Stephane Bernard y Mäela Winckler, Austral editions 2016, Imprimé en Malaisie.
No suelo comentar aquí libros o guías de montaña pero hoy toca hacer una excepción. Y es que buena parte del éxito de las pasadas vacaciones en la Isla de la Reunión la tuvo esta excelente guía de "randonnées". Como íbamos de largas vacaciones con intercambio de casa yo fui, como quien dice, con la manos en los bolsillos, es decir sin preparar de antemano ningún viaje ni excursión por la isla. Ni tan siquiera me había estudiado sus principales accidentes geográficos. Pues bien, la suerte quiso que el primer día en San José estuviera abierta la oficina de turismo y entre las ofertas de libros y otras guías turísticas nos topásemos con este excelente librito de excursiones hecho para los nuevos tiempos, es decir, para gente que ya usamos habitualmente los google maps, los gps de wikilok y los códigos QR.
Las viejas guías de excursiones abundan en descripciones sobre los cruces de senderos que luego nadie usa ni entiende. Y dado que tienen formato de librito, los mapas o croquis son siempre muy deficientes. La novedosa solución de los autores de esta excelente guía (lo mismo no es novedosa y ya las hacen así todo el mundo, pero yo es la primera guía que veo así) es dar dos QRs para cada excursión: uno, para ver con google maps el lugar exacto del parking donde dejar el coche; y el segundo, el de abajo, para descargar el track de la excursión. Abierto el primero, le pedíamos a google maps que nos dijera cuánto íbamos a tardar en llegar al punto de salida, y en un plis plas nos organizábamos el día. El track de la excursión había que guardarlo en wikilok para poder abrirlo al llegar al parking. Más cómodo imposible. Y con llevar el móvil en el bolsillo, toda la estrategia resuelta. (Claro que si falla el móvil..., mmm, pues a casa, ja ja ja).
Con nuestro lamentable nivel francés no siempre entendíamos bien los dos pequeños textos explicativos de la excursión, por lo que algunas veces más que aclararnos con ellas, nos hacíamos un lío. Pero lo que estaba claro es que cada excursión tenía su distancia, desnivel, tiempo estimado y que estaba catalogada como "muy fácil", "fácil", "deportiva" o "experto".
Por si algo faltara, un mapita en la contraportada desplegable ubicaba cada randonnée en la isla. No se podía tener mayor información y mejor dispuesta.
Bueno, como yo soy un poco viejo y tradicionalista también me compré los excelentes mapas 1/25.000 del Institut Geographique National que, por cierto, me costaron un congo (el doble que lo que cuestan en la metrópoli), pero como es natural, apenas los usé en las excursiones. Puro fetichismo de coleccionista.