Entre las propuestas de randonnées que ofrecía el mapa turístico de la plaza de Arette había una, las Cretes de Auriste, que salía justo desde La Mouline (que es donde nosotros estábamos instalados) así que mejor plan imposible para disfrutar al menos de un día de vacaciones sin tener que coger el coche.
De todos modos, antes de ir a La Mouline (450 m) ya había visto ese gran lomo en google earth y había pensado subir por él hasta donde nos pareciera mejor: por ejemplo hasta las campas del punto 1 (cota 900 m); hasta la cima 2 (Soum de Beratu, 1.150 m), que podía tener buenas vistas sobre la explanada de Arette; o hasta la cima 3 (Soum de Iré, 1.305 m), que es la más alta de la zona. Sin saber muy bien el objetivo pero teniendo muy claro el punto de salida y el camino, el 3 de enero de este 2017 echamos a andar desde el puentecito peatonal que cruza el río Le Vert de Arette en La Mouline:
Al principio pensé que iba a ser un camino algo aburrido...
... pero enseguida fueron saliendo al pasovarios alicientes para compensar el esfuerzo y la monotonía del buen piso. Por ejemplo, las primeras perspectivas aéreas sobre las casas de La Mouline:
Para evitar una de las grandes eSes del camino optamos en una ocasión por coger un sendero de atajo, pero como no estaba demasiado limpio no volvimos a repetir:
Superadas las primeras eSes se ve ya la última gran S que nos va a colocar en la campa que marcaba como punto 1:
Y aunque pudiera parecer aburrida, ya veréis que no. A la derecha, o sea, hacia el Sur teníamos la grandiosa vista del valle que sube a Larra:
Hacia la izquierda apareció en lontananza un curioso pico en el que luego supe que hay una escuela de escalada. Argibelle se llama:
Hacia atrás seguíamos alejándonos de la Mouline y nos llamó mucho la atención una curiosa campa que parecía diseñada para pista de aterrizaje de parapentes (jjjj):
En hora y cuarto de ascensión llegamos a la campa del punto 1, donde a mano izquierda apareció un coqueto refugio que dejamos para visitar a la vuelta:
En la siguiente foto, tomada hacia atrás y un poco más arriba se ve el refugio y otra de las atracciones paisajísticas del paseo: el bonito calcáreo Pic de Sudou del que no llegamos a descubrir la vía de acceso:
Yo pensaba que a partir de ese punto todo iba a ser un fácil crestear sin tener que subir mucho, pero el camino sigue subiendo y subiendo, y hasta en algunos tramos se vuelve bastante aéreo por la fuerte pendiente hacia el barranco:
Unos preciosos muérdagos o acebos (no entiendo mucho yo de botánica) pusieron un poco de decoración navideña a nuestra tercera salida de año nuevo:
Cuando llegamos a avistar las dos Soums que tenía en proyecto (la de Beratú y la de Iré) apareció en medio un castillito de piedras de lo más singular para una "crete"...
...y me lancé a atacarlo de frente:
Eran unos enormes bloques de piedra conglomerada con aspecto de ruinas geológicas con grandes agujeros entre medio, que nos obligaron a dejar los palos y luchar cuerpo a cuerpo:
Una vez conquistado, y viendo que las cimas 2 o 3 no tenían mayor atractivo (e incluso tenían algo de bosque que podía impedir la visibilidad), decidimos que era el momento de la selfie:
....y del almuerzo, ...que ya llevábamos las preceptivas dos horitas de excursión:
A poco observador que seáis o daréis cuenta de que si hubiéramos atacado este castillito por la parte de atrás nos hubiéramos ahorrado el valiente cuerpo a cuerpo (jjjjjj).
Estando almorzando tuvimos a nuestros pies otro fabuloso espectáculo: el del paso de miles y miles de palomas por el collado que nos separaba del Beratú:
Qué maravilla:
Lo que me pude acordar de los aburridos (y vagos) cazadores que habíamos visto a comienzos de otoño en el Atxabal esperando a las palomas...
También pensé lo estúpido y siniestro que tiene que ser disparar a esa enorme bandada esperando que tus perdigones pillen a alguna desgraciada
Como decía, en el descenso nos acercamos al refugio que habíamos visto en la cota 900:
Había un par de simpáticos forestales acondicionando los exteriores (perdón por la foto que me salió borrosa):
Nos asomamos a la puerta, vimos que estaba echo un primor, y felicitamos efusivamente a los forestales...:
... no sin antes hacer otra foto al cartelito que tiene colocado a la entrada:
Estaban tan encantados con su trabajo que nos invitaron a pasar la noche allí. Pero... como aún no habían puesto la ducha caliente (jjj), nosotros seguimos camino hasta nuestra casita en La Mouline e hice a mis colegas la foto final de la excursión junto al Verte de Arette:
Y aún otra más al frontón y albergue de La Mouline. (Pena que el albergue no tenga un pequeño bar público para tomarse una cervecita):
Aquí el track grabado por Suunto (que nunca se ciñe mucho al camino):
Y mucho mejor que el track, la peliculilla que grabó, aunque no se vean las primeras eses del camino: