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lunes, 10 de abril de 2017

238. WILDER KAISER, Tirol, Austria



Hoy va de presentación de una belleza montañera más: el roquedo del tramo oriental de la zona denominada Wilder Kaiser en el Tirol austriaco. Ya siento decir que no va acompañada de una proeza deportiva, pero en este blog no esperéis ya mucho de eso. Los años empiezan a decirnos que mejor tomar las montañas como un objeto de contemplación que como un terreno deportivo. Siempre he querido que fuera así, aunque debo reconocer que lo del deporte también tiraba. El caso es que nos fuimos a esquiar a la plácida cadena de estaciones del Skywelt en el Tyrol (de la que algo diré en el siguiente post), pero la vista se nos fue en seguida hacia las salvajes rocas del otro lado del valle. Desde Ellmau. que es uno de los puntos de acceso a la zona de esquí, las montañas de Wilder Kaiser se veían tal que así:


Los dos grupos de rocas estaban cortados por un amplio tajo con una gran canal de nieve, y como vimos que nos podíamos acercar hasta ella en coche, para allí que fuimos a echar un vistazo y un pequeño paseo la tarde del 30 de marzo pasado. La carretera, o pista aslfaltada más bien, porque en los últimos tramos no tiene más anchura que un camino agrícola, llega hasta un amplio parking y a un no menos "gross" caserón con bar y restaurante, el Wochenbrunner Alm, con excelentes vistas a las rocas y al valle:


Desde ese parking salen numerosos recorridos de montaña, pero nosotros tomamos el más corto y sencillo: el que sube en poco más de media hora hasta el siguiente refugio: la Gaudeamus Hütte.


Y aunque este lado del Wilder Kaiser es cara Sur, aún guardaba nieve a mil metros, siempre es un gusto pasar y hacerse una foto junto a ella:


El camino es corto (unos dos kilómetros) pero con casi 200 metros de desnivel, así que está bien tomárselo con parsimonia pues el objetivo para esa tarde no era otro que llegar hasta el refugio...


... contemplando rocas y canal en todas sus perspectivas posibles.


El refugio estaba ya cerrado, porque según me cuentan abren en invierno y cierran en verano. En los mapas marcan la subida hasta el collado por la gran pala de nieve como una de las ruta de esquí de travesía.


Esta es la placa que luce en la fachada:


Para hacernos una idea de la cantidad y variedad de rutas de montaña que parten de aquí no hay más que ver el poste indicador que está junto al refugio:


Como lo primero que nos llamó la atención de esa zona para caminar es el gran sendero que se ve en diagonal a la izquierda de la canal, el poste más útil era sin embargo este otro que fotografié en la bajada. Un sendero que tiene como punto de referencia la Gruttenhütte:


La investigación no dio más de sí, por lo que en el descenso miramos más bien hacia las pistas de esquí de las montañas romas del otro lado del valle:


Una "Hefeweizen" o cerveza del país en la Gasthaus no la podríamos perdonar:


Sobre todo porque desde allí se ve la zona de esquí de Going, pistas iluminadas en las que se puede esquiar incluso de noche:


En el siguiente post os cuento un poco lo de la estación de esquí.

miércoles, 8 de marzo de 2017

235. PUENTE RA



Treinta y tres años separan esta foto de arriba hecha con el disparador automático, en la que se ve a Javi Caballero, al Buri, y a mí corriendo a posar sin conseguirlo...; y esta otra foto de abajo:


El arroyo de Puente Ra es uno de los parajes de montaña más visitados de La Rioja (creo que hasta nuestras hijas fueron de pequeñas con el colegio), pero la única vez que había estado yo allí fue cuando mis amigos del Sherpa se compraron sus primeros esquís de travesía y decidieron estrenarlos bajando conmigo por el cortafuegos que va desde un poco más adelante de la ermita de Lomos de Orios hasta Puente Ra:


Qué bonito estaba hace treinta y tres años. Aunque alguna raya seguro que les hicieron a la suela de los esquís... Solo tengo otra foto de aquel lejano día: foqueando por la pista que va desde la ermita hasta el cortafuegos:


Emulando la subida del año pasado a Mojón Alto (v Montes 199) el 12 de febrero de este 2017 habíamos pensado subir al pico San Vicente (1.877 m) desde el Achichuelo y fuimos pertrechados con las correspondientes raquetas de nieve. Pero como el día salió muy ventoso y lluvioso nos tuvimos con conformar con dar un paseo bajo el paraguas hasta las famosas cascadas de Puente Ra, en las que tampoco habíamos estado nunca.

Pasado el cruce de la carretera que sube a la ermita, el camino estaba sin nieve, así que seguimos con el coche hasta donde está la señal de que ya no se puede seguir más. También vimos al paso, que la pista que sale a la derecha para subir a Hoyos de Iregua tiene también señal de prohibido coches, por lo que no sé como se podrá acercar uno ahora a la zona del Castillo de Vinuesa.


Desde el punto donde se deja el coche hasta puente Ra son unos trescientos metros (ya se ve  en la foto el cortafuegos a la izquierda) y desde Puente Ra hasta las cascadas son 1,8 kms de suave ascensión, así que ese día no nos deslomamos... Junto al puente vimos señales de la existencia de un sendero para subir a la ermita, buen recurso para no tener que subir por el cortafuegos (como supongo que hicimos nosotros cuando fuimos con los esquís).


Mucha agua y poca nieve para un doce de febrero, pero por lo menos pudimos disfrutar de tan concurrido lugar en perfecta soledad:




Aún subimos un poco más arriba por ver si el sendero tenía continuidad pero ya se ve por las indicaciones en los pinos que ahí se acaba cualquier recorrido marcado. Tendría que existir un sendero directo desde este punto al Santosonario, del que no dista más de 3 kms y 600+ (menos que desde Achichuelo al San Vicente), pero parece que no lo hay.


A pesar de lo resbaladizo del terreno bajamos hasta el río para hacernos una selfie:


Si el camino se iba a acabar cincuenta metros más arriba no sé qué pinta ese muro de hormigón junto a la cascada pero su historia tendrá.

La que no tuvo más historia fue nuestra semifrustrada salida montañera (cuatro kilómetros y 160+ no es un más que un paseo, aunque pasar un rato en el bosque siempre es un gran trofeo). Bueno sí, también aprendimos que si un domingo de invierno no reservas mesa en el restaurante Corona de Villoslada, te quedas sin comer. Aunque afortunadamente, hay ahora otro restaurante en Villoslada, La Posada, donde también dan un buen menú con caparrones a precio muy razonable.


De todos modos, y ya que estuvimos allí, bien está poner una bonita foto aérea del circo de Cebollera con nuestro recorrido por el fondo del valle, la línea de cimas, y esa especie de hoja de roble que dibuja la larguísima pista que lo recorre a mitad de ladera y que siempre es la referencia en la zona de cualquier excursión.


Ah! y que no falte la tradicional foto de llegada al coche, punto de encuentro entre un mundo y otro.

martes, 17 de enero de 2017

232. ISSARBE 1.565 M (3k 150+) Estación esquí nórdico



En el post 33 de este blog conté la visita que un día hicimos a la estación de esquí nórdico de Hautacam cerca de Lourdes, y como nos quedó muy buen recuerdo de la misma, estando estos primeros días del año en Arette, decidimos subir a la de Issarbe que es muy parecida en altitud y estilo, aún a sabiendas de que no iba a haber ni gota de nieve. Como la carretera que viene de la Pierre Saint Martin estaba cortada (v. post anterior), subimos en coche desde el cruce de Lanne en Baretous, pueblo cercano a Arette, y aparcamos en el amplio espacio gris que se puede ver en la panorámica de arriba. La idea no era otra que subir al punto más alto y dar una pequeña vuelta por la cresta cimera. Y es que por mucho que estirásemos el camino no nos salían más de tres kms.


Aquí Elena y yo iniciando el recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj:


Hombre, de subir por los zig zags de las pistas de fondo, el kilometraje hubiera sido un poco más largo pero ante lo fácil que era atajar, cualquiera se pone a dar vueltas como un tonto:


Para intentar lograr el mínimo desnivel, las pistas de esquí de fondo dan la vuelta completa al lomo del Issarbe, pero nosotros, en cuanto vimos claro cómo encaramarnos al cumbrero para allí nos fuimos y en seguida llegamos al punto más alto donde las vistas sobre Larra son espectaculares:


La selfie de la cima salió un poco oscura por apuntar hacia el sur, pero ya vale. Parece como si me el cielo me estuviera poniendo una corona de santidad:


Mirando hacia el valle por donde habíamos subido, es decir, hacia el sur, la foto sale algo mejor. Aunque el mérito esta vez es de la modelo:


El descubrimiento más importante lo hicimos mirando al norte: al otro lado del valle de Sainte Engrace se veían unas "gorges" espectaculares que invitaban desde ya (esa misma tarde) a la exploración:


Poniendo un poco de zoom a la pocket, el Arlas y el Anie se ven más cercanos pero lo bonito de la foto es ver ese gran espacio que ocupa la estación de esquí:


Tampoco estaba nada mal la vista hacia la parte trasera de las cimas del circo de Lescún según iniciábamos el descenso por la cresta:


Pero bueno, antes de bajar, no nos vamos a privar de ver cómo queda todo con nieve, que internet y sus gentes solemos ser generosos en compartir imágenes (todo sea que me pase como con aquel holandés del post del col de Arpetaz que me hizo quitarla...):


Ahora sí, bajamos ya por la bonita cresta (sin nieve)...:


... y llegamos a la carretera que viene de la Pierre de Saint Martin y entendemos (a medias) lo del cartel de la prohibición de paso, porque cuando nieva hace de pista de esquí de fondo:


Aquí otra foto de la carretera con nieve y... con mucho zoom, porque el Anie no está tan cerca:


Después de almorzar al resguardo de unos pinos preguntamos en el bar si no habiendo nieve se podía salir por esa carretera, pues nuestra idea era bajar por el valle de Sainte Engrace a ver de cerca las gorges que habíamos descubierto desde la cima, y nos dijeron que bajo "nuestra responsabilidad" no había ningún problema.


Ahhh, problema de nieve no hubo ninguno pero..., ya es mala suerte que justo en esa pista se metiera una piedrecita en la pastilla del freno y se pusiera la rueda a dar unos chirridos escandalosos. Anduvimos unos pocos kilómetros hasta la carretera y al final tuvimos que llamar a una grúa para bajar el coche hasta Mauleón donde el bueno de Pierre Couillet del taller Renault nos la sacó con mucho menos dolor que un dentista. ¡Y más barato que un diente!

Las gorges de Sainte Engrace las vimos a velocidad de vértigo desde el alocado taxi que nos proporcionó el seguro por lo que tendríamos que volver otro día por allí.

2 de enero del 2017

martes, 10 de mayo de 2016

205. ERMITA SAN MARCOS - VIGUERA (7k, 200+)



He aquí un pequeño paseo cercano a Logroño que en principio proyecté para hacerlo trotando y para ponerlo en el blog menor de mis pequeños paseos deportivos (APD), pero que una vez realizado con Rosalía el sábado 30 de abril del 2016, compruebo que tiene unos rasgos montañeros y una serie de fotos tan nutrida como si se tratara de una larga excursión. Un paseo muy sencillo, pero a la vez bonito y variado. Dejamos el coche en el camino de Nalda a Viguera, justo en el cruce con el camino que sube a la ermita de San Marcos, vieja amiga de este blog (v Montes 80). Ahí la tienen en la foto de arriba al fondo del camino, a poco menos del primer kilómetro de subida, flanqueada a la izquierda por la última protuberancia del grupo de Peña Bajenza:


La última vez que pasamos por aquí estaba todo lleno de vacas y de mierda, pero esta vez estaba todo mucho más aseado y limpio. 


Eso sí, los accesos a la ermita están más parapetados que el viejo muro de Berlín:


Pasadas las vallas, giramos a la derecha por un sendero evidente que nos lleva a un terreno abrupto y montañero:


En cuanto ganamos un poco de altura echamos la vista atrás y ahora vemos la ermita de San Marcos escondida de bajo un pequeño peñasco  de la mole amenazadora de la de arriba:


Esta subida desde la ermita es corta y en cuanto se gana el collado, se ve la travesía casi llana o algo descendente que por un buen sendero nos va a llevar hasta Viguera, justo debajo de aquel colladito al que le da el sol:


Ya veis qué cosa más bonita. La siguiente foto la hago mirando hacia atrás para mostrar ese pequeño collado herboso que acabamos de pasar y que se ve debajo de la peña de antes:


Pongo el track ya para que nadie se pierda y poder usar la referencia del kilometraje. En el km 1 estaría la ermita, y donde marca el dos, esta foto de arriba.


Bueno, no todo lo que vamos a ver en este recorrido es bonito, pero si aleccionador de la desidia riojana para con el paisaje. La primera muestra que encontramos está a la derecha de  nuestra marcha, a la altura del km 2,5: una instalación ganadera bastante cutre debajo de un bonito roquedo:


Mejor no entrar en detalles y seguir hasta aquel colladito a la izquierda por el que nos asomamos a Viguera:


Ahí lo tienen. Una vista muy bonita; con el "castillo" homónimo a la izquierda y los roquedos de San Esteban detrás del pueblo, al otro lado del Iregua. Y si echamos la vista atrás y miramos el ambiente del collado y del sendero por el que se baja a Viguera, veremos que sigue siendo muy montañero:




La ruta que yo había pensado hacer inicialmente no pasaba por el pueblo, ya que al bajar hasta el arroyo que viene de Peña Puerta hay un camino que corre junto a él. Pero unas semanas atrás había descubierto que ese camino está cortado dos veces por una granja de vacas y hecho un pocilga:


El sendero que bajaba tan bonito del collado, también se pierde entre unos bancales poco antes de llegar al camino, y sale por donde puede:


No tiene la mayor importancia en caso de hacer el recorrido en el sentido en que lo venimos haciendo, pero si se quisiera hacerlo al revés, uno se sentiría un poco desconcertado al no encontrar un sendero claro de arranque. El panorama al llegar a la pista asfaltada que va a Peña Puerta, ya sabemos que tampoco es para enseñar a los turistas...:


Así que hacemos de tripas corazón y subimos a Viguera, donde siempre se puede tomar una caña en cualquiera de los dos alegres bares de la plaza antes de bajar por la calle que ya llaman la "senda romana" a encontrarnos con el arroyo de Peña Puerta (km 4,5). A partir de ahí el camino se encajona junto al arroyo y el ambiente vuelve a ser espléndido (km 5):


El arroyo sale directamente al Iregua justo en el paso más espectacular y conocido del recorrido, un lugar que ya había recorrido unas semanas antes con Elena haciéndonos la siguiente selfie:


El resto del trayecto por el camino asfaltado hasta el punto donde habíamos dejado el coche es muy ameno, pues nos permite ver la mezcolanza de huertas, casillas, barbacoas y algunos viejos chalets que se beneficiaron de ubicaciones privilegiadas que nunca deberían haberse urbanizado pero..., bueno, también se pasa por debajo de una hermosa pared en sombra completamente vertical:


...y podemos solazarnos contemplando el majestuoso volar de las rapaces que anidan en Peña Bajenza:


La ruta que había trazado no llegaba a los 6 kms pero con el paso por Viguera casi llega a los 7. Un par de perspectivas con relieve explican esta pequeña-gran excursión mucho mejor que yo:


(no sé por qué me equivoqué al nombrar el track y puse San Pelayo en vez de San Marcos...)


Nuestro track endomondo dice que lo hicimos en algo menos de 1 hora y 20 minutos (caña en Viguera aparte) con algo más de 200+ de desnivel acumulado.