lunes, 6 de abril de 2009

34. TRAVESIA DE LA SIERRA DE ABODI 1.520 m. (21k 550+) Pirineo Navarro



Otoño de 1978. Hace unos meses que se cumplieron treinta años desde que hiciéramos esta larga y bonita excursión, pero la recuerdo muy bien porque hubo en ella muchas cosas novedosas e interesantes.

Nos acabábamos de casar, yo era nuevo en Bilbao y me apetecía conocer montañas, así que busqué un club de los que organizan salidas colectivas y nos hicimos socios. El elegido fue el Club Juventus que tenía su sede en la Plaza Nueva. La primera excursión programada era a la Sierra de Abodi, y allí que nos apuntamos. No debía de tener ni idea de por dónde caía aquello.

El autobús tuvo que salir muy pronto de Bilbao para llegar hasta Ochagavía y que pudiéramos empezar a andar a primera hora de la mañana. Iba lleno o casi lleno, y en el trayecto empezamos a oír conversaciones y a entrar en contacto con los colegas montañeros. La primera impresión fue que en el club “juventus” la juventud no era uno de sus principales activos: abundaban los “chicos viejos”, especie muy frecuente en los clubs de montaña. Unas “chicas viejas” que venían detrás de nuestro asiento comentaban que a pesar del madrugón ellas preferían este tipo de salidas de un solo día: “cuando vas de sábado acabas en alguna discoteca y terminas agotada: una excursión así “no compensa”, -solemos recordar entre risas que se decían una a la otra.

Bueno, el autobús nos dejó en el puesto fronterizo de la carretera que pasa a Francia por el puerto de Larrañe y, para mi sorpresa, había caído una de las primeras nevadas del año. Creo que nunca antes había hecho una larga excursión por nieve. Esa iba a ser la primera gran novedad para mí.

Ascendimos al lomo de la sierra por un hermoso camino entre hayas y emocionado por la belleza de la marcha hice este par de diapositivas.




Cuando llegamos a la línea cumbrera de la sierra (la cota más alta es de 1520 m) me quedé maravillado del paisaje que se podía contemplar en un día tan diáfano. En primer término se veía la hermosa silueta nevada del Orhi, el primer dos mil del Pirineo empezando desde el oeste, y ambos posamos con él detrás. También soñamos con subirlo algún día y así fue al cabo de los años, pero esa historia la contaré en otra ocasión.




Además del Orhi, la vista hacia el Este era magnífica: allí aparecían ya los primeros grandes picos de los Pirineos: el Anie, la Mesa de los tres Reyes, el Bisaurin y qué se yo cuántas otras montañas de nombres y siluetas desconocidos para nosotros.



Con las paradas para las fotos y la diferencia de ritmos el grandísimo grupo se fue desperdigando pero en la gran loma nevada de la sierra de Abodi estábamos siempre a la vista. A medio día debimos parar a compartir un sencillo almuerzo en el paso de la carretera que va de Ochagavía a Irati, más o menos a la altura de esta foto en la que se ve la carretera que sube de Ochagavía (a la izquierda), y la gente de la excursión (a la derecha) como puntitos microscópicos.



Estábamos ya bastante cansados pero el caso es que no sabíamos que la travesía aún iba a durar otro tanto. El día se fue nublando y las fuerzas mermando y a última hora de la tarde llegamos al fin al pueblecito de Villanueva de Aezkoa donde nos esperaba el autobús para emprender el regreso a Bilbao. Fue tan dura la paliza que ahora éramos nosotros los que decíamos que una excursión así “no compensa, no compensa”.

No sé cuantas horas estuvimos andando sin parar apenas pero gracias a la regla de google earth he podido comprobar que fueron no menos de 21 kms.

