sábado, 26 de abril de 2008

16. UMION, 1.434m (7k 400+), Cubilla de la Sierra


Viniendo de Logroño a Haro y mirando siempre a nuestra derecha, la sierra de Toloño da paso a los más pequeños montes Obarenes, y cuando se acaban éstos en Pancorbo como estrellándose contra la meseta castellana, emerge por detrás un “cabezo”, que siempre me llamó la atención. Así que hace ya muchos años, en el verano de 1982 para ser más exactos, me propuse visitarlo. No recuerdo qué mapas o guías consulté pero el caso es que de vuelta de la excursión hice el pequeño croquis que he puesto arriba y que contiene todos los datos de la misma.

Para revivirla mejor (o para volverla a hacer) pongo el mapa necesario para situar Cubilla (o Santa María de Cubilla) que es el pueblo desde el que se empieza a subir. Para llegar a Cubilla desde Pancorbo hay que dar una larga vuelta hasta La Aldea de Portillo del Busto pues según veo en la cartografía más actualizada, el camino entre Encío y Cubilla sigue sin asfaltar.



También he hecho una captura de la foto aérea de google earth con un poco de relieve que es la que pongo aquí y que coincide fielmente con el croquis que hice hace… nada más y nada menos que… veintiséis años (ay!). Por lo menos en todos este tiempo de tantos cambio los pueblos y los montes siguen en su sitio.

Lo demás lo cuentan los datos del croquis inicial y las fotos de aquel día -unas viejas diapositivas algo desvaídas de color que he conseguido digitalizar.

El desnivel desde Cubilla (1.025) hasta la cima (1.434) es de algo más de cuatrocientos metros y lo bonito de esta pequeña ascensión es que permite un recorrido circular. Subir por la canal justo al norte del pueblo hasta alcanzar el cordal y descender en diagonal dirección sureste hasta un camino de labor que nos devuelve al pueblo. Como pone en el croquis nosotros nos metimos en el hayedo en vez de ir por la canal, eso nos debió complicar un poco el camino.

Esta es la primera foto de la excursión con Cubilla abajo:



Al salir del hayedo (o de la canal) ya se tiene una buena perspectiva de los montes Obarenes detrás:


El terreno estaba así de florido en agosto. La cima ya se ve al fondo de la imagen:


La siguiente foto es la del almuerzo en la cima (1 hora y 15 minutos desde Cubilla) sobre una perspectiva amplísima hacia el Sur. El piquito del fondo a la izquierda es el San Lorenzo:



Asomándonos hacia el Norte, sin embargo, se ve la Central Nuclear de Garoña sobre un meandro del Ebro antes de que éste forme el embalse de Sobrón y se encajone antes de pasar a Miranda:


El descenso lo hicimos por una diagonal mucho más directa y rápida que baja hasta un camino donde hay una fuente (20 minutos). Y en otros veinte minutos se alcanza el pueblo:


Finalmente, y en la carretera por la que regresábamos a la Aldea de Portillo del Busto, hice una última foto del Umión visto desde el Oeste, en que parece mucho más tendido que cuando se le ve desde lejos y desde La Rioja:

sábado, 19 de abril de 2008

15. VALLE DE LOS PENITENTES, CODES



Hicimos esta excursión gracias a la guía “Rutas y Paseos por las sierras de Toloño y Codés” de los hermanos Ollero Ojeda (Sua Edizioak 1993, excursión nº 18), de la que adjunto su croquis y también, por lo clara y explícita que es, la fotografía aérea de google earth con el itinerario marcado en amarillo.






Teresa y Elena tenían 9 y 7 años y para la ocasión vino también con nosotros María, la hija de Roberto, el vecino del tercero.

En la carretera hacia Azuelo, pueblo donde empieza el paseo, hice esta foto de Aguilar de Codés desde el portillo que hay entre Arás y Aguilar. Tiene luz de bruma de la mañana, pero es muy bonita la silueta de la mole del Codés detrás del pueblo.,


La siguiente foto es del comienzo del camino al salir de Azuelo (siempre me gusta hacer una foto al principio de cada excursión), y además del equipo humano se pueden admirar al fondo las filas de peñas a las que íbamos.


Desde Azuelo hasta el comienzo del vallecito de los Penitentes sólo hay media hora de camino rural viendo el lado exterior de las peñas orientales entre las que destacan las dos primeras, llamadas las Dos Hermanas. Son tan esbeltas que la fotógrafa le cortó un poco la cabeza a la más alta.



