miércoles, 6 de mayo de 2015

182. HOCES DEL EBRO ENTRE VALDELATEJA Y PESQUERA. (17,5k 200+). BURGOS



Es uno de los recorridos más conocidos y publicados en la red por lo que no me extenderé mucho. Tiene 17,5 kms según todas las guías y algo más de 18 según los tracks. Nosotros hicimos la ida por la parte alta de las hoces, es decir, aguas abajo del Ebro, o lo que es lo mismo, desde Valdelateja a Pesquera pasando por Cortiguera.

(el punteado es porque se me acabó la batería del GPS antes de llegar a Valdelateja)

Y el retorno, aguas arriba, de Pesquera a Valdelateja, por la parte baja de las hoces, junto al río, pasando por la central eléctrica que está en éste.


Suelen indicar más de cuatro horas para hacerlo, pero al ritmo de Rosalía nosotros lo hicimos en 3h 50' y eso que nos entretuvimos bastante viendo las casas de Cortiguera y haciendo fotos.


Este es el track que me dibujó el endomondo.

El comienzo es un poco lioso cuando no conoces el lugar porque Valdelateja no está sobre el Ebro sino junto al río Udrón. Por lo tanto y contra lo que uno se pudiera imaginar, se empieza el recorrido fuera del cañón del Ebro. Son cosas muy sencillas de saber pero como nadie las dice al contar sus aventuras siempre empiezas con el pie cambiado y una de las cosas más importantes de toda excursión es tener claro el inicio. Llegas a Valdelateja en coche y aparcas antes del pueblo. Ningún cartel. Cruzas el puente sobre un río bastante caudaloso que podía ser el Ebro y... te preguntas: ¿pero dónde estamos?¿por dónde se empieza? ¿hacia la izquierda o hacia la derecha de la iglesia? Te toca preguntar... o... si lees esto, recordar cuando llegues a la calle detrás de la iglesia: hacia la derecha. Y es que, según muestra el perfil, es mucho mejor dar la vuelta en el sentido contrario a las agujas del reloj para subir los doscientos metros al comienzo del recorrido y luego ir poco a poco bajándolos.


Lo dicho: hasta que subes los primeros doscientos metros de desnivel todavía no estás en las Hoces del Ebro sino en el valle del Udrón. Eso sí, es una subida muy bonita...:


...en que la vista se te va hacia la derecha pues en la cima de un promontorio característico aparece la ermita de Santa Centola:


En un kilómetro y pico estás en la cumbre y cambias de valle por un bosquecillo de encinas muy bonito:


Cuando sales del bosquecillo hay que estar atentos a un cartelito a la izquierda que indica: Mirador del Ebro a 50 mts. Si lo pasas sin darte cuenta te pierdes la vista más espectacular de todo el recorrido, es decir, la que he puesto como cabecera del post y que vuelvo a poner aquí pero embellecida un poco más si cabe (y claro que cabe):


A partir de ahí se puede ir por una pista que hay al borde de las fincas o por el viejo sendero que va entre arbolado. Lo malo de este último es que hay algún paso en que no está muy limpio, pero vale la pena apartar de vez en cuando algunas zarzas (y así se ayuda a su limpieza) que no andar por pista.

Al llegar a Cortiguera se puede dejar el pueblo a la derecha pero te perderías un espectáculo de viejas casas solariegas de primera magnitud. Lo mejor pues, es subir por un caminillo con tapias y llegar hasta esta espectacular casa con fuente y placita.


Nos contaron en la zona que en Cortiguera se rodó la película del Disputado Voto del Señor Cayo (!). También nos dijeron que había estado completamente abandonado o con sólo una casa habitada por hippies; pero desde que arreglaron la pista que va a Pesquera se han puesto a arreglar las casas..., no todas con muy buen gusto, ay. De entre la casa anterior y el núcleo del pueblo es la siguiente foto en la que uso un árbol para que no se vea el nuevo ventanal de una "rehabilitación" que hace daño a los ojos:


El problema de la nueva pista es que... hay obligatoriamente que salir por ella en dirección a Pesquera. Es un kilómetro y pico bastante feo que tiene la recompensa de que nuevamente (km 7,5) se deja a la derecha y se vuelve a caminar por un hermoso sendero con las peñas de Pesquera al frente.


Cuando se llega cerca del Ebro dan ganas de cruzarlo por un vado de piedras que se ve desde arriba,  porque el bonito sendero acaba, ay, en una carretera asfaltada cuando aún falta casi un kilómetro para Pesquera.


Rosalía se hubiera tirado a cruzar el Ebro pero afortunadamente una bonita valla de somieres marca España se lo impedía.


Y digo afortunadamente porque de cruzar por el Ebro habríamos atajado tanto que nos hubiéramos perdido pasar por Pesquera, pueblo lleno también de casas solariegas y en donde nos tomamos unas estupendas rabas y las correspondientes jarras de cerveza en el Mesón del Cañón, un bar restaurante majísimo de los que estaría en el BRA (...si no fuera yo menos perezoso y reactivara de una vez ese olvidado blog).


Con la alegría de las cervezas y la energía de los calamares reiniciamos el camino por las marcas que hay justo a la derecha de la iglesia de Pesquera. Y una vez que cruzamos estos amplios campos nos adentramos en otra de las partes más espectaculares del recorrido: un agreste sendero que va todo el rato junto al Ebro y por el que hay que felicitar efusivamente a quienes lo cuidan porque sin cortar las hierbas y arbustos de vez en cuando y reponer el suelo en algunos pasos, se volvería completamente impracticable. Chapeau pues por sus cuidadores.



En el 15,5 de mi track nos encontramos con la esperada Central Eléctrica y con una divisoria de rutas después de ella.


De seguir por la misma margen que traíamos y por una pista para coches nos iríamos a Quintanilla de Escalada, así que toca cruzar el Ebro por una pasarela de hormigón que en las viejas fotos estaba sin vallas y daba algo de yuyu pero que ahora está supersegura:


La última parte del sendero se aleja un poco del río y es un poco más árida, y en ciertos tramo, más sucia de vegetación, pero siempre te queda el consuelo de mirar hacia arriba para contemplar las maravillosas formas de las rocas del borde alto de la hoz.



Entre que toda la mañana estuvo amenazando con llover y mejor ir ligero, y que con las rabas de Pesquera ya teníamos más que de sobra para seguir andando, dejamos el almuerzo para cuando hubimos acabado, es decir, para gozar sentados en Valdelateja a la orilla del río Udrón mirando esa aguja de piedra que es como el hito que marca la separación entre ambos valles. Por cierto, que es una pena que desde el sendero que llega a Valdelateja no se pueda ver el punto de confluencia de ambos ríos.


Maravilloso paseo y muy recomendable. Nos cruzamos con bastante gente, lo que es siempre una alegría.

Realizado el sábado 2 de mayo del 2015.