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Va de "peñas". Tras subir a la Bajenza me acordé de mi sempiterna deuda con la del "Zapatero" de Nieva, y busqué el modo de hacer un paseo para verla. Cuando nos vinimos a vivir a Logroño y nos hicimos socios del club de montaña Sherpa, solía oir que era "la escuela oficial de escalada" de la Rioja, donde un tal García Tre (un tipo con barba de franciscano y cara de enfado, del que mis amigos se acordaban entre risas cuando nos levantábamos tarde para ir al monte...) decían que enseñaba a escalar. Nosotros habíamos empezado a aficionarnos a la roca en Acharte, justo en el último año en que vivimos en Bilbao, pero como al llegar a Logroño "nos pusimos a los embarazos", la cuerda de escalar se quedó en el trastero y nunca nos dio por ir a la peña del Zapatero ni conocer a García Tre.
A la hora de ponerme a buscar la ruta que me llevara hasta ella, volví a consultar el librito guía "Las mejores excursiones por Tierra de Cameros" de Rufo Ganuza y Alicia Saenz de Azuelo, pero lo que ellos proponían era hacer la ruta de 7 kms. desde Torrecilla a Nieva y a mí no me apetecía esperar tanto. Mi itinerario alternativo era dejar el coche justo en la pista que lleva a la peña y luego subir por la senda de Torrecilla hasta el collado de la Cocucha dando la vuelta a la peña para bajar por el mismo sendero, con lo que estaríamos mucho más tiempo contemplando el objeto central de nuestro paseo. Dicho y hecho. Esta es la línea que nos trazó el GPS en la subida (al que tenéis que perdonarle que por arrancar entre peñas se marease un poco en la salida)
Justo donde se deja el coche, la vista se nos va hacia la impresionante atalaya del Castillo de Nieva (a la izquierda de la imagen), pero como no es tiempo para mayor contemplación, echamos a andar pista adelante.
Nada más llegar a la base de las primeras rocas me agarré el primer mosqueo con el librito de Ganuza (ya dije el otro día que sus croquis eran excesivamente esquemáticos), pues situaba allí la peña del Zapatero y allí no estaba. El peñasco está unos trescientos más adelante y como se puede ver en la foto de presentación de esta entrada, lo esbelto de su figura rápidamente nos sacó de dudas.
Volvimos a tenerlas en cuanto al punto o puntos desde donde arrancan las vías de escalada, pero en cuanto dejamos la pista, tomamos el sendero y dimos la vuelta a la peña, todo quedó claro:
Rosalía se fue corriendo hacia la roca y casi tuve que sujetarla para que no subiera, proeza que prefiero que haga nuestro buen Josema. Lo nuestro era contemplar la piedra una vez más, juntar las dos bellezas en una foto con el pueblo de Nieva al fondo, y seguir por el sendero arriba:
Como se puede ver en la siguiente foto y en una panorámica que pondré luego, el sendero es una preciosidad, y en otoño no digamos:
Sube suave, a media ladera, y va ofreciendo unas vistas espléndidas sobre el valle del Iregua con apariciones sucesivas de lejanas cimas: primero el Cabezo del Santo por detrás, luego el Cordal de Cebollera en la cabecera del valle, y a nuestra derecha, la línea divisoria con el Camero Viejo. Y ya mirando para adelante, el propio Collado de la Cocucha encajonado entre un par de inaccesibles lomos boscosos:
Vaya..., pues no, ja ja ja, como suele suceder en estas ocasiones, el collado nunca está en la primera línea de horizonte que se vislumbra subiendo, sino en alguna situada un poco más allá:
Quinientos metros más y llegamos hasta el punto donde la panorámica nos muestra la hondonada de Torrecilla de Cameros abajo, y Nestares al fondo:
Y echándonos un poco a la izquierda contemplamos la mole del "Castillo de Viguera", y justo a la derecha y detrás de él, la puntita de la Peña Bajenza donde estuvimos hace quince días.
El GPS nos marcaba 4 kms desde donde habíamos dejado el coche, y 250 mts de desnivel (875 m en la carretera, 1025 en el collado). Con paradas, fotos y contemplaciones varias, el reloj nos decía que habíamos tardado 1h 15 minutos, lo que da idea de lo estupendo del paseo. Y ya no digamos en el regreso por el mismo sendero pues sin la fatiga de la subida se pueden contemplar mucho más tranquilamente todas las panorámicas habidas y por haber.
Como la fotos de lejos no dicen gran cosa, he seleccionado esta vista del castillo de Nieva. Agrandadla un poco y fijaros en la maravilla de cementerio que hay bajo la peña. Parece el sueño para el reposo eterno de un montañero:
Como al llegar a la pista era la hora del vermut, en vez de volver al coche nos subimos a Nieva a echar una cervecita y... ay ay ay, el estupendo paseo se quiebra aquí y... ¡continuará en un "Cascote"! porque unas cuantas construcciones cochambrosas y el caos de coches entre las casas casi nos arruinan la mañana. Por lo menos hice esta estupenda foto que muestra juntos el sendero por el que habíamos paseado al fondo y la Peña del Zapatero abajo:
Tras la cerveza y los cacahuetes en el Bar de la Chata nos fuimos a ver el cementerio (habrá foto suya también en Cascotes por la fealdad del bloque de nichos que han metido junto a la tapia) y desde allí hice una foto a nuestro coche, aparcado en el cruce de la pista y la carretera.
Del sendero por el que bajamos hacia el coche tampoco puedo decir nada bueno. Hormigonado hasta la ermita de San Antón, a partir de ahí estaba sucio y casi abandonado. Hay un punto en que se bifurca y casi te pierdes. La mayor limpieza de hierbas del ramal que baja a la carretera y la proximidad a ésta nos disuadió de seguir por el que iba recto hacia el coche. Digamos cuando menos que es corto (800 metros) y que ojalá no desaparezca.
Excursión/paseo realizado el domingo 13 de noviembre del 2011.
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