miércoles, 27 de abril de 2016

203. DE TERROBA A LUEZAS (ida y vuelta 14k 400+)



El objetivo de esta excursión no era una cima sino llegar a uno de los pueblos más altos de la Rioja por un antiguo sendero de montaña que después debieron convertir en pista y que poco a poco está volviendo a ser sendero. Luezas es un viejo conocido de este blog. La primera vez que lo vieron mis ojos fue desde Serrezuela en un día de nieve (v Montes 53). Estaba entonces abandonado. Al poco hicieron una pista y subí con el Land Rover a ver sus ruinas. Y años después, cuando fueron arreglando casas y recuperaron las fiestas y las viejas danzas del pueblo, acudí allí a tocar la dulzaina con el grupo de gaiteros de Rández y nos hicimos esta simpática foto (agosto de 1993):


La idea era llegar ahora andando desde el valle del Leza, es decir, desde Terroba, por uno de esos barrancos que recorren los resecos valles del Camero Viejo, haciendo los casi siete kms de recorrido que hay con un desnivel de unos 400+




Este es el barranco, le digo a mi compa al poco de salir de Terroba:


Y aunque muchos caminos y sendas no podía haber, en el primer cruce (0,5k), vamos, y nos equivocamos. En el track ya se ve que nos fuimos hacia arriba y que había que haber cogido el camino de la derecha. Gracias al GPS rectificamos rápido pero pinchándonos un poco porque en cuanto te sales del sendero el monte está muy sucio.

Aunque para sucio, ahhhh, el propio camino. No hacía ni una semana que había caído la última nevada del año y había tramos que las vacas los habían dejado como para pasar con zancos:


El el km 2,5 cruzas un primer barranco que viene de la izquierda y el sendero se hace más pedregoso:



En el 3,5 cruzamos a la margen izquierda del barranco principal y el ambiente se hace áspero de verdad. Mirad la siguiente foto y tomad nota de que está hecha a comienzos de abril (!). Qué no será en agosto...!


Cuando se coge altura y se mira hacia atrás se veíann la últimas nieves de Monte Real...:


... y al fondo a la derecha, las de Cebollera:


Le doy un poco al zoom para que se vean mejor:


Pero lo que ya apetecía después de subir por ese secarral era llegar al lomo divisorio y ver la línea de cumbres de Peña Saida y Serrezuela con Luezas debajo:


Al llegar al cumbrero (km 5,5) se ven Peña Saida y Serrezuela al revés de como las vemos desde Logroño, pero aún no se ve Luezas. El sendero desaparece en las campas de la línea divisoria de aguas pero no hay pérdida, porque no hay más que seguir por la cumbre hacia el Oeste como un km. más hasta ver al fin Luezas:


Ya solo es cosa de bajar por el camino que menos han estropeado las vacas y hacernos un selfie con Luezas detrás:


Recorriendo el pueblo nos encontramos con Santiago, uno de los danzadores de la foto que he puesto antes. Estuvo muy simpático y nos acompañó mientras almorzábamos junto al edificio que han arreglado como centro de actividades. Casi veintitrés años entre una foto y otra (!)


Como en el cumbrero del que hablaba antes pegaba un ventarrón muy desagradable de Suroeste, para el regreso preferimos bajar un poco por la carretera y tomar el camino de Terroba que llega hasta a ella kilómetro y medio más abajo de Luezas (8,5 de nuestro track).


En la siguiente foto Rosalía pasa por las campas del cumbrero por las que habíamos ido antes.


Y desciende por ese árido sendero que en la subida no parecía tan pendiente:


La última vicisitud de la excursión fue el encuentro con tres vacas en uno de esos tramos tan golosos del camino... Menos mal que en esta ocasión pudimos ir por el monte porque las vacas no tenían intención de moverse:


La siguiente foto es para una de las laderas cercanas a Terroba surcada de viejos bancales:


Y la última, para la llegada a Terroba, con una ermita ubicada certeramente al fondo del valle y la torre de la iglesia asomando por la derecha.


Dejo aquí el enlace al track, por si alguien quiere cargarlo como ruta en su gps, y para recordar que la ascensión nos costó poco menos de dos horas y el descenso, hora y media, y que la fecha fue el 10 de abril del 2016

miércoles, 20 de abril de 2016

202. KAYAK EN EL EBRO. DE ARRUBAL A ALCANADRE



Habíamos quedado hace tiempo para inaugurar en abril la temporada 2016 de kayak en el tramo entre las presas de Arrubal y Alcanadre, pero yo creía que el Ebro todavía bajaba bastante fuerte. El "capitán" (o sea, César Aguilar) dijo que ná, que con 180 metros cúbicos por segundo podíamos empezar, y allí que nos plantamos todo el "equipo" o sea,  el "presidente", Carlitos Alvárez, recién nombrado idem del Ateneo, y yo, el "aprendiz", en el lado navarro del río, justo pasado una pequeña central bastante antes de llegar a Mendavia.


El punto de acceso al agua era un talud bastante empinado y no muy limpio pero el capitán dijo que... "esto es lo que hay" y por ahí nos metimos.


Para probar la fuerza de la corriente cruzamos la salida del salto de agua y remamos un poco río arriba por el más apacible costado contrario, entre ramas y troncos. En el track ampliado que grabó César y en sus primeras fotos se puede ver ese esforzado comienzo:






Luego cada cual eligió por cuál de los dos rápidos pasar las corrientes de la primera isla que se veía desde el punto de salida: el capitán se fue por la derecha, el presidente por la izquierda, y el soldado raso... ay, ¿por cuál? ¿a quién de los dos hago caso...? Como es poco discreto decir cuál de mis jefes lo hizo mejor diré que yo me fui contra la ínsula, la conquisté y... ascendí a cabo, si no a teniente (!).


A partir de ahí casi no dimos más paladas que las de coger el rumbo porque la corriente era tan fuerte que nos llevaba sola:


Descubrí así que si no estás atento, el Ebro te lleva por donde quiere porque tiene un montón de corrientes raras de izquierda a derecha o viceversa, completamente ocultas, y que tienen que ver con los reflujos de los laterales o con la imperceptible inclinación del lecho del río hacia uno u otro lado.

No por ello dejamos de contemplar y fotografiar una preciosa zona llena de nidos de cigüeñas:






En viendo tanto pájaro, el capitán bajaba tan feliz:


En el primer recodo fuerte donde la corriente te lleva contra la pared decidimos escapar por los canales de la izquierda en los que según César, en verano se puedes quedar encallado.


Importante es aprender a parar y girar en los recodos de la corriente principal para, por ejemplo, echar un bocado. El "capitán" y el "presidente" (gente muy importante, como se ve) ni se bajaron del kayak:


Un poco más abajo paramos a almorzar y pasado el segundo recodo algo más tranquilo, vino una nueva dificultad: había que elegir entre la derecha o la izquierda de un montón de ramas y a pesar de que el capitán estuvo por meterse contra la pared, al final los tres tiramos por la zona "tranquila"  de la izquierda. Hay que tener cuidado en esos momentos y no esperar a elegir porque el agua te puede llevar contra las ramas:






Pasado ese intenso tramo, César nos llevó a un gran cañaveral de aguas quietas que era un maravilloso remanso de paz. Encima salió el sol y por poco...




...acabamos echándonos la siesta.


Quedaban por delante los últimos y espectaculares tramos de los Saltos de Aradón junto a la vía del tren donde la corriente apenas nos dejaba darnos la vuelta para hacer fotos más tranquilamente:




Para la salida, el Capitán había escogido una amplia playa en el lado navarro bastante antes de llegar a Alcanadre, porque en las proximidades de su presa sólo se veían zarzas y más zarzas en el google Earth.


En la última foto podemos ver al Presidente echando pie a tierra con sus faldas "de época" ji ji ji:


Excursión realizada el sábado 9 de abril del 2016