domingo, 30 de diciembre de 2012

111. VALMAYOR, 1145 m (5,5k 200+) Clavijo. La Rioja



Como empezamos 2012 con una pequeña excursion desde Clavijo, lo voy a acabar con otra excursión desde el mismo punto de partida, aunque esta vez en dirección SurOeste, y hecha... hace casi veinte años (!!!). Concretamente el 15 de agosto de 1993.

El pequeño objetivo era subir al lomo oriental del valle del Iregua, en el que el punto más alto es un pequeño cerro llamado VALMAYOR donde no recuerdo que hubiera entonces indicación alguna. Como Clavijo está a 937 m, la ascensión es de poco más de 200 m con un recorrido de 2,7 km, de los cuales 2 km son por camino y el resto por las trochas o claros de la ladera de Valmayor.


A la vista de las fotos de nuestra excursión se entenderá mejor que la razón que me ha movido a ponerla no es el orgullo deportivo o montañero sino la nostalgia de aquellas alegres salidas con chiquillería para crearles afición. Y como sé que algunos lectores del blog, tienen ahora chiquillos pequeños, pues lo mismo les puede ser útil.

Aquí nuestro equipo saliendo de Clavijo con el castillo al fondo


Y otra foto un poco más adelante, con la peña del Castillo, el pueblo y el monte Laturce:


Hacia delante, el camino no tiene mayor historia que las que se podían contar entre sí Elena y Javier, tan dicharacheros ellos:


El camino se deja en la segunda hondonada y subiendo a la derecha por donde se pueda, vemos ya llegar al grupo a la cima:


Tengo anotado que tardamos 1 hora y veinte minutos (!) y que en la cima había un tipo de Albelda llamado Miguel, que había subido en moto y que nos hizo la foto a todo el grupo:


En mi mano derecha, por encima del hombro de Rosalía puede verse que en aquel entonces solía subir yo con la dulzaina en la mano para tocar alguna danza en las cumbres. La primera vez que oí música popular en el monte fue en mi primera ascensión al Gorbea, allá por 1978 (!!!), y recuerdo que me pareció que encajaban maravillosamente lo uno con lo otro. Por eso, cuando me hice músico de dulzaina, me convertí yo en el artífice de las melodías montañeras, especialmente celebradas en las bajadas, como podemos ver en este otra foto del regreso a Clavijo por el camino:


Me da que Cristina y Ricardo subieron tarde a por sus hijos y que nos los encontraron en el camino. A Ricardo se le ve bailando, por lo que la foto será de Cristina ya que yo soy el que va al fondo soplando la música.

Fin de año: días de nostalgia. "A otro año", más excursiones y más bonitos recuerdos también.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

110. CRUZ DE LA ENCINETA, 1.104 m. (6k 420+) Arnedillo. La Rioja




En varias de las excursiones realizadas la pasada primavera (la de Oliván o la de Bucesta) divisamos por delante de la inconfundible silueta de Peña Isasa, la larga cortada de Peñalmonte; por lo que en llegando al otoño hemos dado con la ocasión de ir por allí. La subida desde Arnedillo es bastante sencilla: se asciende primero a un pequeño pico llamado Cruz de la Encineta que está prácticamente encima del pueblo, y luego se crestea durante tres kiómetros y pico hasta llegar a las cimas de Peñalmonte. Sin embargo, no siempre se cumplen los planes tal y como los piensas porque la climatología en la montaña siempre tiene cosas que decir y mejor escucharlas.

El pasado domingo once de noviembre del 2012, Arnedillo nos recibió con un chaparrón de agua y un cierzo de los que te ponía la carne de gallina. Poco miedo, nos dijimos, que para valientes nosotros. Pero ya antes de empezar pensé que si el cierzo en el pueblo era fino, en la cumbrera hacia Peñalmonte iba a ser... astifino, así que no nos dio pereza alguna recortar un poco la excursión y hacer el paseo circular que se ve en las dos imágenes que he puesto arriba: subir a la Cruz de la Encineta por el Sagrado Corazón, hacer sólo un poquito de crestería y bajar por la ermita de Santa María de Peñalba y el Barranco de Yeseras.

Y para mí que es un recorrido perfecto. Muy bonito. Hombre, si hubiera hecho buen día, no digo que no hubiéramos ido hasta Peñalmonte cumbreando, pero me da que tanta cumbre se puede hacer un poco larga. Ya veremos como nos llegamos otro día hasta a esa cima. Seguramente desde Préjano, para variar.