Una vez dentro del valle las peñas nos envuelven por uno y otro lado. Las del lado izquierdo son como dientes o colmillos, pero si la imaginación popular y la tradición las ha llamado “penitentes” pues será así.


El camino asciende y se estrecha hasta darnos el ambiente montañero de la foto que he puesto como encabezamiento de la excursión. La guía dice que cada cual ascienda hasta donde quiera y pueda porque hacia arriba se pierde el sendero, y a menos que queramos trepar por entre piedras ya no tiene sentido subir más. Para alcanzar la cima del Codés, mejor salir desde el Santuario. Y es que el objetivo de este paseo no es una cima sino un valle; no una azotea sino una singular calle de montaña. En todo caso, ahí se nos puede ver en los últimos esfuerzos por llegar lo más alto posible.


Y en esta otra foto, descansando del esfuerzo y disfrutando (a carrillos llenos) del panorama.


Tengo anotado en mi diario que esta fue la primera vez que llevé la dulzaina al monte y que la hice sonar allí entre las rocas, algo que siempre había deseado desde que hace muchos años oyera tocar una alboca en el Gorbea y encontrase idílica esa conjunción de monte y música popular instrumental.

La fecha en que hicimos la excursión y las fotos que he puesto: 17 de abril de 1993. Quince años justos han pasado desde entonces, pero gracias a revivirla en el blog es como la hubiéramos hecho ayer mismo.

14 VUELTA DESDE BENOS a ARRES DE SUS (7k 450+) , VALLE DE ARAN



Las arquitecturas de las grandes montañas de los Pirineos son tan complejas que para empezar a entenderlas se necesita emplear mucho tiempo de observación de mapas, fotos, e itinerarios, y por supuesto, hacer muchas excursiones alrededor. El más alto de sus picos, el Aneto, puede ser el mejor ejemplo de esto que digo: en primer lugar porque casi todo el mundo que lo ve desde lejos y por primera vez suele quedarse bastante decepcionado sin saber muy bien cuál era y si lo ha visto o no; y en segundo lugar, porque si luego lo ve desde otro punto de vista, difícilmente lo emparentaría con la vista anterior. Paciencia pues, y esfuerzo. Entender la arquitectura nunca es fácil, y las grandes arquitecturas de la tierra, mucho menos.

El pequeño y bonito paseo por cinco pueblos de la ladera en solana del Valle de Arán que cuento hoy aquí proporciona una vista inolvidable de tres puntos muy singulares que ofrece el fondo del valle de la Artiga de Lin: la arista del pico Mulleres, el collado del Toro y el propio Aneto. Aunque no nos hagamos ilusiones porque en el transcurso del paseo también los montes se ocultan unos a otros y van cambiando su perspectiva engañándonos constantemente. El itinerario es el número 2 de la Edición Alpina del Mapa y Guía Excursionista del Val d´Arán (1998), aunque ya puedo decir que tiene varios errores y que nosotros lo hicimos con alguna variante. (El recorrido me lo marcó el propio GPS de mano en el planito de google earth que muestro arriba, así que huelgan más mapas).

Para empezar, salimos desde Benós (910), por ser el punto más bajo. El itinerario dice iniciar la excursión desde Begós (990) pero eso significa acabar el paseo haciendo una ascensión bastante dura que en mi opinión es mucho mejor cogerla con las ganas del inicio. El problema es que el sendero es muy pendiente y que está bastante escondido detrás del caserío de Benós, así que, como no lo encontramos, nosotros subimos tranquilamente por la carretera. En uno u otro caso se tarda más o menos lo mismo: 20 min.




Desde Begós a Vilamós (1255) ya no hay otra alternativa que ir por el sendero que se ve al fondo de la segunda foto de arriba, hecha desde la placita de la iglesia de Begós. Es un sendero precioso pero bastante duro, de los que hacen sudar, y desde el que al ganar altura se va aclarando la hermosa vista de ese trío de magníficos lugares que decimos: el Mall des Pois (2884) a la izquierda, que oculta al pic de Mulleres (3010); el collado del Toro en medio (2236), flanqueado por el Mall de la Artiga (2718) y la Peña Negra (2581); y el Aneto (3404) arriba y atrás. Tras parar todo lo que se pueda para admirar tan magnífica vista y hacer fotos, el sendero gira hacia el norte y nos ofrece ya la vista de Vilamós (el itinerario dice 40 min, pero a nosotros a pesar de las paradas y las fotos lo hicimos en poco más de 30, y de ahí la sudada…).



A poco que te muevas por Vilamós o desde la misma carretera por la que se llega al pueblo se obtienen nuevas y mejores vistas del Aneto. Tengo fotos en blanco y negro de la primera vez que estuve allí (1978) pero las mejores son estas dos que generosamente ofrece google earth:



Repuestos del esfuerzo ascendemos nuevamente hacia el Oeste por otro sendero menos exigente y en ladera, alcanzando el punto más alto del recorrido (1350) poco antes de llegar al cuarto pueblo, Arres de Sus (1300). Enseguida se ve el camino que desciende a mano izquierda a Arres de Jus (1245) y la iglesia de San Pere justo a mitad de los dos pueblos, punto idóneo para almorzar.



A partir de ahí, todo es coser y cantar, o sea, bajar y bajar hasta Benós. La guía dice que se pasa por Arro, -lo cual es imposible porque queda mucho más abajo-, y que en total el itinerario cuesta 3 horas, -pero a nosotros en tiempo neto de marcha nos costó 2h 20 min., o sea, que algo no concuerda en el sistema de mediciones de los tiempos.

Para completar tan estupendo paseo y dado que aún quedaba la tarde por delante, nos adentramos con el coche en la Artiga de Lin para ver el collado del Toro desde abajo. La carretera estaba cortada 2 km antes del “pla” por el hielo, pero mereció la pena subirlos. El sol caía justo encima del collado y era difícil hacerle una foto, pero poniendo la mano encima de la cámara conseguí esta imagen.


Acabo el reportaje con esta otra foto que hice en agosto de 1990 a esa misma tentadora subida que seguramente acabaremos haciendo en cuanto haya ocasión. En el pla de la Artiga de Lin hay un cartelito que dice que desde allí al collado del Toro hay 2h 15 min. Las perspectivas desde el collado son para mí una incógnita pero casi seguro que no se verá el Aneto pues lo tapará el más cercano Pico de Aigualluts (2708). Así que habrá que irse hasta el refugio de la Renclusa pasando por el Pla de Aigualluts desde donde seguro que le verá emerger majestuoso sobre sus dos glaciares. Aunque eso…, espero contarlo más adelante, si hay suerte y salud.



(Excursión realizada con Rosalía y Elena el sábado, 23 de febrero del 2008)

13. ALTO REDONDO 1.194 m (8k 550+) Jubera



Los montes de la Sierra de la Hez en torno a Santa Lucía tienen cimas poco agradecidas: las peñas que están sobre Jubera (El Tejedo) parecen demasiado abruptas y sin ninguna cima destacada; y la cresta de Cabi Monteros es suave y tendida, y está casi toda arbolada (ahora amolinada) por lo que no se puede disfrutar en ella de hermosas vistas. Pero entre las peñas y los molinillos, mirando desde Santa Lucía hacia el Sur, hay una pequeña cima redondeada que desde que la vi por primera vez me tentó a subirla. Y así lo hice, tal día como hoy, hace exactamente diez años, es decir el mismísimo 25 de enero de 1998.

No fue un día de rositas. Hizo un frío endiablado y en la cima nos empezó a caer una cellisca de nieve con copos pequeñitos que más parecían granitos de hielo. Subimos toda la familia y el amigo José Luis Gutiérrez.

El camino es muy sencillo. Se sale de la plaza de Jubera en dirección Este (detrás se puede ver su castillo);


se recorre un par de kilómetros por un camino de labor bajo las peñas de El Tejedo que vamos dejando a mano derecha,


y cuando se estrecha el barranco, se empieza a subir monte a través o por senderos de ganado en dirección a la cima del Alto Redondo.


La distancia en planta es de poco más de cuatro kilómetros y el desnivel de 550 metros (Jubera 650, Alto Redondo 1194 m). Nosotros subimos tranquilos y tardamos casi dos horas, pero supongo que se puede hacer en algo menos porque el descenso lo hicimos en hora y cuarto. Y es que el frío era tan intenso que más que bajar, volamos hacia Jubera. La primera de las fotos que he puesto arriba, para dar una imagen general del monte, es de un momento del descenso.

