima justo al pasar por unos cuantos grandes cahíres muy útiles para la vuelta en caso de que haya niebla.


El paseo por el lomo del San Donato en un día de sol y sin apenas viento, como el que nos tocó en suerte, es casi mágico:


Poco antes de llegar a la ermita el track marcaba el km 5 y al llegar al vértice geodésico que está un poquito más arriba, el reloj decía que habíamos tardado exactamente 2 horas justas. No está nada mal.



En cuanto a las vistas ya os podéis hacer una idea. Hacia el Este continuaba el lomo del monte hacia el arco de Leizarán dejando a ambos lados buenas cortadas:


Y mirando hacia el Oeste, se avistaba la punta de proa de esta montaña que también se asemeja a un gran transatlántico:


Echamos una ojeada a la ermita, que tiene un limpísimo refugio como portal (chapeau por los que lo cuidan!):


... y un altar muy curioso en el que San Donato parece desdoblado como el propio nombre del monte, ja ja ja. Digo yo si el otro santo que enmarca la cruz no se llamará Beriaín...:


Como se estaba mejor fuera que dentro y en la parte Sur de la ermita no hay ningún banco (pequeño fallo) decidimos almorzar a pocos pasos de la cumbre junto a una de las grandiosas "ventanas" que miran hacia el norte:



El descenso lo hicimos con bastante precaución (1h 30'), o sea que nada de hacer el cabra, que ya va uno para viejo..., pero eso sí, cuando salimos del bosque y vimos claro el sendero alternativo a la pista y que era más bonito que ésta, por allí que bajamos y por allí que hice la última foto de esta estupenda ascensión a esta fascinante montaña:


Lo dicho: 13 de julio del 2014, 2 horas para el ascenso, 1 hora de almuerzo en la cumbre, y 1 hora 30' para el descenso. Pensando que íbamos a bajar exactamente por donde subimos sólo grabé el track de la subida por la pista. Sorry.