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Años mirando ese lomo verde oscuro al sur de Galilea y qué poca curiosidad por echarle un vistazo. Es lo que pasa cuando tienes una casa y una finca que cuidar por allí: que hay mil tareas por hacer y apenas te queda tiempo para investigar en lo más cercano. Te vas al monte a cientos de kilómetros sin saber que al lado mismo de casa tienes un bosquecillo de lo más coqueto. Seguramente es porque nadie le ha dedicado un par de líneas ni ha pensado o descrito un paseo por él. A finales de este benigno invierno del 2010/2011 se nos ocurrió por fin echarle un vistazo, y este es el pequeño relato del mismo.
Dejamos el coche a las tres y media de la tarde del sábado 6 de marzo en la calle de pabellones que hay detrás de la Iglesia de Galilea y seguimos camino arriba. No hay pérdida. A pesar de tener el sol de frente, el camino se ve clarísimo.
Se va ganando altura y dejando Galilea atrás
Enseguida se llega a un bosquecillo de encinas que da paso a un pinar bastante limpio y consolidado.
Se sube un pequeño zigzag y se pasa por unas ruinas que en el plano 1/25.000 se denominan “Casas de la Mata”, nombre con el que por lo visto se conoce este pago. A partir de ahí el camino se hace llano y da toda la vuelta al bosquecillo, disfrutándose a ratos de unas panorámicas muy agradables. Digo a ratos, porque el camino no discurre por el mismo borde del bosque, sino un poco más adentro y para asomarse a la perspectiva sobre Santa Lucía hay que cruzarlo un poquito. (Ya lo indico en el itinerario de arriba). Esta es la panorámica (siempre a contraluz) y el pequeño barranco que se abre a nuestros pies:
Continuamos alegres por dentro del bosque en dirección sur, pero... ay, a mitad del mismo el camino hace un circulito y se acaba. Es una pena porque en un paseo de este tipo no apetece volver pasos atrás. Intentamos bajar “monte a través” hacia el camino que discurre por el Oeste de este montecillo pero el terreno está erizado de pinchos y acabamos llenos de arañazos. Nada aconsejable. Ya se podía crear un sendero para disfrutar de tan bonito paraje, pensamos. No sería tan difícil.
Una vez en el camino, se puede seguir hacia el Norte y volver a Galilea o, como hicimos nosotros para alargar un poco más la excursión, tirar hacia el Sur para dar la vuelta al montecillo de la Mata por debajo.
El problema, una vez más, es que al llegar al collado el camino desaparece y hay que cruzar tres o cuatro fincas para volver a retomarlo. Lo he dejado indicado con unas rayas cruzadas. Como estaba el trigo naciendo tuvimos que bordear todo lo posible las fincas para no pisarlas.
Una vez en el camino hacemos una foto desde abajo del barranco del monte de la Mata,
Giramos el Este, subimos una pequeña vaguada entre un cerrito llamado Carasol (a la derecha) y nuestro monte de la Mata (a la izquierda), descendemos hasta unas casas, y un poco más adelante cogemos ya el camino que baja desde La Villa hacia Galilea.
El recorrido nos costó 2 horas 40 minutos y no es aconsejable hacerlo por el mismo itinerario mientras no se encuentre una salida más agradable del bosquecillo.
Dejo aquí un par más de fotos aéreas tomadas con Google Earth que permiten recrearnos en el terreno recorrido.
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