jueves, 30 de noviembre de 2017

250. EXPLORANDO LAS AGUAS DEL RÍO MIÑO


Playa artificial de A Cova en el embalse de Peares

Después de haber conocido el Sil y de haber hecho un poco de kayak e incluso de habernos bañado en sus aguas, queríamos hacer algo parecido con el Miño, y como veníamos de Castro Caldelas, o sea, de la ribera izquierda del Sil, lo primero que hicimos fue acercarnos al encuentro entre ambos ríos en el pueblo de Los Peares (en gallego Os Peares).


Como puede verse en la foto aérea de google, el Sil está embalsado hasta poco antes de su desembocadura, y el Miño también. Eso prometía una confluencia más o menos natural e idílica, pero el lugar está lleno de puentes: uno para el tren sobre el Miño, otro para la carretera sobre el Sil, otro para la autovía sobre el Sil y otro más, recién estrenado (que no figura en la foto aérea), sobre el Miño para poder cruzar a Los Peares. Como vimos que no había nada acondicionado para bajar al agua, sacamos las bicis y nos dimos unas vueltas Sil arriba, puente abajo, tren a un lado, etc. etc


Cruzando el Sil por el puente de la carretera


Cruzando por el nuevo puente y viendo ya los dos ríos juntos aguas abajo


Selfie con el puente del tren, el de la autovía, y la desembocadura del Sil en el Miño



Pero aún hay más. Poco antes de que el Sil llegue al Miño, éste último recibe por su margen derecha las aguas de un pequeño río, el Bubal, que tiene unos paseo muy bonito en su ribera con un restaurante/casa rural muy majo con una estupenda terraza sobre su cauce. Y eso no es todo. Aguas arriba, el río Bubal tiene una zona acondicionada para bañarse (!). 

Si no nos bañamos allí fue porque esa pareja que se ve en la foto tenía puesta a todo volumen la típica música latina de discoteca (!!!) y no era cosa de protestar. Eso de irse con la música al río o a la playa es una moda que hace furor últimamente por las facilidades que dan los móviles y los pequeños altavoces. También fue porque yo prefería intentar lo del kayak. Un par de ciclistas nos informaron allí mismo de que en el embalse de Los Peares, aguas arriba del Miño había una playa artificial donde alquilaban kayaks. Y para allí nos fuimos. Cerca de A Cova.


Las carreteras para llegar hasta allí son de bigotes, pero lo más complicado fue aparcar


Llegar y echarnos al agua fue todo uno. Y alquilar un kayak doble


Tres kilómetros de paleo y un par de baños en dos pequeños rincones


Seguimos río arriba (en coche) hasta Belesar por unos paisajes bellísimos


Como no hice fotos pongo una de Google Street View desde el puente de Belesar aguas abajo


Miño arriba, al día siguiente volvimos a sacar las bicis en Lugo junto al puente romano


Cruzamos por la zona acondicionada para el baño aguas arriba de las piscinas


Volvimos a cruzar por el puente romano y seguimos unos kilómetros río abajo


Una zona muy bonita





 Aunque nuestro plan era llegar a las Rías Altas, todavía exploramos un poco más las aguas del Miño. O las de uno de sus afluentes, el Madalena, río que pasa por Villalba (el pueblo de Fraga Iribarne y Rouco Varela ¡nada menos!) y que poco más abajo se junta con el río Trimaz para formar el río Ladra que es el que finalmente desemboca en el Miño. 

Después de tomar un café en la plaza descubrimos que había una zona acondicionada para el baño


Y que incluso aguas arriba, un monitor estaba enseñando a unos chavales a palear en kayak


Con el calor que hacía yo preferí meterme en la aguas del Madalena



Este es el mapa de las cuencas del Miño y el Sil. Y señalados con puntos rojos los cuatro lugares donde entramos en contacto con sus aguas los días 25 y 26 de julio de este año 2017. De abajo arriba, Os Peares, la playa de A Cova, el paseo en bici de Lugo, y la zona de baño de Villalba en el Madalena.