Seguramente este sendero entre Nalda y Luezas siempre habrá estado ahí, pero si ha llegado a nuestro conocimiento es gracias a los blogueros de bici de montaña que lo suelen usar para sus descensos del cordal de Serrezuela y que lo han bautizado como "senda bonita". Cuando le dijimos a un paisano de Nalda que íbamos a subir a Peña Saida por "senda bonita" nos miró con cara rara como diciendo que ese nombre no lo tenía registrado. Tampoco llamaba Cubaldón a la cima del Serrezuela: "eso está más abajo" - nos dijo. Sea como fuere, lo que está claro es que Peña Saida es esa cima redondeada que se ve a la derecha en la foto de arriba, y que por el barranco que sube hasta el collado que vemos a su izquierda discurre una estupenda senda que solo por el nombre que le dan los ciclistas ya teníamos ganas de recorrer. Para ello subimos con el coche desde Nalda por el "camino del chorrón" (que sale junto a la ermita de Villavieja) hasta un puentecito en que se acaba el firme asfaltado (645 m de altura dice el GPS). Desde ahí hasta Peña Saida son 7 kms y 733 mts de desnivel que nos costaron 2 horas justas según puede verse en el track de endomondo:
El acercamiento al pinar son 2,5 kms. En ese punto el camino gira 90 grados para ir al cortafuegos del Serrezuela, y un poco más adelante, a encontrarse con el camino de los Adobes y con el que baja del collado del Mallo (v. Montes 153). Justo en ese giro arranca nuestro sendero con una indicación nueva en amarillo que dice: Luezas. No tiene pérdida:
El primer tramo es el más empinado, y en la siguiente foto se muestra que el efecto del paso de las bicis en su perfil no es muy cómodo para el pie:
Afortunadamente pronto se suaviza y se hace mucho más compatible para todos, -incluso para un par de moteros que nos adelantaron saludando cordialmente. (Hay un cartel a la entrada del sendero de prohibido motos, pero cuando los chavales son tan majos como para parar y saludar, nosotros encantados de que también disfruten del monte a su manera).
Tras dos kilómetros y medio de subida más o menos tendida, ¡y bonita de veras!, salimos por encima de los pinos y contemplamos la gran vega del Iregua, con Logroño y el León Dormido al fondo:
Llegados al collado, dejamos el sendero que sigue hasta Luezas, cruzamos una valla de ganado por la única puerta que hay, y como no vemos mayor traza, atacamos derecho a la cumbre. Al bajar veremos que este último tramo se puede hacer un poco más suave tirando hacia la izquierda, por donde hay una traza no muy marcada. De todos modos los arbustos no dan muchos agobios y se puede andar por cualquier lado.
La cumbre no está en las primeras rocas que se ven sino algo más adelante:
Poso yo primero en el vértice geodésico mientras mi compa se pone el cortavientos, que hacía fresquito.
A la izquierda puede verse el Valmayor (Montes 111) y detrás, el Monte Laturce. A la derecha, en primer término, el Serrezuela, y detrás y a lo lejos, el Zenzano (Montes 97). Foto de los dos con el automático...:
... y almuerzo en la ladera sur al resguardo del cierzo:
Un corredor de montaña nos descubrió que en la V que hay en el camino poco antes del primer kilómetro de mi track, se puede atajar por un sendero que baja y sube al pequeño cauce seco.
Decir también que donde acaba la pista de asfalto apenas hay sitio para dos coches. Cruzando el puente se podrían aparcar otros dos o tres, pero el lugar ya no da para más. De todos modos en los montes riojanos, pocas aglomeraciones.
Excursión realizada con Rosalía el domingo 15 de junio del 2014.