lunes, 9 de marzo de 2015

178. EL BUEY, 2.029 m y PEÑA NEGRA, 2023 m. (7k 400+). Puerto de Santa Inés.


Peña Negra desde la carretera que sube desde Montenegro al Puerto de Santa Inés

Teníamos un poco abandonada nuestra sierra Cebollera y ha sido gracias a "Macius" del rocódromo Raw Indoor, que se nos ocurriera subir hasta Santa Inés a pasear otro poco con raquetas. Nos llevaba diciendo de ir un día juntos pero con los temporales de nieve de las semanas pasadas no encontrábamos la fecha. Y justo el 7 de marzo de este 2015 en que aprovechando el buen tiempo volvían ellos a la roca de Clavijo, pensé yo que un día tan maravilloso como el que hacía ese sábado no se nos podía escapar. Como muy bien enseña el amigo Jorge García-Dihinx, el monte va íntimamente relacionado con la meteo. Salir al monte no es sólo salir al bosque y las rocas, es empaparse del tiempo metereológico que va a hacer y disfrutar del astro. Y a fe que este día disfrutamos. Como enanos. 


Bueno, la idea inicial era subir al Buey, que es la cota que está en lo alto del bosque que queda a la derecha de esta primera foto en que se ve a Rosalía junto a una pista de esquí que no teníamos ni idea de que existía allí. Por suerte es muy pequeñita y enseguida gozamos del alegre y silencioso caminar por la nieve en el bosque. En principio con las raquetas al hombro, porque aunque la nieve estaba algo dura, la suela de las botas agarraban.


Como en el bosque siempre te puedes perder, debo dar las gracias aquí a quienes han colocado unas cintas de plástico en las ramas de algunos pinos para seguir por la ruta mejor. 


Según ganas altura el bosque clarea y llegando a la venteada cima, la nieve desaparece y enseguida se ve el vértice geodésico del Buey.


Un par de chicas que salieron de nuestra izquierda y llegaron a la vez que nosotros nos hicieron la foto a Rosalía y a mí con el macizo del Urbión detrás.


47 minutillos nada más nos costó subir desde el puerto (1.758 m), y es que son poco más de 2 kms y no llega a 300+ de desnivel. Era pronto, el día espléndido, y hacia la izquierda se veía el lomo que llevaba hasta Peña Negra. No era nuestra intención llegarnos hasta allí y no es afición mía hacer dos cimas un mismo día pero la tentación de perdernos un poco andando por la nieve era insuperable.


Ahí se ve el lomo que lleva hasta Peña Negra. Nosotros seguimos con botas aunque en la parte más baja del recorrido nos hundimos un poco y estuvimos a punto de ponernos las raquetas. Hicimos bien en aguantar con las botas porque el terreno mixto de roca y nieve de la zona de la peña era mejor hacerla con botas. En la siguiente foto, Rosalía llegando al cordal con Montenegro al fondo del valle. 


Zona de rocas llegando a la cima:


Y en lo más alto con unas vistas espectaculares hacia la Demanda (detrás) y todos los montes y sierras habidos y por haber desde el Pirineo hasta los montes vascos, San Millán, Urbión, o la Sierra Cebollera. Entre el Buey y Peña Negra no hay más que kilómetro y medio (yo había calculado dos) y otra media hora de paseo con muy poco desnivel.  


Esta vez estiramos el almuerzo todo el tiempo que pudimos porque se estaba como en el cielo. 

Para el descenso decidimos cambiar de recorrido porque vimos unas huellas de raquetas que bajaban por el bosque directamente hasta una pista que lleva al puerto. Era hora de calzarnos también las raquetas porque la nieve había ablandado bastante. A la izquierda al fondo el Santosonario, y un poco más a la derecha del centro de la foto, el promontorio del Castillo de Vinuesa.


En esta foto se ve bien el cambio de ruta: en vez de volver al Buey que es esa cota del ángulo superior derecha, tiramos por el bosque abajo no sin cierto gusanillo porque la pendiente parecía bastante pronunciada para las raquetas. Esta vez hay que dar las gracias a las huellas de los que habían ido delante. 


Tal y como se ve en el track que pongo al final, hay un momento en que mejor cruzar al lado izquierdo del torrente. Un poco más abajo, aparece al fin el deseado camino blanco, aunque para llegar hasta él hubo que tomar precauciones porque... con raquetas ¡se esquía bastante mal!



Ya solo toca seguir la pista para llegar al puerto mirando de vez en cuando hacia atrás para disfrutar más si cabe de la silueta de Peña Negra, una cima que no teníamos previsto hacer. En el descenso empleamos 55 minutos. Un recorrido sencillo y bellísimo siempre y cuando el día sea tan bueno como el que nos tocó en suerte. 




Pongo el track con el kilometraje aproximado (tardé un poco en ponerlo en marcha, así que haceros a la idea de 7 kms), el perfil (desnivel acumulado, unos 400 metros), y el recorrido sobre el plano en relieve de google earth.