Es una gozada volver a revivir esta excursión gracias a la media docena de diapositivas que hice y a las vistas que google earth ofrece tanto en planta como en relieve. Se puede medir con cierta precisión todo el recorrido y se ve perfectamente el sendero, la gran loma y hasta el perfil del Orhy. Aunque sin nieve.


sábado, 28 de marzo de 2009

33. HAUTACAM 1560 m, Lourdes (Francia)



El nombre de Hautacam se ha quedado en la memoria de los aficionados al ciclismo porque en el puerto que sube a esta pequeña estación de esquí comenzó la era Indurain. No recuerdo bien los detalles de aquella gesta, pero seguramente para Pepe Garrido u otros aficionados más documentados, subir a este lugar les tiene que saber a gloria.

En el invierno del 2005 fui allí por primera vez en una tarde brumosa con mi hermana Mercedes y mi cuñado Igartua y nos hicimos algunas fotos: la que abre este post, en la que están los guías que me lo enseñaron y que da idea de ese bonito lomo montañoso; y esta otra en la que salgo yo, sobre las laderas orientales.



Hautacam no es más que una larga loma en dirección norte sur del valle que sube de Lourdes a Gavarnie, nada más pasar Lourdes a mano izquierda (ver localización en mapa). Tiene una pequeña estación de esquí alpino que en aquella ocasión estaba cerrada por falta de nieve, y es que la cota máxima de la estación es tan sólo de 1560 m. Pero lo más notable es la larga pista de esquí nórdico que discurre por toda la loma hasta una pequeña cota que tiene una antena y que creo que es la que posee el nombre de Hautacam. El ambiente del parking y del bar de la estación es muy agradable y tranquilo, muy francés: poca gente, apenas ruido, disfrute sencillo del lugar y de la nieve.

En este invierno del 2009, al día siguiente de esquiar en Gavarnie (ver comentario 31) organizamos un pequeño paseo familiar por esa pista de esquí nórdico que según mi medición tiene tres kilómetros de largo (tres de ida y tres de vuelta, es decir, seis de paseo en total). Cuando la nieve está blanda hay que ir con raquetas, pero gracias a la máquina que pisa la nieve para los esquiadores de fondo, ese día se podía recorrer con botas normales de monte. Como íbamos de paseo y el pequeño Miguel no iba muy bien equipado (¡iba con zapatillas deportivas!), renunciamos a subir a la antena pero nos llegamos más o menos hasta su altura por el camino que la rodea. Este es el itinerario



Y éstas, las bonitas fotos de ese día: hacia el norte, mirando a la cima Hautacam:



hacia el Norte, con los Pirineos de fondo:



y en el camino final en ladera, a la altura de la antena:



Paseo realizado el 18 de enero del 2009 con Jose Igartua, Mercedes, Rosalía, Susana, mi hermano Alberto y su hijo Miguel. Y contándome a mí, siete.

domingo, 22 de marzo de 2009

32 EL LEON DORMIDO, 1244 m (4k 275+) La Población, Navarra



La intensa relación paisajística de las Peñas de Gembres con mi pueblo de Anguciana (v Peñas de Gembres) me ha hecho buscar en cada ciudad donde he vivido una relación parecida, y así, desde que vine a vivir a Logroño, siempre he tenido para mí que “el monte de Logroño” es el León Dormido. Por eso, al poco de estar aquí lo primero que hice fue subir a su cima. Y siempre, cuando enseño esta ciudad a algún amigo visitante, le muestro su elegante silueta desde la embocadura de la calle Sagasta con Portales.

El parecido con un “león dormido” es realmente asombroso. Y si desde la Puerta de Micenas hasta nuestro Congreso de Diputados, los leones han adornado las entradas de lugares señalados, Logroño puede sentirse orgullosa de tener a ese león dormido siempre en su puerta norte.

Para hacerle bien una foto desde Logroño hay que usar teleobjetivo, así que la mayoría de las fotos que se ven del León Dormido (como la que he puesto arriba/obtenida de google earth) están tomadas en la primera curva a la salida norte del pueblo de Yécora. La cabeza del monte pierde ahí un poco del parecido con un león, pero en esta otra con nieve y el sol de la mañana, bajada también de google earth el parecido es mayor:



De todos modos la gracia de este monte es que cuando se le ve de frente deja de ser un león para convertirse en toda una enhiesta peña. La vista desde Laguardia es preciosa, pero una vez más se necesita un teleobjetivo para plasmarla bien en foto. Esta que pongo aquí está hecha desde más cerca y también la importo desde mi amigo google earth.



