domingo, 23 de septiembre de 2012

105. PUERTO VIEJO DE BIELSA, 2.378 m. (9k 715+)



Desde el día en que estuvimos en la estación de esquí de Piau Engaly (v Montes n 28)  tengo en proyecto el subir al Pic des Aguileous (también llamado Soum des Salettes) de 2.976 m., pero hacerlo al día siguiente de haber subido al lago de Marboré (v. post anterior) me parecía una temeridad. Después de un duro día de monte es mucho mejor hacer algo más llevadero, y estando de paseo por Bielsa me vino a la memoria el famoso episodio de la Guerra del 36, en el que la retirada de las tropas republicanas (o rojas) valle arriba, acabó con el triste paso del puerto viejo camino del exilio. La construcción del túnel Bielsa-Aragnouet en la década de los 70 del pasado siglo acabó con el pequeño uso de este puerto y lo relegó definitivamente a excursión montañera y recuerdo histórico. Estupendo plan pues para soltar las piernas y rememorar aquellas tribulaciones.



Se deja el coche en la boca española del túnel (1.664 m) junto a la casa de mantenimiento del mismo y se echa a andar por detrás de ese edificio. No es un comienzo muy elegante que digamos, pero el sendero enseguida se hace montañero y asciende hacia aquella bonita cascada que se ve al fondo. Una vez que pasamos por encima de la cascada, caminamos junto al arroyo que la alimenta.


Y en seguida vamos dejando la vegetación. No tiene pérdida.


Cuando dejamos atrás el terreno boscoso y rocoso aparece una amplia ladera herbosa que nos conduce sin más historias hasta el collado fronterizo, situado a una altitud de 2.378 m.


Son por lo tanto 714 metros de desnivel para una distancia (medida por el GPS de endomondo) de 4,24 km. que Rosalía y yo hicimos en 1 hora y 38 minutos.

En el collado nos esperaban las tradicionales nubes del norte...


... y un montón de gente de todo tipo y procedencia.


Ya nadie tiene que huir de los ejércitos enemigos pero según parece ahora todos estamos en movimiento o en fuga de algo. Y puestos en ello, también nosotros huimos de la marabunta del collado y nos bajamos un poco por el lado francés para almorzar tranquilamente contemplando el Pic de Aguileous y demás montes de la zona.


Acabado el almuerzo y despejado totalmente de gente el collado, me acerqué a leer las placas explicativas y conmemorativas de aquella penosa huida al exilio, y como era de esperar, me encontré con los habituales textos de "Historia" de los últimos años que invocando a la memoria, la paz y la dignidad, se empeñan en ver aquella guerra con poca memoria, menos paz y muy escasa dignidad (y es que, cuando se pierde una guerra, lo menos que se puede hacer para empezar a hablar de dignidad, es aceptar la derrota).



Comentaba con tristeza a mi compañera de fatigas esta forma de contar y rememorar los acontecimientos más graves de nuestra historia cuando apareció un nuevo montañero que pareció haber oído mis lamentos y hasta quizás haberlos comprendido o compartido, -tal fue el modo con que nos sonrió. En todo caso preferimos no abundar en el asunto (ya se encargará el tiempo de que estas placas se vayan cayendo y la Historia reescribiendo) y dedicarnos a reconocer los nombres de los montes que nos rodeaban, o mejor, a hacernos fotos. Javi, que así se llamaba nuestro nuevo compañero de cima, y que por más señas nos dijo que era de Irún, nos hizo sendas fotos a Rosalía y a mi, a ambos lados del collado:



Y por supuesto, yo también le hice una foto a él para que quede constancia de nuestro breve encuentro montañero en este blog:


Sería mucho más bonito completar el recorrido bajando a Aragnouet y hacer autostop para volver por el túnel hasta donde habíamos dejado nuestro coche, pero como ya habíamos improvisado bastante con llegar hasta aquí, nos bajamos por donde subimos igual de alegres y, por supuesto, en menos tiempo: 1 hora y 17 minutos.


Excursión realizada el 28 de julio del 2012.