viernes, 25 de octubre de 2013

136. EL HORQUÍN, 1585 m (10k 530+). Gallinero de Cameros. La Rioja



Bonita, muy bonita la subida al Horquín  (1.585 m) desde Gallinero de Cameros (1.057 m). Cinco kms justos para 530 m de desnivel. Una vez decidido subir a la cota más alta entre el Camero Nuevo y el Camero Viejo, busqué algunos tracks e inexplicablemente la gente sube por la pista que está a la entrada del pueblo y que va por el fondo del barranco, cuando es mil veces más bonito subir por el GR 93 que sale cuando se acaba el pueblo. Justo aquí:


El sendero va por la margen izquierda de un barranco bastante árido (siempre según el sentido de bajada del agua).


Un poste de madera del GR nos da el alto y nos avisa de un giro de 180º.


Se gira, se sube, y ya no hay más dificultades de orientación.  


Justo después de esta pequeña lazada inicial ya vemos a nuestra derecha la cima del Horquín.


 El sendero se desdibuja un poco al paso por algunos viejos bancales pero en seguida aparecen las señales rojas y blancas para guiarnos. En otros tramos, sin embargo, tiene el encanto de los viejos caminos de monte perfectamente construídos, como en la siguiente foto hecha en el descenso:


El sendero llega a una especie de collado y se encuentra con la pista que va por el fondo del barranco y que luego tiene que dar una larga lazada para subir hasta allí. Hay que cruzar la pista y seguir las marcas del GR porque no nos esperábamos que el siguiente tramo fuera por otra pista que sube en fuerte pendiente (en la foto no se aprecia la pendiente, pero es bastante durilla).


La pista va haciéndose cada vez más rustica y aún sigue un poco más monte arriba, pero las señales blancas y rojas nos sacan de ella hacia la izquierda para llevarnos a los prados de Libareche donde hay un pequeño refugio.


Lo visitamos para lamentarnos de que nadie haga nada por tenerlos un poco más acogedores porque sería de lo más bucólico poder dormir en el monte en sitios así. Pero claro, con esa ventana y puerta de plástico y las paredes tiznadas con los nombres de los que han pasado por allí, pues como que no. ¿No podríamos ser todos un poco más civilizados? ¿Cuántas generaciones habrá que esperar...?


Para salir del prado por arriba hay que estar atentos y buscar uno o dos postecitos del GR, y una vez en ellos se entra en un hayedo espectacular.


... que poco más adelante se convierte en pinar:


Ya clarea por el fondo la línea cumbrera y en llegando a ella, en vez de cruzar una valla y bajar por el GR hacia Laguna, giramos noventa grados a nuestra derecha para subir por el ancho pero bastante sucio cortafuegos. 


El cortafuegos muere en una zona de roquedo y hay que salir por la izquierda cruzando la valla para encaramarnos a otro cortafuego bastante más limpio desde el que ya se ve la cumbre. Hacia el final del mismo llega la pista que sube del Camero Viejo a una fea caseta de vigilancia de incendios.


La cima está detrás de una valla de espino y en una zona bastante sucia de ramas, pero por aquello de las fotos hacemos un pequeño esfuerzo por llegar hasta el tubo de fibrocemento que la señala (1 hora 25 m desde Gallinero a buen paso). Ambos elegimos de fondo el Camero Nuevo (y que no se ofendan los del Viejo pero era por cuestiones de luz).


Entre el tubo y yo se ve el Rasillo y el cortafuegos por el que bajamos hace muchos años del Alto de la Agenzana (excursión que no he contado en este blog pero al que ya le llegará su turno en alguna semana de inactividad)


Para tomar el almuerzo, elegimos una zona de rocas algo más acogedora que está cincuenta metros más allá de la caseta de vigilancia de incendios que tiene una valla que vaya.


Y ahí es donde le doy la sorpresa del día a mi socia: nada de bocata de mejillones; esta vez he subido para el almuerzo ¡¡¡unos langostinos!!! y con mayonesa y todo.


Aquí la socia tras el almuerzo, enviando fotos a las hijas desde su móvil y saludando a la afición.


Y como las fotos ahora son baratas, Rosalía inmortaliza también el nuevo calzado que hemos empezado a usar para ir al monte, al menos en entretiempo y cuando no haya mucha piedra o barro.


Como el camino es muy bonito y a mí me gusta mucho bajar por donde se sube, por allí volvemos. Y al paso por los prados de Libareche saludamos a sus ocupantes.




Estos dos, sin embargo, no querían saber nada de nosotros:


Bajando por el sendero a media ladera hice la foto al Horquín que he puesto de cabecera. La foto no hace justicia a la belleza de colores que tenía ese día de comienzos de otoño. Pero bueno, así son las cámaras sin filtros y las fotos sin instagram.

Las casas del pueblo con su iglesia en medio siempre son una bonita estampa al bajar del monte.


El descenso, bajando también ligerillos, nos llevó tan solo una hora. Pongo el track de endomondo sobre el plano en relieve de google earth, y como novedad, os dejo también el enlace al track por si alguien lo quisiera llevar en su móvil para frikear un poco.

http://www.endomondo.com/routes/262221233


Excursión realizada el domingo 20 de octubre del 2013.