Pero bueno, vamos con el paseo/subida, porque de eso se trata aquí. El camino/sendero es tan evidente en la foto aérea que no necesita de mayor explicación.



Se deja el coche en la explanada cementada delante de la iglesia del pequeño pueblecito llamado "La Población", se toma el camino por detrás de ella (no el del recorrido de la vuelta por debajo de 6 kms que allí se indica, que también podríamos hacer otro día), y para arriba zigzagueando sin posibilidad de pérdida. Son 277 m de desnivel en un recorrido de 1,8 km que a paso tranquilo y con muchas paradas (para ver a los escaladores que juegan a subirse por el lomo, para ver el amplísimo paisaje sobre la rioja media, o para hacer fotos) no dan ni para una hora. Es, por lo tanto, poco más que un paseo, pero eso sí, un verdadero paseo montañero, porque el ambiente del sendero es de verdadera montaña. Especialmente cuando se llega al cuello del león y se avistan algunas de las cortadas a pico que ofrece por su cara norte.

En el libro de los hermanos Ollero (Rutas y Paseos por Sierras de Toloño, Codés y Rioja alavesa. Ed Sua) se da un itinerario para subirlo precisamente por la cara norte, sendero que se encuentra con el sur justo en el último zigzag previo a la cima, pero yo creo que ese sendero sombrío hay que elegirlo sólo en caso de subir en un día caluroso de verano.

Guardo fotos de una ascensión realizada con Rosalía el 13 de febrero de 1990, en día de niebla y frío: la de un bonito árbol del primer tramo, la del buzón de la cumbre, el almuerzo en un hoyito debajo de la cima, y el camino de descenso con el pueblo debajo:







Y pongo aquí otro par de fotos de la subida realizada en un día mucho más soleado aunque con aire fresquito, ayer 21 de marzo del 2009 con nuestra hija Teresa: la foto del momento de la salida, y la de la llegada a la cima:






lunes, 9 de febrero de 2009

31. GAVARNIE. Estación de esquí. Pirineos, Francia.





Este comentario no lo abro con la tradicional foto de las pistas de la estación porque, para nosotros, ir a esquiar a Gavarnie no es tanto el acceder a unas palas de nieve por las que deslizarse cuanto asomarse a los miradores de esa formidable línea de montañas y agujeros que componen el Marboré, con el espléndido circo de Gavarnie helado justo debajo, (foto 1), y la Brecha de Rolando con el Taillon a su derecha (foto 2). Tan sólo seis meses separan esta visita de la ascensión a esta gran tres mil (ver post del Taillón), así que ver ahora nevado y congelado el itinerario que hicimos el pasado verano tenía para nosotros cierta emoción.

Pero vamos ya con la estación y con la búsqueda de esos dos únicos puntos de la misma desde donde contemplamos las cimas arriba fotografiadas. El plano de pistas ya da cuenta de los tres miradores, aunque el del telesilla del medio (Belvedere) lo encontramos cerrado.



Antes de subir el Pic des Tentes, decir primero que Garvanie es una estación de tipo familiar, o sea de muy poca gente, y que en esto del esquí se agradece mucho llegar a un sitio sin colas y sin agobios. Limpiar la carretera en algunos días de invierno tiene que ser duro para los quitanieves, así que no es de extrañar que las dos veces que he estado en ella hemos encontrado el parking como un patín de hielo. La estación está organizada en el último tramo de lo que es la carretera de subida al puerto de Bujaruelo, y por ello posee un buen número de pistas verdes que seguramente discurren por la misma carretera. A mi hermana Mercedes le gusta mucho esta estación por la cantidad de pistas verdes que tiene, pero yo no me canso de decirle que el diseño de los esquís no está hecho para ir de frente, sino de costado, y que las pistas más peligrosas para darte un golpe y lesionarte, son precisamente las verdes porque en ellas no hay más remedio que ir de frente y a la que te despistes un poco mirando el paisaje los esquís se te cruzan y vas al suelo.

Con el Telesilla del Belvedere cerrado la única opción para ir a Pic des Tentes es coger el telesilla intermedio de Labas Blanc, bajar un poco y coger por fin el telesilla del Pico que casi nos pone a 2.400 metros. Mientras subes en él puedes ver a los buenos esquiadores bajando por la pista negra de “aigles” que es ancha y no muy complicada pero que si te caes, claro está, se ríe de tí todo el que sube en las sillaa. Si desciendes por la pista verde de las marmotas haces un recorrido suave de fondo de valle y te pierdes las grandes vistas, así que la opción buena es bajar un poco por la pista roja de “laquets” y pararte a contemplar la brecha. Eso es lo que estamos haciendo en esta foto mi hermano Alberto con su hijo Miguel, Rosalía y nuestro sobrino Iñaki.



En ese mirador hay hasta una mesa para almorzar si hace bueno, pero aunque haga sol (como el día 17 de enero en el que recientemente estuvimos) el viento helado que viene de Bujaruelo no te deja pararte más de un minuto.

A poco que se estudien los recorridos de la estación se entiende que para un esquiador medio el repertorio de pistas a recorrer se acaba bastante pronto. Como la zona del Pic de Tentes estaba completamente en sombra, nos salimos un ratito a esquiar al sol en la zona del telearraste de St André pero aún eligiendo los itinerarios que dice rojos, las pistas son bastante suaves.

Se agradecen por tanto las posibilidades que da el telearrastre de Mourgat justo debajo del edificio de servicios de la estación. En primer lugar porque ofrece la magnífica vista sobre el Marboré y el Circo helado de Gavarnie que he puesto arriba del todo; en segundo lugar porque la pista roja Canau es una gozada; y en tercer lugar, porque si se quiere hacer un esquí un poco más deportivo, las dos pistas negras que corren a ambos lados del remonte son muy amplias y se disfruta mucho en ellas. Más que nada porque es un reto el pasar de las bañeras a las nieves profundas y es inevitable irte al suelo si crees que puedes esquiar por estos terrenos como por las pistas. Hay que ir con cuidado y sintiendo mucho los cambios de nieve, las bañeras y el tacto de la nieve profunda, y eso requiere un nivel que por mi parte no acierto a alcanzar.

Con mi cuñado Jose Igartua esperándonos con mesa cogida, vino de casa y el almuerzo preparado, esquiar adquiere una dimensión más completa y alegre.



De los excursionistas y esquiadores de ese día me falta por mencionar a mi cuñada Susana, a quien después del almuerzo intenté darle una apresurada clase para poder llevarla al mirador del Pic de Tents, pero como no soy un profesor de esquí muy convincente que digamos, de momento se tendrá que conformar con las fotos que aquí he puesto.

domingo, 1 de febrero de 2009

30 SAINT LARY SOULAN, Estación de esquí, Pirineos, Francia



La primera vez que pasamos por Saint Lary fue en el verano del 2007 y aunque no nos paramos, nos quedamos con la imagen de un pueblo de montaña lleno de vida turística que nos recordó a algunos pueblos alpinos como Megeve o La Clusaz en los que habíamos estado en el verano de 1999. Como Saint Lary nos pillaba mucho mas a mano que aquellas lejanas estaciones alpinas, en el pasado puente de la Inmaculada (6-8 dic del 2008) nos propusimos conocerlo en su salsa, es decir, con nieve.

A pesar de que la vida de estos pueblos viene de la nieve, lo curioso es que el pueblo nos pareció menos animado en invierno que en verano. Y menos mal que había una auténtica invasión de esquiadores españoles que si no, hubiéramos estado en familia.

La estación de esquí propiamente dicha, llamada Saint Lary-Soulan -porque buena parte de sus terrenos deben pertenecer a este otro municipio situado en las faldas del monte-, tiene dos dominios esquiables: el primero y probablemente más antiguo, es el llamado Pla d’Adet 1700, accesible con un teleférico tipo gran cabina desde el mismo pueblo; y el segundo dominio, el que nace en Espiaube 1600, un rincón situado en la propia carretera que sube hasta el Pla. Como en la noche que llegamos los lugareños nos aconsejaron subir en coche hasta este último porque en el teleférico se suelen organizar importantes colas, empezamos la exploración de la estación desde Espiaube.

Desde los parkings de Espiaube arranca un teleférico de cabinas (o huevos) que sin pasar mucho frío (el día que fuimos lo hacía) te deja en un collado o pequeño puerto llamado precisamente Col de Portet 2215. El descenso del itinerario de este teleférico de cabinas es largo y bonito pero obviamente lo dejamos para el final de la tarde y proseguimos nuestra exploración más arriba. Desde el Col de Portet baja hacia el Oeste un suave valle glaciar en U muy bonito que lleva hasta el Lac d’Oule pero que desafortunadamente estaba cortado a la mitad y no por falta de nieve precisamente, sino por ese deshabillé tan francés que hace que todo funcione siempre a medias. Desde ese valle en U que baja al lago parten tres telearrastres que cubren un amplio dominio esquiable. El primero de ellos, Glacier, estaba también cerrado. El segundo, Arroueyes, no sube mucho y ofrece sólo pistas azules, el tercero, Corneblanque, sube hasta 2450 mts, pero es bastante lento y daba lugar a las mayores colas de la estación. Desde lo alto de este telearrastre hice un par de fotos en que se puede ver bastante bien el dominio de estos telearrastres y el fondo del valle en U (donde está el edificio de servicios (también cerrado ese puente...)).





Para salir de esta zona hay que coger el telesilla Tourette 2320 que te deja en un collado algo más alto que el del Portet y que te desorienta un poco porque a unos metros más arriba llega otro telesilla, el Tortes, desde la otra vertiente. El dibujo de las pistas no ayuda mucho y es mejor orientarse por cuenta propia. En principio descendimos hacia el Portet para explorar unas pistas que parecían muy atractivas ese día por cuanto les daba un poco el sol: las del telesilla Soumaye en la zona más oriental de la estación. En esta foto se nos había ido el sol, pero bueno, ya se ve la buena nieve que había:



Bajando Soumaye y cogiendo el telesilla Tortes para regresar a Tourette, descubrimos la estupenda pista negra de Terranere, una de las joyas de la estación por cuanto que aunque tenga tramos con pendientes de negra es muy ancha y con la nieve en perfectas condiciones no da ningún problema.



A partir de ese punto nos pusimos a descubrir el enlace entre las dos zonas, no muy claro a primera vista pero sin pérdida, porque hay que coger obligatoriamente el telesilla Litta y desde ahí hacerse todo el camino o “balcón” hasta el Pla d´Adet que permite disfrutar de hermosas vistas sobre esta estación y sobre el valle de Saint Lary pero que por discurrir por una cara norte es bastante frío. Esta es la foto que hice cuando avistamos la estación y el valle:




El dominio del Pla d’Adet es topográficamente bastante sencillo y de él da buena cuenta esta otra foto:



El telesilla que sube hasta arriba es el Soum de Matte 1, que curiosamente tiene su descenso hacia el Pla por dos pistas negras, Carrots, también muy anchas y sin especial dificultad. Si se quiere ir por azules o volver a la zona de Espiaube, hay que bajar por detrás, por el camino llamado “Corniche”. Al poco de iniciar descenso por esa corniche aparece otro dominio esquiable en lomo de montaña, el del Soum de Matte 2, cuya nieve tampoco catamos porque... también estaba cerrado.

Bueno, no es para quejarse de la estación, pero tampoco para echar cohetes. Saint Lary es algo más que una estación familiar pero no es un superdominio bien cuidado tipo Pas de la Cas, La Mongie-Bareges, Formigal o Baqueira. Pongamos que a mitad de camino entre lo uno y lo otro. En esta estación resulta curioso que desde la zona esquiable te llamen más la atención las vistas hacia el valle que hacia las cimas de alrededor, pues no hay grandes picos de referencia. Así pues y por acabar, podríamos decir que lo mejor de ella es el pueblo de Saint Lary aunque como digo, en la temporada de esquí no parecía tener la gracia y el color del verano.