La principal dificultad del Jochberg, Baviera, no es su altitud, ni lo escarpado del terreno, ni las nieblas que lo cubren, ni ningún otro escollo montañero que se puedan imaginar. La mayor dificultad para subir al Jochberg es..., ¡encontrar aparcamiento! Al menos en un domingo de verano como el del 8 de agosto de este año. En el doble aparcamiento que hay junto al comienzo del sendero era imposible entrar y en el que hay más arriba a unos quinientos metros de carretera, justo encontramos un huequecillo cuando yo ya desesperaba. Estas son pues las dos fotos del duro comienzo de excursión:
A pesar de su escasa altitud, el Jochberg es un clásico de la montaña prealpina alemana (como la Peña Oroel en Jaca de nuestro Pirineo más o menos), pues además de lo limpio de su silueta según se ve bajando hacia el Sur (foto de arriba), tiene la gracia de estar ubicado entre dos lagos: al Sur el Kochelsee y al Norte el Walchensee.
El camino más corto para subirlo parte de la carretera que une ambos lagos, por detrás y a la derecha de la cumbre según la misma foto de arriba. Este es el punto de partida junto a la carretera a 850 m:
Y éste el húmedo y oscuro bosque por donde se interna el sendero y por donde transita la mayor parte de la ascensión:
Cuando se sale del bosque, ya muy cerca de la cima, se disfruta de una maravillosa vista hacia el sur: el Walchensee debajo, y al fondo (con un poco de teleobjetivo), el macizo rocoso del Zugspitze encima de Garmisch Parterkichen.
Sólo en algún momento en que el sendero se acerca a la cresta y definitivamente ya en la cima, es cuando se contempla a sus anchas el Kochelsee y la gran planicie que se abre hacia el Norte (como diría Carlos Lloret, todo llano ya hasta los Urales).
Las indicaciones dicen que la ascensión cuesta 2 horas. Nosotros subimos calmadamente los 715 metros de desnivel (nos adelantaron unos cuantos montañeros prisurosos), y aún así lo hicimos en 1 h 50 m.
En la cima, aparte de la cruz hubo unos graciosillos que nos estropearon la foto familiar, pero como estamos muy alegres y no hay más, pues aquí que la pongo:
La nube que se ve por detrás se echó encima de nosotros y justo llegamos al caserío refugio (Jochbergalm) que hay en la parte de atrás del cono de la cumbre antes de que empezara a llover
Pero como no paraba, y no era cosa de esperar al invierno allí, nos pertrechamos de impermeables y paraguas, y para abajo
Ni en Escocia hemos pasado un verano tan lluvioso. Qué cantidad de agua ha podido caer allí durante el mes de agosto. Como para cinco trasvases del Ebro. Aparte del aparcamiento, esa es la otra dificultad importante cuando se va al monte por aquellos pagos. Como difícil fue también encontrar un día luminoso en el que hacerle una foto para la presentación. Pero también lo logramos, y a la foto de arriba me remito.