Supongo que con buen tiempo será otra cosa y que lo bonito sería bajar por San Vicente y Robres completando así la vuelta a las peñas de El Tejedo. Ahora que la he rescatado del olvido, a ver si nos animamos a repetir tan agradable y bonita excursión o a ampliarla con esa variante para el regreso que aunque se ha de hacer por carretera, apenas pasa algún coche por allí y la garganta del río Jubera vale la pena recorrerla a pie.



(Excursión realizada con Rosalía, Teresa, Elena y José Luis Gutiérrez el 25 de enero de 1998).

viernes, 18 de abril de 2008

12. REFUGIO WALLON EN EL CIRCO DEL GRANDE FACHE (15k 400+) Pont de Espagne.


El segundo paseo clásico o evidente desde el parking del Pont de Espagne (1495 m) es al refugio Vallón (1865 m), debajo del circo del Grande Fache, nombre singular donde los haya.

Al día siguiente del primero de los paseos en la zona (ver LA MANZANA DEL VIGNEMALE, 6 de diciembre) amaneció lluvioso y lo dedicamos a pasear en coche, pero por la noche refrescó y cayó una fina nevada, de modo que en esta segunda excursión, realizada el día de la Inmaculada, ya salimos del parking pisando nieve.



Esta vez salimos un poco antes, pero tampoco mucho: a 10:10 de la mañana.

El cartelito amarillo de señalización decía que desde el parking al refugio se llega en dos horas y media, pero a diferencia de la anterior excursión, que nos costó bastante más de lo indicado, en esta lo hicimos en bastante menos: 2:15. Moraleja, no fiarse de los franceses en cuestión de tiempos.

El recorrido no tiene pérdida pues la primera hora discurre por una larga y bellísima zona llana dedicada al esquí de fondo a ambos lados del río Marcadau, que en su cierre ofrece dos imágenes bien distintas: la superior, que anuncia la línea de cumbres a la que vamos, y la inferior, que muestra un caótico e inquietante panorama de rocas dislocadas con coníferas de todo tipo entre sus grietas.






Al fondo de esa gran explanada llegamos en 50 min justos. En ese punto el camino gira noventa grados a la izquierda y se empina bastante, atravesando pasos de zonas rocosas muy bonitas y volviendo nuevamente junto al río Marcadau que se cruza por un puente pasarela.




El tiempo empezaba a ponerse cada vez más gris, pero unas cuantas huellas frescas en el camino de un grupito de cuatro o cinco personas que ese día nos habían precedido, nos animaron a seguir adelante. El sendero discurre junto al río o se va elevando sobre él en parajes de lo más variado.




Y lo dicho, a las 12:25 en punto, o sea, 2:15 desde la salida llegamos al refugio Wallón (1865 m) justo cuando se ponía a nevar y se nos cerraba la vista del circo del Grande Fache (foto inicial).
En la otra foto que aquí muestro, además del refugio y la ermita situada un poco más arriba, puede verse al fondo el itinerario por los lagos de Cambales hacia el Paso de la Peyre de San Martin, justo encima de los embalses de Respumoso y refugio de Piedrafita en la vertiente española.



En el refugio Wallon encontramos almorzando al grupito de franceses que habían ido por delante nuestro y al fin descubrimos en qué emplean los franceses esas largas tardes en que desaparecen de las calles de todos sus pueblos y ciudades: ¡en preparar el picnic del día siguiente! Tenían de todo: caldos, ensaladillas, filetes empanados, termos de café, etc. etc. Nosotros sacamos nuestro bocata, la botella de Rioja y el bote de almendras y a compartir mesa y buen ambiente.

En la media hora que estuvimos almorzando ocurrió un fenómeno atmosférico inesperado en esas fechas del año: la nieve que había empezado a caer cuando llegamos se transformó en llovizna y se empezó a deslucir el radiante panorama blanco que habíamos traído durante toda la subida. Fue un día raro. Otra pareja que llegaba cuando emprendimos el regreso se preguntaban si sería sensato subir en un día así hasta el collado del Grande Fache, y allí les dejamos con la duda. Esta es una foto hecha en la bajada hacia el Pont de Espagne.


Lo que es cierto es que de esta pequeña excursión me quedaron unas ganas muy grandes de volver para hacer precisamente una vuelta de dos días: saliendo del refugio de Piedrafita para llegar a dormir al refugio Wallon y regreso, yendo por un lado (collado de la Grande Fache) y volviendo por el otro (lagos de Cambales). Será en mayo o junio con los días largos y la nieve primavera. El quiera apuntarse no tiene más que decírmelo.

