martes, 11 de octubre de 2016

226. CUEVA DEL FARO DEL CABALLO. SANTOÑA



Domingo 9 de octubre del 2016. Tercera excursión por mar y primera con mi kayak Venture de tres metros y medio con el estupendo y variopinto grupo de Enrique Alsina con gente de Vitoria, Arnedo, Pamplona, Donosti, Zaragoza, Santoña, Lumbier y Logroño (no sé si me dejo alguno). Salida desde el Albergue Municipal de Santoña hasta la Cueva del Faro del Caballo, 5k ida y 5 k vuelta. Con los nervios se me olvidó poner el track del Suunto en la salida del albergue y lo puse sólo para grabar la vuelta en la salida de la cueva.


Estupendas las instalaciones del Albergue Municipal con su parking y pequeña playita para embarcar. En caso de marea baja tienen un embarcadero al final del murete de la derecha:


Todos llevaban kayaks de cinco metros menos yo. Pero bueno, con brazear un poco más, todo solucionado. Poco después de las nueve, con cielo nublado y algo de viento empezamos a palear por la bahía dejando atrás el hangar del club de remo y el albergue municipal. Al fondo, el último puente sobre la marisma antes de llegar a Santoña.


Pasando por delante del puerto, foto del navarro de Lumbier con Lourdes, madrileña afincada en Santoña, que según me dijo Bernardo eran como de una división superior. Y la verdad es que paleaban bien rápido los dos.


Como la superficie de la bahía estaba algo rizada y yo no me podía entretener mucho haciendo esperar al grupo, apenas hice más fotos hasta la llegada a la cueva. Puedo contar, eso sí, que para mí fue muy emocionante pasar entre mi viejo colegio (el famoso Patronato) y el puntal de Laredo. También que al pasar por la playa de San Martín el mar estaba como una piscina y el fondo se veía clarísimo. Al doblar el fuerte de San Carlos la superficie del mar se empezó a ondular pero no me pude resistir a parar un momento para hacer una foto al peñón del Fraile:


Al doblar este pico las ondulaciones del mar se hicieron bastante más grandes y ya no era aconsejable dejar el remo para sacar el móvil. Tomo prestada una foto de internet para mostrar la belleza del faro del Caballo con la gran cueva a la izquierda y el arco natural debajo:


En la entrada de la cueva hubo una ola que le dio un buen susto a Enrique. Como te quedas embobado mirando el impresionante agujero que allí se abre en la roca, se te olvida que a las olas hay que encararlas de frente y que no hay que despistarse ni un segundo. En el interior de la cueva el agua estaba más calmada pero la luz no me dio para mayores nitideces:


Una pena, porque el lugar es una auténtica maravilla de la naturaleza.


En el regreso hacia la peña del Fraile fue divertido sentir el empujoncillo de las olas que venían por detrás y jugar a cabalgarlas todo que podías con dos o tres paladas fuertes.  Doblada la peña volvió la calma y yo quise llevarme de recuerdo el paso por el fuerte de San Carlos:


Un poco más adelante, otra foto al fuerte de San Martín y a la playita del mismo nombre, con la mar más rizada que a la ida.


Pasado San Martín, ¡mi viejo colegio, el Patronato Militar Virgen del Puerto! al que llegué un 5 octubre de hace nada menos que... ¡53 años!


Al paso por el eje de la puerta principal le rendí tributo:


Los colegas se me iban por delante, con el Monte Hano al fondo de la bahía:


Tuve que emplearme a fondo para acortar distancias (o más bien..., será que me esperaron, ja ja):


Y ya fuera del agua, almuerzo de confraternización con viandas de todo tipo y un estupendo lomo con pimientos preparado por los arnedanos Sara y Bernardo (que fue el que hizo la foto para que también saliera yo en alguna).


Como dicen que el fotógrafo oficial es Pachi de Vitoria (detrás de Enrique en la foto) lo mismo otro día me llegan mejores imágenes y las añado aquí.

En cualquier caso, excepcional bautizo de mi kayak en el Cantábrico y muchas ganas de volver otro día para palear con más calma por toda la bahía, y ría arriba por detrás del puntal de Laredo.