lunes, 24 de marzo de 2014

146. BARRACA DE RIUS. (8k 200+) Valartíes. Valle de Arán



Dos años después de la anterior excursión (Montes 145) volvimos a intentar la subida al Refugio de la Restanca pero esta vez ni tan siquiera pasamos de la Barraca de Rius. Si fuera este un blog de hazañas montañeras y deportivas esta entrada estaría de más, pero como con ir al monte y huir de las feas arquitecturas ya me vale para colgar un recuerdo, aquí van unas cuantas fotos de aquel bellísimo día.


Tuvimos que poner las cadenas desde Arties para subir hacia el Pont de Ressec y como a partir de un albergue que hay a un kilómetro y pico antes del aparcamiento de Ressec, la nieve ya no estaba pisada, le di la vuelta y lo aparcamos junto a la salida del albergue que estaba bien cerrado. Un par de chicos que querían subir en un todo terreno se dieron la vuelta y a partir de ahí no vimos a nadie en toda la mañana.


En ese kilómetro y pico hasta el Pont de Ressec no paré de hacer fotos porque la nevada que había no podía ser más copiosa y bonita.


Cuando se cruza al otro lado del Barranco que baja de Rius, el camino discurre bajo las laderas del Montarto (fijaros en la tercera foto del post anterior) y ahora que lo pienso hasta es posible que en esa zona haya riesgo de algún alud, pero hace siete años apenas nadie hablaba de aludes por lo que... el peligro no existía (¡ayyy!). De hecho tengo anotado que en el camino cruzamos los restos de una pequeña avalancha.


Tres kilómetros de camino por nieve recién caída y sin raquetas (!) y llegamos a la Cabaña de Rius donde vemos el cartel que señala el sendero para subir al Refugio de la Restanca:


Lo intentamos unos metros, pero enseguida se perdía la huella y decidimos dar por acabada la ascensión.


Nos llegamos hasta el Pont de Ríus para hacerle una foto con su medio metro de nieve encima.


Ya se la habían caído las flamantes barandillas que tenía dos años atrás (!). Fijaros que la foto está tomada exactamente desde el mismo punto, con ese arbolito detrás.


Inspeccionado el puente, nos metimos en la Barraca a almorzar. Tiene una estupenda chimenea y hasta había llena seca para hacer fuego pero nunca se me hubiera ocurrido a mí meter en la mochila un mechero y papel para hacer llama. Qué pena porque hacía un frío del carajo y un poquito de lumbre para calentarnos al menos las manos hubiera sido una gozada.


Tras el almuerzo se despejó un poco, y antes de abandonar la bonita y acogedora Barraca de Rius hice unas fotos con el Montartó detrás y con el piolet que... habíamos sacado... de paseo, ja ja ja (los crampones no salen en la foto porque estaban dentro de la mochila). Vaya expertos en días de nieve que estábamos hechos.



Caminando para abajo seguí en lo mío, es decir, en hacer fotos y más fotos para celebrar y guardar tanta belleza.



Tres kilómetros es la distancia entre la Barraca de Rius y el Pont de Ressec, y como las fotos con la digital son gratis, y en aquella época estábamos de estreno, ya os podéis hacer una idea de la cantidad de ellas que hice. Aquí llegando al Ressec:


Y aquí, al coche:


Cuatro kilómetros de subida y cuatro de bajada son más que suficientes para completar una buena mañana en la montaña, porque cuando nieva tanto, digo yo, no hay que subir mucho pues es la montaña la que viene hacia nosotros.

Excursión realizada con Rosalía el 27 de enero del 2006. Tengo anotado que desde el coche a Ressec tardamos 1/2 hora y desde Ressec al Pont de Rius, 1 hora. El descenso lo hicimos mucho más rápido: 40 minutos hasta Ressec y 20 minutos más hasta el coche. Aquí el croquis del recorrido:




sábado, 15 de marzo de 2014

145. BARRANC DE RIUS. (9k 550+). Valarties. Valle de Arán



Las dos entradas antiguas por sendero al Valle de Arán son la del port de Viella (2.442 m) y la del port de Rius (2.340 m). El primer paso es más alto pero la distancia a Viella es mucho más corta que si se entra por el segundo, pues se ha de recorrer de Oeste a Este todo el largo Barranc de Rius para llegar al Valartíes y finalmente a Artíes. Ya me gustaría enlazar en alguna excursión los dos puertos, pero de momento me conformo con contar aquí la forma en que descubrimos el Barranc de Rius casi por casualidad. Fue en esos paseos que empecé a proyectar para los días siguientes a las jornadas de esquí. Más o menos como el de la anterior entrada del blog, aunque con menos experiencia aún en nieve y montaña.


Fue el 14 de febrero del 2004. Mi idea inicial era llegar hasta el Refugio de la Restanca, pero encontramos allí la nieve tan dura y el sendero tan perdido en la nieve, que al llegar a la Barraca de Rius (1.647 m) y ver que era imposible subir (no llevábamos ni crampones), nos tiramos por el pont de Ríus que parecía más abierto y soleado.


El paseo/excursión lo iniciamos en el Pont de Ressec (1.400 m), hasta donde pudimos llegar con el coche. La nieve estaba dura pero el camino no es muy pendiente y apoyados en los bastones de esquí, se podía andar bien por él. En una de las primera curvas avistamos el Montartó (o sus estribaciones) y le hicimos una foto (lo subiríamos tres años después, v. Montes 9) :


A la barraca de Rius (2,5 kms desde la salida) no le hice foto, aunque se la haría dos años después en un día de mucha más nieve. La podemos ver en este otro blog. Sí que hice del Pont de Rius, seguramente en la bajada. 


El sendero sube suave y el barranco se estrecha un poco, pero enseguida sale a una zona más abierta desde la que, mirando hacia atrás, se disfruta de una magnífica vista de la vertiente suroeste del Montartó:


A partir de ahí el sendero (o las huellas que más o menos nos guíaban) discurre por la cara sur de la sierra de Rius, de la que se veían restos de pequeñas avalanchas de nieve que íbamos cruzando.


Cuando vimos que el barranco daba para mucho (foto de presentación) y pensamos que ya había llegado la hora del almuerzo, buscamos un buen pedrusco para sentarnos y dimos por acabada la ascensión. 


Calculo que estaríamos a la altura del Bassae de Rius, o sea, a unos 1.950 metros, pues en esta foto se ve bien en la zona de sombra de la nieve la marca horizontal de la huella de unos esquiadores que vimos pasar por el GR que va del Port de Rius al Refugio de la Restanca. Según la ruta que he marcado en el google earth habríamos recorrido unos 4,5 kms y subido 550 metros. Ya sólo quedaba bajar... 


... y hacer alguna foto más. Como esta de Rosalía con la sierra de Rius detrás sobre la nieve abultada de una avalancha.


Otra más con el Montartó:


Y un par de ellas por la zona superior del Pont de Rius, donde el barranco se estrecha y empina un poco, pero ya se ve que no mucho porque lo pudimos hacer sin ningún tipo de artilugios en los pies. 



Sólo han pasado diez años pero no sé si por las fotos (hechas unas con la analógica y otras con una pocket digital de poquísima definición) o por los muchas excursiones que hemos ido haciendo desde entonces, tengo la sensación de que hubiera pasado medio siglo. 



lunes, 10 de marzo de 2014

144. REFUGIO DE LA TRAPA EN EL COLLARADA, 1.730 m. (11k 530+). Raquetas de Nieve. VILLANÚA. HUESCA.



Descubrir el Pirineo invernal a cierta edad tiene su punto de impotencia, sobre todo cuando ves las locuras que hace y cuenta la gente en sus blogs. Poco antes de ponerme a narrar esta pequeña excursión con raquetas he visto que Daniel Mur y sus amigos habían intentado el Collarada tan sólo una semana antes por el mismo recorrido inicial nuestro y... casi se me quitan las ganas de escribir nada aquí. Pero bueno, nosotros fuimos con otra intención y la verdad es que bajamos con una gran sensación de éxito. 

Tras un sábado agobiante de masas de esquiadores en Formigal que otro día contaré, el domingo teníamos intención de perdernos por alguna de las canales orientales del valle del río Aragón: la de Ip, la de Izas o la Roya (esta última descartada por lo del alud de la cornisa de la Raca que cuenta Dihinx en su libro y otros bloggeros y trackeros en sus respectivos medios), pero como el próximo verano queremos subir al Collarada, pensamos que sería bueno empezar a conocer el terreno. La decisión la tomó la propia carretera: a las nueve y media de la mañana todavía había atasco en Villanúa (!!!). ¿Subir así hasta Izas? Ni hablar.


Nos salimos de la carretera para hacer tranquilamente una foto del Collarada y nos metimos en Villanúa a preguntar en la Oficina de Turismo por los permisos para subir por la pista, pero como estaba cerrada, tiramos por el primer camino asfaltado que vimos al entrar en el pueblo, que sale a la izquierda del Albergue. Mientras no haya ningún "prohibido el paso" nadie nos puede decir nada ¿no? En cuanto se acaba el asfalto aparece un cartel anunciando que a tres y pico kilómetros se necesita el famoso permiso. Vale; genial. Tal y como está organizado el monte en Aragón, tres y medio kilómetros que te quitas de pista siempre es de agradecer (véase lo que pasa en Peña Telera...). Lo malo es que no miré el contador de kilómetros, y como la valla está un poco más arriba del ramal izquierdo de una bifurcación de caminos, si no hubiera sido por seis o siete coches que había allí aparcados, nos hubiéramos ido por el de la derecha que parecía más principal... Bueno, pues eso, que a las diez de la mañana aparcamos en ese cruce y echamos a andar por el de la valla. 

¿Crampones? ¿Raquetas? ¿Nada? Debido a nuestra falta de experiencia en nieve (véase post anterior del Montcorbison) y en meteo, siempre nos entran las dudas, pero esta vez apostamos por las raquetas y fue un acierto pleno.   


Nuestra idea era llegar por el valle de Azús hasta el Refugio de la Trapa (1.730 m), que es el punto de paso obligado para subir al Collarada, aunque... como desde allí quedan aún 1.100 mts de desnivel (unas cuatro horas), si se organiza con vivac la gente recomienda hacerlo más arriba. Con cuatro horas de ascensión yo llego algo cansado o mareado a las zonas de roca donde hay que echar las manos y eso me impide disfrutar de esos tramos finales. Ya lo pensaremos. De momento pongo el track de la subida que nos hizo el Endomondo y la perspectiva en google earth:


Como la valla está a 1.200 mts, la ascensión es de 530 mts y la distancia, 5,6 kms.


Pasados los dos primeros giros de 180º por la pista (uno corto y otro amplio) se tiene el primer premio del día: la panorámica de los picos de Tortiellas en la Sierra de Aísa que nos va a acompañar buena parte del recorrido:


Tras kilómetro y medio de pista, y al final de un largo tramo recto, sale el camino propiamente dicho. Hay cartel indicador que dice que desde allí al refugio son 2 horas.


El camino se interna en el bosque y enseguida nos metemos en la nieve:


Como aún estaba helada, aguantamos un buen rato con las botas, pero las huellas eran cada vez más profundas...



... por lo que ya creímos llegado el momento de poner las raquetas y andar con ellas.


Llegamos así a la famosa curva del Ford Fiesta, recuerdo de algún animal que intentó bajar del refugio por tan empinada pista y acabó con sus hierros allí. Por lo que veo en las crónicas, todo el mundo se hace una foto para conmemorar semejante burrada, y es que además de lo del coche, el rincón es muy bonito.


El camino zigzaguea, se empina y va cambiando de dirección, por lo que el sol empieza a entrar entre los pinos:


Metidos en la canal de Azús, el camino va por el lado soleado del barranco y la nieve se acumula en montoneras.


Hacia el km 4 llegamos a la cabecera del barranco y el camino se empieza a abrir a una gran explanada de nieve:




Pasados los pinos se ve el elegante farallón de roca de las faldas altas del Collarada con el paso blanco del Abete por donde se inicia la subida al pico.


Al acercarnos al paso vemos a un esquiador solitario subiendo en zig zags con esquís de travesía (¡qué envidia!):


Un poco más adelante, avistamos ya nuestro objetivo: el refugio de la Trapa.


Desde donde dejamos el coche hemos tardado exactamente 2 horas y un minuto, y eso con raquetas, paradas, fotos y demás, así que, o estamos muy fuertes o el cartelito del cruce debería decir, cuando más, 1 hora 45 minutos. 

Echamos un vistazo al refugio para sentir la dentera de siempre hacia estos lugares tan descuidados..., 


...aunque a cambio, nos encontramos con una estupenda mesa con dos bancos debajo de un pino (ver foto de presentación) para almorzar allí como reyes mirando el paisaje que se abre hacia el sur. A la izquierda, la puntita de la Peña Oroel. 



No habíamos acabado de sacar la botellita de vino cuando se unió a la fiesta Pablo, un simpático montañero-corredor navarro que subía por otro lado con una bonita perra, y con el que compartimos una buena cháchara, el vino, y el nuevo menú de bocadillo de sardinas con guindillas picantes en aceite. Mmmmm. Foto de recuerdo y saludo "for ever" para Pablo. 


Tras una hora de relax, a la una en punto emprendimos la bajada apercibiéndonos de lo mucho que se había ablandado la nieve. Fue entonces cuando disfrutamos por fin de la verdadera utilidad de las raquetas, que no sólo sirven para los días de nevadas recientes sino, sobre todo, para los días (las tardes) de nieves primaveras.


Otra cosa que funcionó de maravilla es el sistema de apertura/cierre de la fijación. Mientras que en la subida las llevamos sueltas para que se claven las puntas en la nieve costra, en la bajada las llevamos atadas para poder clavar a gusto los talones. 


Y para firmar y afirmar lo que digo, ahí poso yo poco mostrándolas con orgullo poco antes de quitármelas:


A las tres estábamos ya en Villanúa tomándonos una gran cerveza (clara en mi caso, para no pasarme del nivel permitido) y a las tres y media en carretera rumbo a casa.

Excursión realizada con Rosalía el domingo 9 de marzo del 2014


PS: Leo consternado en la prensa que una mujer de 41 años vecina de Huesca murió este mismo día en la Canal de Izas cuando estaba practicando con su marido un paseo con raquetas (!). Al parecer resbaló y cayó 150 metros por una ladera de nieve dura (!!!).