lunes, 9 de junio de 2008

22. CASTILLO DE VINUESA, 2.084 m.(6k 300+) Hoyo de Iregua



La primera excursión que hice al Castillo de Vinuesa en septiembre de 1982 tiene una anécdota tan singular e imborrable que empiezo este comentario dando cuenta de ella: Rosalía anduvo destemplada durante la subida y en vez de almorzar en la cumbre, como suele ser habitual cuando en ella no hace mucho frío, preferimos hacerlo en el descenso cerca del refugio de cazadores. A pesar de que hacía resol y no mucho viento, Rosalía seguía teniendo frío, cosa poco frecuente en ella, y hasta tuve que dejarle mi camisa de lana para que se la pusiera por encima de su jersey. Fue entonces cuando sospechamos que no habíamos subido dos sino tres excursionistas, es decir, que Teresita, aunque muy pequeña pequeñita, también había subido con nosotros al Castillo de Vinuesa…

De aquella excursión tan entrañable (y nunca mejor dicho) hice el croquis que he puesto arriba donde prácticamente lo cuento todo. La vía de subida (más directa), la de bajada (por los puestos de caza y la pista), el tiempo de ascensión (¡sólo 1h 10 min!) y hasta las vistas. Sólo me queda para dar buena cuenta de esta excursión poner un pequeño pié a cada foto para situarlas más o menos en el planito.



Rosalía sobre el Hoyo de Iregua en la subida más directa.

En la línea de cumbre con el Pico Urbión al fondo.

Ascendiendo el último tramo por las rocas del “castillo”.


Posando con la cumbre del Castillo detrás.



En el difícil terreno de la cima. Abajo, los puestos de cazadores, y en lontananza, el San Lorenzo. De calzado: zapatillas deportivas de las de entonces.

Yo en la cima con una vista general hacia el Este. Detrás, la cumbre del Santosonario (ver entrada anterior), y cerrando el panorama, Cebollera y la mesa de Cebollera.


Y aquí en el célebre e inolvidable almuerzo con la tradicional botella de vino, la pirámide del Castillo de Vinuesa y Rosalía… con mi camisa puesta por encima…