Según paró de llover cruzamos el pueblo y hasta dimos una pequeña vuelta por el frontón donde había una exposición de setas. Cruzamos el Cidacos por el puente peatonal que hay un poco más arriba de la iglesia y no tardamos en dar con el sendero que sube al Sagrado Corazón. Es muy fácil de encontrar porque hay un banco de paseo puesto justo en la embocadura. Lo que no es fácil de ver es el propio Sagrado Corazón, envuelto ahora entre pinos. La subida por entre ellos y la ganancia rápida de altura sobre el pueblo es muy agradable y proporciona preciosas vistas sobre el propio pueblo (atrás) y el barranco de Yeseras hacia el Este con Peñalba al fondo.





Al pasar junto al Sagrado Corazón, que dejamos a nuestra derecha, aparece un evidente sendero que sigue hacia delante ganando altura por la cresta.


Mirando hacia atrás, podemos ver el Sagrado Corazón entre los pinos y Arnedillo detrás:


Llegando a esa pequeña cota rocosa, aparece bien clara a la vista el resto de la ascensión: primero un sendero junto al pinar que trepa hasta un gran zig zag, pasado el cual encontramos un cortafuegos, también junto a otro pinar, por el que se sube recto hasta la cumbre:


Ojito al cortafuegos, que desde abajo parece poca cosa, pero que cuando te pones en él tiene una pendiente que ni la pala del Bisaurín. Como Rosalía iba tirando, nos llegamos a la cima en menos de una hora y cinco minutos, y como Arnedillo esta a 685, hay que anotarse 420 m. de desnivel.

Aquí Rosalía llegando a la cima (el vértice geodésico queda detrás de ese arbolillo)


y aquí yo, en la Cruz de la Encineta, que de cruz no tiene nada. Hasta el buzón ha perdido su tejadillo.


Desde la cima se tiene una impresionante vista del amplio cauce seco del río Cidacos entre Santa Eulalia y Herce:


Mirando hacia las lomas meridionales de la sierra de La Hez y agudizando un poco la vista (o sea, dándole al teleobjetivo) descubrimos el abandonado caserío de ANTOÑANZAS, al que tendremos que ir algún otro día:


Mirando hacia el sur desde la cumbre, vemos la parte alta del Cidacos entre Arnedillo y Enciso, con el caserío recuperado de Peroblasco:


Y para acabar, la foto hacia Arnedillo:


Con el viento y el frío que hacía no tuvimos ganas ni de sacar los prismáticos de la mochila, y mucho menos de ponernos a almorzar. Cumbreamos hacia Peñalmonte hasta ese camino que se ve allí al fondo en la siguiente foto


Y bajamos por su pronunciadísima pendiente hacia un terreno algo confuso de lomas:


Mirando hacia atrás se ve mucho más claro:


De ahí en adelante el sendero está mantenido, según parece, por moteros de trial, de los que vimos ese domingo una nutrida representación. A mí, que conste, que no me molestan lo más mínimo. Es más, les estoy agradecido por la conservación de senderos. No parece que transite mucha gente por ahí. Como puede verse en la siguiente foto, el sendero de los moteros acaba en la ermita de Peñalba, donde obviamente, almorzamos al resguardo.


Desde hacía muchos años tenía yo interés en visitar esta ermita mozárabe por ser una versión menor de la singular ermita de San Baudelio de Berlanga de la que ya he escrito en edificiosLHD. Dada su importancia la suponía restauradita como aquella y cerrada a cal y canto, pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando la encontramos abandonada y con la puerta abierta, sujeta ésta con un trozo de cuerda a una valla metálica rota para que no se metieran las ovejas (!!!):


Mezcla de sensaciones pues: tristeza, suerte y miedo. Tristeza por su abandono. Suerte, por poder entrar en ella y verla. Y miedo, ayyyy, por la posible restauración que le caiga de algún arquitecto (los Iñakis, Pozuelo, o el que sea, ahhh nooo). Esta es la columna central que buscaba:


Y este es el ábside abandonado de la pequeña cabecera que se abre lateralmente a la gran sala de la columna:


Entre la desazón por el estado de esta joya de nuestra arquitectura y el frío que hacía, el bocata de mejillones me supo peor que nunca, pues para colmo de males no llevé vino. Menos mal que el descenso por el barranco de Yeseras fue mucho más ameno de lo que me esperaba. En primer lugar por su rústica morfología:


Y luego, por los dos pequeños hitos que lo jalonan: el viejo pozo-nevera de Arnedillo:


Y la ermita de San Miguel (restaurada sin gracia pero sin mayor gravedad) situada bajo un gran peñasco:


Con parada para el almuerzo y visitas manumentales, la vuelta de regreso no nos llevó más que 1 hora y 40 minutos. Estupendo circuito pues: corto, duro, variado y bello.



jueves, 1 de noviembre de 2012

109. LOS PANCRUDOS 2.072 m (18k 1.100+) desde El Rajao. Tobía.



Antes de que hubiera Google Earth también subíamos al monte. Y de regreso, hacía yo unos croquis tan detallados como el que he puesto arriba, que además, complementaba con todo tipo de datos:


Ahora es todo un placer poder compartirlos gracias a Internet y revisitarlos con Google Earth. Así se ve el valle del río Tobía en la misma posición que el croquis:


Y así es como se vería el valle por el que subimos, con los cuatro Pancrudos al fondo izquierda, la Fuente del Oro debajo y el San Lorenzo y el Cabeza Parda a la derecha:


Con tanta y tan clara información gráfica de esta excursión, no me queda sino poner las fotos de aquel 21 de septiembre de 1983. La primera, como siempre, en el momento de salida:


Grupo excursionista, de izquierda a derecha: Gotzone, Rosalía, Mar, Cristian Fayos, el Toni, y... yo, detrás de la cámara de fotos.

La segunda foto, subiendo por el hayedo, es decir, entre los puntos B y C de mi croquis:


La tercera, entre el hayedo y la pista de la Fuente del Oro, donde se aprecia que había buen sendero:


Superada la pista, vemos a Cristian Fayos subiendo por el lomo occidental del Pancrudo más cercano al grupo del San Lorenzo-Cabeza Parda que se ve detrás:


Foto de la primera cima, 2072 m con el San Lorenzo y el Cabeza Parda de fondo.:


El paso por la cima del segundo Pancrudo, 2.045 m., no me pareció lo suficientemente significativo para gastar una diapositiva, así que la siguiente la hice en el descenso hacia la Fuente del Oro con el Valle de Valvanera abajo:


Nuestro itinerario, sin embargo, no iba hacia el Monasterio sino que discurría por el lomo de la izquierda, es decir, por el cordal meridional del valle de Tobía que tan bien se ve en esta otra diapositiva tomada justo cuando llegábamos al hoyo de la Fuente (abajo a la izquierda)


En la siguiente foto ya se ve al grupo en la pista del lomo susodicho mirando hacia el San Lorenzo:


El camino de regreso lo hicimos mucho más largo que el de subida, así que Rosalía se sentó aquí para descansar un poco, y sobre todo para posar con el barranco de la Fuente del Oro a la izquierda y los dos Pancrudos a la derecha con el hoyo intermedio que los separa:


El lomo se hace tobogán y cuesta arriba en la pequeña cota del Pico Nevera (1553) desde donde debe de estar hecha esta última diapositiva que ofrece una estupenda perspectiva de todo nuestro itinerario. 


Encontrar Tobía en el mapa de La Rioja es muy fácil y subir por su valle no tiene pérdida. Algo habrá cambiado el paisaje en los veintinueve años que han pasado desde que hicimos esta excursión, pero seguramente no mucho. 


sábado, 27 de octubre de 2012

108 DE NEUCHATEL A VALANGIN (4,5 k 300+)



Neuchatel, Suiza, es una ciudad alargada y desplegada ante su lago. Y si el día es claro (lo que no es habitual) y se ven los Alpes, la vista se nos va por encima del lago hacia el Montblanc, el Jungfrau y la sierra de enorme picos que los circundan. Pero hacia atrás también hay cosillas. Nada menos que las últimas estribaciones del Jura, cuya abrupta orografía ya conocemos de pasar por la autopista de Lyon a Ginebra. En la imagen de Google Earth vemos que justo detrás de Neuchatel se eleva un gran lomo montañoso hacia la derecha por el que no estaría mal andar, pero lo que más llama la atención es ese profundo tajo labrado por las aguas de un pequeño río, el Seyons, que drena el vallecito que está encima. Justo al otro lado de ese tajo hay un pequeño pueblo con un bonito castillo, así que la subida desde Neuchatel a Valangin debe de ser la excursión más inmediata para quien quiera dejar de mirar al lago y adentrarse en el monte. Nuestra hija, que vive allí, nos lo puso como un paseo, pero de eso nada. Es toda una salida montañera y si no, ya vais a ver las fotos. Menos mal que a pesar de la gabardina poco montañera que llevó, Rosalía se puso las botas de monte de su hija.


Pongo lo primero el track que nos grabó el Endomondo aunque, como suele ser habitual cuando se va entre bosques, se perdió muchas veces y hace muchos "rectos". Sea como fuere, el recorrido desde la casa de nuestra hija en Serrieres es de 4,5 kms (3 kms si se hace desde donde comienza el sendero junto al río) y puesto que Neuchatel está a 430 m. y Valangin a 651, el desnivel a superar es de 220 m. aunque como el sendero tiene varios toboganes son bastantes más.

Como digo, es un sendero bastante engañoso, que empieza como un paseo dominguero por un ancho camino.


Pero como el cañón del Seyon se estrecha pronto, el sendero sube con fuerte pendiente hacia la derecha hasta situarse junto a unos pasos rocosos muy bonitos...


...que al principio son anchos pero que poco a poco empiezan a estrecharse y adquirir verdadero carácter de montaña. La gabardina de Rosalía es lo que desentona un poco.



A mitad de recorrido la ladera hacia el río se va poniendo tan pendiente que encontramos hasta un paso completamente construido sobre un muro de piedra.


Da uno en pensar que el camino hubiera podido ser antiguamente mucho más útil que ahora, pero no hay razón para suponer que el paso entre Neuchatel y Valangin se hubiera hecho de modo habitual por esta ladera cuando la carretera que va por el fondo del barranco lo desmiente categóricamente enviándonos el atronador ruido de su tráfico rodado. Por si no fuera poco, a partir de este paso el sendero se adentra en el bosque y se hace casi mínimo, por lo que es claro que su trazado actual (no muy bien señalizado a veces...) es claramente turístico.


Para dar una idea más geográfica de por donde vamos, pongo esta otra perspectiva de Google Earth.


Cuando te empiezan ya a entrar ganas de llegar a Valangin, cruzas una carretera y el sendero sube y baja varias veces hasta que comienza un descenso por un sendero muy estrecho y con un talud a nuestra izquierda que quita el hipo. Había que bajarlo con cuidado porque el suelo estaba muy resbaladizo por la lluvia y la hojarasca.



Finalmente se llega hasta el cauce del río Seyons, se cruza y llegamos a Valangin. Paro el Endomondo y dice que lo hemos hecho en 1 hora y 34 minutos.


Pero aún queda subir al pueblo y al castillo que se ve allí al fondo a la izquierda. Y aunque eso es ya un paseo urbano pongo unas pocas fotos porque el pueblo es tan bonito que se las merece (¡cuando la arquitectura es como dios manda puede ponerse en un blog llamado "montes y arquitectura" que nació, cabe recordar, para olvidarse de la mala arquitectura de nuestro tiempo):





Tras almorzar en Valangin nos planteamos que no tiene mucho sentido volver por donde habíamos subido, y además da mucha pereza. Mejor coger el autobús que pasa cada media hora por la plaza del pueblo y bajar hasta el centro de Neuchatel para rematar la excursión con un paseo de otros tres o cuatro kilómetros por el lago. Recorrido que Endomondo y Google nos vuelve a mostrar con toda precisión...:




...y al que nosotros ponemos nuestras fotos. Primero, el perfil del centro de Neuchatel que dejamos atrás:


Como pasamos por la actual salida de las aguas del Seyon al lago (antiguamente desembocaba mucho más a la derecha, justo donde ahora esta el centro de la ciudad), también le hacemos una foto pues ha sido nuestro compañero durante la mañana:


Yendo hacia Serrier, el sendero se hace más rústico y pasa por una playita muy agradable:


Si os fijáis en el recorrido de Google veréis que al final llegamos a Serrier subiendo por otro pequeño barranco. No hice fotos pero es un tramo muy singular pues allí está la antigua fábrica de los chocolates Suchard formando un conglomerado de edificios y puentes muy pintoresco aunque algo difícil de fotografiar.

Excursión realizada el 12 de octubre del 2012, día del Pilar.