(Excursión hecha con Rosalía el 8 de diciembre del 2007)

11. REFUGIO OULETTES DE GAUBE del VIGNEMALE (15k 700+) Pont d'Espagne



Llegando al refugio de las Oulettes de Gaube (a la izquierda de la foto) se disfruta de uno de los panoramas arquitectónicos más impresionantes de los Pirineos: el conjunto de grandes rocas del Vignemale. De izquierda a derecha: el Petit Vignemale (3.032 m) fácilmente accesible por la horquilla de Ossue, justo a su izquierda. Debajo del Petit y a la derecha, su pequeño glaciar suspendido. Entre el glaciar del Petit y los seracs que “alfombran” la salida de la canal de Gaube, la Aguja de los Glaciares con una cima en lomo desde los 2.933 hasta los 3.164. A su derecha y con la cabeza redondeada, la Punta Chausenque (3.204). En medio de la Y tan característica de la canal de Gaube, el Pitón Carré (3.197). Por encima de todos y presidiendo la escena, el Pique Longue du Vignemale (3.298), y finalmente, en su hombro derecho el Pic du Clot de la Hount (3.289). Puesto que la cota de los seracs de la canal de Gaube está en 2.509, la gran pared norte del Vignemale mide casi 700 metros, todo un impresionante rascacielos rematando un escenario magnífico de roca y hielo, sobre una amplia plaza de nieve a la que el sol no tiene acceso en los meses centrales del invierno.

El pasado verano me quedé con las ganas de haber visitado tan incomparable lugar, pero la verdad es que fue una suerte porque como realmente se disfruta es en el silencio helador del invierno.
Haciendo honores a nuestra Constitución, este seis de diciembre mi compañera de fatigas arquitectónicas y yo dejamos el coche en el enorme y vacío parking del Pont de Espagne, a ocho kilómetros por encima de Cauterets (1.459 m), y tomamos el sendero que sube al lago de Gaube, (1.731 m) por la izquierda de la cascada de agua que baja del mismo.


El sendero estaba lleno de placas de hielo y eran tan grandes que pensamos que alguna de ellas nos iba a cortar definitivamente el camino, pero hubo suerte y piernas para sortearlas sin resbalarse y romperse la crisma.


Al llegar al lago me fui al lado izquierdo para intentar hacer una foto del fondo que nos esperaba, pero la estrechez de la canal de acceso y el contraluz no me dejaron ver gran cosa. Es una pena que la foto tampoco refleje el verde intenso del fondo del lago que llama la atención a todos los visitantes y comentaristas del lugar.


Desde el lago hasta el refugio dicen los carteles que hay 1 hora 40 minutos de recorrido pero está mal, porque a buen paso nos costó 2 horas.


A partir de los dos mil metros entramos en la nieve,


y media hora antes de llegar al refugio (a eso de la una y media del mediodía) perdimos al sol por detrás del Vignemale. El umbral entre la media y la alta montaña siempre es emocionante.


Almorzamos en el refugio (2.150 m) en completa soledad apabullados por la belleza y el intenso frío, y con el disparador automático nos hicimos la tradicional foto de recuerdo feliz.


En estas fechas no puede uno entretenerse mucho porque el día es muy corto, así que a las dos y media echamos a andar ligero hacia abajo porque si la subida nos había costado tres horas en total, el descenso no nos iba a costar mucho menos teniendo cuenta que había que extremar el cuidado en los pasos con grandes placas de hielo. Aún así no desperdiciamos la oportunidad de buscar nuevas perspectivas y hermosos puntos de vista para el magnífico espectáculo que habíamos dejado atrás.


Dos errores que aconsejo no cometer a quien quiera gozar mejor del día en parecidas circunstancias: salir bastante antes de lo que hicimos nosotros (10:50) y llevar crampones para que el hielo o la nieve prensada no se interpongan ante tan preciado destino.

Todas las fotos están en un tamaño razonable (18 x 13 en pantalla 90 ppp) para poder seguir el itinerario; la última está en 30 x 24 por si se quiere poner durante unos días como refrescante y magnífico fondo de pantalla, con sonrisa incluída.

(Excursión realizada con Rosalía el 6 de diciembre del 2007)