Va de nostalgia (la salida data del 10 de agosto de 1997), de deuda (lo prometí en el anterior post) pero también de recomendación, porque es una de las más bonitas excursiones que se pueden hacer en la Rioja y encima, en plan familiar. Se la debemos a Carmelo Hernáez, amigo de Matute y padrino de mi hija Elena, que como recordaréis, también fue protagonista al comienzo y al final del post anterior.
Vamos pues con las fotos porque en aquella época no había aún tracks ni gepeeses, y aunque la entrada al paso del agua no ofrece duda a nadie, de la subida a la Redonda y el itinerario de regreso mejor informarse o aventurarse un poco porque yo no lo recuerdo muy bien y las fotos finales no lo aclaran del todo. Aquí el comienzo del recorrido, similar al del itinerario anterior:
Pero en vez de salirnos del barranco, seguimos todo el rato junto al agua cruzando el río una y otra vez:
La sigue Teresa:
Y cerramos Carmelo y yo. Como se ve en la foto, Carmelo fue precavido y llevaba un par de paraguas en la mochila:
Un poco más adelante se llega a la "capilla del agua", según Carmelo, o Fuente de la Salud, según otros excursionistas (como Chebaka, que también la tiene en su blog).
Frase del día: para enseñar a uno de sus hijos a cruzar un río, en uno de los múltiples pasos sobre el curso del agua Carmelo soltó una de esas sentencias de pueblo que se te quedan grabadas para toda la vida: "lleva cuidado que mojarse cuesta un segundo pero secarse todo el día":
La segunda parte de la excursión es tan espectacular como la primera pero algo más dura. Se trata de subir hasta "la Redonda", ese puro que veíamos desde la pista de vuelta a Matute en el anterior post y que saliendo del barranco se veía así de desafiante (fotomontaje de la época en plan analógico):
Como la pendiente era dura y a veces había que echar la mano al suelo, Carmelo nos hizo otra advertencia: ¡ojo con las víboras! (glup!):
Ganando altura le hice a Rosalía esta impresionante vista sobre la parte alta e inaccesible del barranco:
La foto del grupo junto a la Redonda la he puesto de presentación pero como en esa imagen la peña parece pequeña, Judith nos hizo también esta otra para dar mejor la escala del lugar:
Enlazando perspectivas podríamos adivinar por donde nos llevó Carmelo, pero no es muy buen sistema...:
Las dos imágenes siguientes son más evidentes. En primer lugar una perspectiva de Peñalba con el grupo regresando por la izquierda:
Y esta que es concluyente, porque detrás de los peques se ve perfectamente la senda que va a las escaleras de Ocijo:
En el álbum pone que en esta zona casi echamos a correr porque empezaba a tronar (!).
Aún hubo tiempo para una última foto en la que se ve a Teresa en primer plano, el grupo más abajo, y la senda tallada en la roca de la primera parte del recorrido del anterior post.