viernes, 1 de mayo de 2009

35 MORZINE AVORIAZ LES GETS, esquí en Alpes SS 2009




Hace unos años las estaciones de esquí de los Alpes nos parecían algo remoto y casi inalcanzable, pero gracias a los vuelos baratos y a los ánimos que de vez en cuando da algún ministro de industria patriota diciendo que para combatir la crisis mejor “que esquiemos en España y que no vayamos a los Alpes”, creo que dentro de poco vamos a conocerlas mucho mejor que las más cercanas.

Esquiar en los Alpes es un lujazo y no por el precio, que es poco más o menos como aquí, sino por la cantidad de recorridos que ofrece cada estación y la calidad de la nieve.
Como el aeropuerto con más vuelos baratos es Ginebra y el centro de esquí más cercano y conocido es Morzine, para allí que nos fuimos esta semana santa del 2009. Caía a mitad de abril pero como en este invierno había nevado mucho no había ningún problema de esquí siempre y cuando no se le hagan ascos a la nieve primavera.. Morzine está a tan sólo 1.000 metros de altitud y como veremos en las fotos que aquí traigo ¡pudimos bajar esquiando hasta el mismo pueblo!
Para abrir boca pongo arriba (cortado en dos partes, pues no me cabe de una vez en el scanner) el gran plano-esquema de la zona esquiable de Portes du Soleil que agrupa nada menos que 12 estaciones de esquí, 7 francesas y 5 suizas. Tanto remonte, tanta pista y tanto nombre, abruma un poco al novato, pero como nuestra intención no era comernos toda la nieve sino pasar unos días tranquilos, exploramos tan sólo Avoriaz, Les Crosets y Les Gets.

La curiosidad nos llevó en primer lugar a Avoriaz, pues su emplazamiento a 1.700 mts encima de un tremendo acantilado había despertado mi interés en el reconocimiento previo que hice de la zona con google earth. Cogimos el forfait y el primer telesilla en el aparcamiento de Le Prodains y en cuanto divisamos el núcleo residencial de Avoriaz le hice unas cuantas fotos. Es un poblado caótico de edificios de apartamentos a cual más abigarrado y forrados de madera en el que no hay coches y todo se mueve con esquís, trineos y remontes.




No me hago la idea de meterme en un sitio así y más si está tan atiborrado de ingleses, como parecía ser el caso, pero en fin, hay gustos para todo.

Lo segundo que yo buscaba era la vista de los Dents du Midi, que también había descubierto en una foto publicitaria de la estación. Subimos por tanto a Chavanette y desde su collado pudimos contemplar esas magníficas rocas y hacer esta foto:



Allí mismo está la frontera con Suiza y comienza la estación de Les Crosets, pero el acceso directo tiene su miga porque es a través de una larguísima y pendiente pista negra llena por completo de bañeras que llaman “el muro suizo”. Como aún estábamos algo fríos para meternos en aventuras preferimos acceder por la vecina pista de Cuboré (que no es negra pero que también es toda de bañeras) y el Pointe de Mossette. En la estación de Les Crosets pudimos ver la última extravagancia que han inventado para entretener a los esquiadores más osados: una piscina alargada de poco fondo en la que los esquiadores pueden probar el esquí acuático después de descender por la nieve. Los más probaban el agua, así que, o tenían otra vestimenta a mano o ya me dirás como acababan el día. Me pareció tan peregrino el invento que no hice foto, pero a cambio si hice una panorámica de la estación en la que se puede ver al fondo y a la izquierda el denominado Muro suizo:



La última foto que pongo de ese primer día es la del descenso desde Avoriaz hacia el coche para mostrar su tremendo acantilado y los no menos tremendos bloques de apartamentos que surgen de su cima.



Rara vez esquiamos dos días seguidos, así que en los días intermedios hubo paseos y excursiones montañeras, pero eso lo contaré en otras entradas. El siguiente día de esquí fue para explorar la zona de les Gets que es bastante más baja que Avoriaz pero que tenía tanta o más nieve, y una amplitud, enlaces y perspectivas que no me imaginaba. Una vez que alcanzamos el cumbrero que separa Morzine de Les Gets, que solo tiene1505 m. de altura bajamos a les Gets e hice esta foto:



Luego subimos a La Rosta y nos llevamos la sorpresa que desde allí se divisa todo el macizo del Montblanc. Había neblina y nubes al fondo pero ya se imagina uno la grandeza de la perspectiva con esta foto:



Pasamos el día esquiando en las largas pistas de Le Ranfolly y en el valle de Chamoisserie que corresponde al famoso puerto del tour de “La Joux Plane” (recuerdo a Pepe Garrido que seguro que también lo habrá subido en bici).



Y finalmente bajamos esquiando hasta el mismísimo Morzine (1000 metros) por la única pista que tenían aún habilitada. Todo un lujo:



El tercer día de esquí volvimos a subir a Avoriaz con la intención de llegarnos hasta Chatel pero nos pilló una tormenta de nieve de las que asustan. Sobre todo porque... justo cuando llegamos a sitio seguro ¡se le rompió la bota a Rosalía! Si le llega a pasar en medio del temporal hubiéramos tenido que pedir socorro a las motos y no hubiera sido fácil dar con ellas en medio de la ventisca. No pudimos bajar esquiando hasta el coche y tuvimos que coger el funicular del acantilado pero ahí estamos la mar de contentos y sonrientes (una vez seguros), remozándonos de nieve en plena semana de pascua.