Es imposible no sentirse fascinado por esta montaña cuando la ves desde las proximidades de Elorrio porque se asemeja a una enorme águila petrificada. La foto de arriba la he tomado de algún amigo montañero de internet porque las que hice cuando lo vi por primera vez hace muchos años eran en blanco y negro y no las tengo ahora a mano (gracias pues a su autor por compartirla). Echo mano también de la vista frontal en relieve de google earth y aunque algo desdibujada, aún se aprecia su forma de ave imperial, aunque lo que queda claro es la diferencia de altura entre sus dos alas y que la más alta es la de la izquierda:
Si volamos un poco más hacia la izquierda apreciamos aún mejor el carácter solitario de esta montaña/ave de presa que separa la comarca vizcaína de Durango (a la derecha) de la guipuzcoana de Mondragón (a la izquierda), con la pirámide del Amboto detrás y el Gorbea allí al fondo en la lejanía.
La mano del hombre depredador también se ve en esa enorme cantera que está justo en el alto de Campázar donde dejamos el coche para iniciar la ascensión por el espeso encinar que tiene a su izquierda.
No tiene pérdida: pasamos por delante de la espantosa herida de la cantera:
y justo al acabar el asfalto hay una señal que indica Udalaitz:
El domingo 5 de junio del 2016 a las 10 de la mañana la niebla llegaba hasta la mitad del monte y había dejado muy húmedo el pendiente sendero del encinar por lo que había que andar con cuidado de no darse un inoportuno resbalón nada más comenzar. En cualquier caso, es de suponer que en zona tan húmeda o lluviosa, el noventa por ciento de los días del año estará más o menos igual.
Cuando se llega a un pequeño claro, el sendero gira a la derecha y aún sigue un rato por el mismo encinar (otro cronista que habíamos leído había escrito que era un pinar (!)) pero algo más abierto:
Y al poco, sale a terreno despejado pero en ladera y en dura pendiente. Téngase en cuenta que los casi 700 mts de ascensión se hacen en tan sólo 2 kms de plano por lo que si las cuentas no me fallan, la pendiente media es de un 35% (!)
La niebla no se iba y yo le pedía a mi socia que fuera más tranquila para disfrutar más del monte y por ver si dándole un poco de tiempo nos daba la alegría de esfumarse. Después de otro buen rato de subida en el que vemos a nuestra derecha las vallas del límite de la cantera, aparecen entre la niebla las primeras rocas y... desaparece el sendero.
En tiempos hubo unas marcas rojas prácticamente borradas y según muchos de los que suben por este itinerario es fácil perderse. Nosotros llevábamos el wikiloc de luis.itxina, que parecía muy fiable y aún así, al llegar a aquellas rocas nos perdimos un poco y nos fuimos a la derecha de su itinerario. Rectificamos pronto subiendo duro a la izquierda sin mayor problema.
Aunque con mucha pendiente y terreno ya más rocoso donde, mira tú, volvimos a encontrar alguna de esas marcas rojas (que no estaría de más repintar un poco).
Pero más que mirar a las marcas, la vista se nos iba hacia arriba donde el azul del cielo empezaba a aparecer por encima de la niebla y nos permitía ver ya la crestería de la cima
y la propia cima misma, allí a la derecha:
Siendo montaña tan bonita y estando en Vascongadas nos extrañó no haber visto a nadie hasta ese momento, y es que se ve que la gente prefiere subir desde Udala.
Llegados a la cresta ya solo queda la parte más espectacular del recorrido que a pesar de su fiero aspecto no tiene nada de dificultad. Acaso poner un poco la mano en la roca para ayudarse en algún momento.
En cuanto nos asomamos a la cresta vimos ya la cruz y el tradicional overbooking de las montañas vascas:
Un colega del barrio de Galarza (junto a Udala) nos dio palique y nos hizo la foto en la cruz a la que llegamos en 1 hora 50' desde Campázar:
El Amboto emergía de las nubes como una pequeña pirámide:
Y a nuestros pies íbamos viendo cómo poco a poco se iba despejando el resto de la cresta del águila que va hasta Besaide y se acababa por ver Elorrio allí abajo a la derecha:
Para almorzar buscamos un rinconcito tranquilo con el sol de espalda (para secarnos la sudada), y el Aitz Gorri al fondo.
Desde allí veíamos el coche 700 metros más abajo como si estuviéramos en un avión:
Mientras almorzamos se fueron yendo todas las nubes y antes de empezar a bajar ya me hizo mi socia una foto con todo el Amboto a la vista.
En vez de bajar por donde habíamos subido nos acercamos a ver las ruinas del monasterio que hubo en la falda sur y aquel mirador con una fina cruz:
En la siguiente foto vemos a Rosalía entre los machones del viejo eremitorio de La Ascensión, y mucho más abajo, los novísimos pilares del AVE que viene de Vitoria, y que justo en unos túneles debajo de Udalaitz se bifurca hacia San Sebastián y Bilbao:
Una foto más de Rosalía recorriendo la bucólica cima camino de la cruz:
Y otra desde el mirador de la cruz a la roca cimera del Udalaitz antes de empezar a bajar.
Cosa que hacemos por el bonito corredor del camino a Udala.
Tan bonito y cómodo que... otra vez nos pasamos del punto en que el track de luis.itxina ponía que debíamos de abandonarlo para volver a la ladera norte por nuestra izquierda. Y es que... tampoco es que hubiera ninguna marca o bifurcación.
Una vez puestos en la cara norte y encontrado el sendero por entre las rocas, nos impresionó la fuerte pendiente que tenía:
En un despiste di una mala pisada y la rodilla izquierda me dio tal susto que bajé el resto del sendero con más miedo que a un nublado.
De vez en cuando miraba hacia arriba porque tenía la sensación de estar en una pared de hierba:
Paré a hacer un par de fotos en el punto donde se junta este sendero con el otro, bastante cerca ya del encinar y en el tramo donde se ve la valla de la cantera. Hay un par de cahíres pero en la subida ni nos dimos cuenta de ellos porque el sendero por el que ahora bajamos sale del anterior como hacia atrás.
Exactamente así:
Ya sólo quedaba internarse en el encinar y esperar que el sol hubiese secado un poco el tramo de abajo, como así fue.
Y cuando el sol aprieta, qué bien se baja por la sombra
Ahora sí, al llegar al coche contemplamos admirados la preciosa torre que es el Udalaitz desde Campázar, y para que quedara aún más bonita me tumbé en el suelo y puse a mi colega al lado:
Para acabar, la peliculilla del Suunto con nuestro recorrido. Ya digo, el mismo que el del wikilok de luis.itxina pero con algún despiste nuestro y/o con las imprecisiones de los satélites que en materia de senderos a veces son demasiado grandes -véase si no la parte baja donde uno y otro recorrido tendrían que ser exactamente iguales: