Dos años después de la anterior excursión (Montes 145) volvimos a intentar la subida al Refugio de la Restanca pero esta vez ni tan siquiera pasamos de la Barraca de Rius. Si fuera este un blog de hazañas montañeras y deportivas esta entrada estaría de más, pero como con ir al monte y huir de las feas arquitecturas ya me vale para colgar un recuerdo, aquí van unas cuantas fotos de aquel bellísimo día.
Tuvimos que poner las cadenas desde Arties para subir hacia el Pont de Ressec y como a partir de un albergue que hay a un kilómetro y pico antes del aparcamiento de Ressec, la nieve ya no estaba pisada, le di la vuelta y lo aparcamos junto a la salida del albergue que estaba bien cerrado. Un par de chicos que querían subir en un todo terreno se dieron la vuelta y a partir de ahí no vimos a nadie en toda la mañana.
En ese kilómetro y pico hasta el Pont de Ressec no paré de hacer fotos porque la nevada que había no podía ser más copiosa y bonita.
Cuando se cruza al otro lado del Barranco que baja de Rius, el camino discurre bajo las laderas del Montarto (fijaros en la tercera foto del post anterior) y ahora que lo pienso hasta es posible que en esa zona haya riesgo de algún alud, pero hace siete años apenas nadie hablaba de aludes por lo que... el peligro no existía (¡ayyy!). De hecho tengo anotado que en el camino cruzamos los restos de una pequeña avalancha.
Tres kilómetros de camino por nieve recién caída y sin raquetas (!) y llegamos a la Cabaña de Rius donde vemos el cartel que señala el sendero para subir al Refugio de la Restanca:
Lo intentamos unos metros, pero enseguida se perdía la huella y decidimos dar por acabada la ascensión.
Nos llegamos hasta el Pont de Ríus para hacerle una foto con su medio metro de nieve encima.
Ya se la habían caído las flamantes barandillas que tenía dos años atrás (!). Fijaros que la foto está tomada exactamente desde el mismo punto, con ese arbolito detrás.
Inspeccionado el puente, nos metimos en la Barraca a almorzar. Tiene una estupenda chimenea y hasta había llena seca para hacer fuego pero nunca se me hubiera ocurrido a mí meter en la mochila un mechero y papel para hacer llama. Qué pena porque hacía un frío del carajo y un poquito de lumbre para calentarnos al menos las manos hubiera sido una gozada.
Tras el almuerzo se despejó un poco, y antes de abandonar la bonita y acogedora Barraca de Rius hice unas fotos con el Montartó detrás y con el piolet que... habíamos sacado... de paseo, ja ja ja (los crampones no salen en la foto porque estaban dentro de la mochila). Vaya expertos en días de nieve que estábamos hechos.
Caminando para abajo seguí en lo mío, es decir, en hacer fotos y más fotos para celebrar y guardar tanta belleza.
Tres kilómetros es la distancia entre la Barraca de Rius y el Pont de Ressec, y como las fotos con la digital son gratis, y en aquella época estábamos de estreno, ya os podéis hacer una idea de la cantidad de ellas que hice. Aquí llegando al Ressec:
Y aquí, al coche:
Cuatro kilómetros de subida y cuatro de bajada son más que suficientes para completar una buena mañana en la montaña, porque cuando nieva tanto, digo yo, no hay que subir mucho pues es la montaña la que viene hacia nosotros.
Excursión realizada con Rosalía el 27 de enero del 2006. Tengo anotado que desde el coche a Ressec tardamos 1/2 hora y desde Ressec al Pont de Rius, 1 hora. El descenso lo hicimos mucho más rápido: 40 minutos hasta Ressec y 20 minutos más hasta el coche. Aquí el croquis del recorrido: