martes, 11 de febrero de 2014

141. RIO BELLOS. LA POZA DE PUYARRUEGO



En el verano del 2007 pasamos unas semanas en Escalona, pequeño pueblo en la carretera al túnel de Bielsa al pie de la Peña Montañesa. Algunas de las excursiones que hicimos por allí han sido ya contadas en este blog, pero es gracias a la nueva vía abierta en el anterior post que hoy traigo aquí uno de los puntos más felices de aquel verano: el de la poza de agua que descubrimos en el río Bellos un poco más arriba del pueblecito de Puyarruego. Y para presentaros el lugar, nada mejor que una foto de Teresa en el agua.


El río Bellos es ¡ni más ni menos! el mismísimo cauce de agua que baja por el cañón del Añisclo (!!!) esa maravilla a la que entramos un par de veces por la estrecha carretera de un sólo sentido en la que apenas se puede parar, y que obliga a dar una larga vuelta por Nerín para regresar (espero que hayan arreglado los terribles baches que tenía aquel verano). Dos imágenes del cañón: una de google de abajo arriba con indicación de la localización de la poza y otra de arriba abajo de Panoramio que pido prestado a su autor y se la agradezco de veras (porque nosotros no subimos tan alto para verlo así).




La poza está un poco más arriba del punto donde el río Bellos se encuentra con el otro río que sale del valle contiguo por el Este, y encontrarla es lo más fácil del mundo pues tiene como referencia una pequeña presa que hace las veces de cascada.


Aunque la poza principal es la que está debajo de la cascada (foto de arriba) el agua discurre por un terreno rocoso lleno de pequeñas pozas más pequeñas y lugares donde plantar la toalla para tomar el sol.


Entre algunas de esas pozas se forman pequeñas cascadas con las que te puedes dar el mejor de los masajes:


Una delicia de lugar desde el que podíamos disfrutar de la magnífica silueta de la Peña Montañesa:


En días de labor no solía haber mucha gente pero un buen día llegó un autobús (!!!), descargó (!!!) y tuvimos que emigrar aguas arriba por encima de la presa a buscar la paz que siempre se pretende de estos lugares. Antes de ello, eso sí, hice una foto del grupo porque movía a la risa. 


En la última semana de nuestra estancia cayó una formidable tormenta nocturna. Los rayos y relámpagos se sucedían con tanta rapidez que a las doce de la noche parecía de día. Y la manta de agua que cayó estuvo a la altura de relámpagos y truenos.


A la mañana siguiente fuimos a ver nuestra poza y nos encontramos el Bellos de esta guisa (!!!). Cómo para bañarse estaba.


Ya que no era día de baño aprovechamos para meternos en el cañón y oír el estruendo de sus crecidas aguas al pasar por sus gargantas. En la foto no se oye el ruido pero a cambio se le ve a Rosalía disfrutando de la experiencia:


Pero como no era de ruidos terribles ni de turisteos en coche de lo que iba el post sino de meterse en las aguas de un río, nada mejor que esta última foto para apreciar lo maravilloso que puede ser un baño en la poza de Puyarruego justo debajo de su pequeña cascada artificial: