Al principio fue un blog para huir de la ciudad y de sus cada vez más feas arquitecturas. Luego devino deportivo, cuaderno de rutas y de paseos o apuntes personales de todo tipo, pero siempre relacionado con las montañas. Redacción, fotos (salvo excepciones) y edición: juandiezdelcorral@gmail.com
miércoles, 24 de septiembre de 2014
165. PEÑALBA, 1.247 m. (14k 600+) Matute, La Rioja
7 de septiembre del 2014. Vamos a Matute con la idea de hacer el circuito de la I Carrera de montaña que se celebró el pasado verano y que conocimos gracias al blog de Chebaka (mil gracias campeón) pero yo tenía ciertas dudas de la innecesaria y dura vuelta del comienzo y pensaba que quizás se podría evitar entrando directamente por el Paso del Agua y subiendo a la izquierda. Mis dudas se disiparon nada más llegar a Matute y encontrarnos con Carmelo Hernáez, -viejo amigo con quien hace unos cuantos años recorrimos el Paso del Agua (irá en el siguiente post como recuerdo de ese mágnífico paseo). Carmelo nos dijo que, en efecto, en cuanto se cruza el río por un puentecito de madera y se pasa un tramo encajonado entre rocas, hay un sendero que sale a la izquierda y hacia atrás que enseguida te lleva al sendero de la carrera sin necesidad de la vuelta por San Quiles. Dicho y hecho.
Salimos hacia el Paso del Agua por la parte de arriba del pueblo.
Cruzamos el puentecito de madera a la margen derecha del arroyo.
Pasamos entre las rocas y un poco más adelante de donde está Rosalía, encontramos el sendero que sale a la izquierda y hacia atrás. Lo subimos...
y enseguida llegamos al sendero de la carrera que en este tramo aparece tallado en la roca. Como el recorrido era el de un carrera yo me puse la vestimenta de corredor pero luego, ya veréis, lo pagaría, ay.
Un poco más adelante baja un poco y luego sube hasta un pequeño collado por detrás de ese piquito que se ve en el centro del siguiente fotomontaje. No tiene pérdida porque no hay más que un sendero.
El caso es que desde ese primer collado se divisa esa preciosa peña de roca, Peñalba, y pensamos que lo que nos habíamos ahorrado en la vuelta por San Quiles bien podríamos gastarlo subiendo hasta su cima.
Pero de momento el sendero nos lleva a la izquierda por un tramo muy tendido y en sombra (algo que agradecimos mucho por el calor que hacía) y que luego se empina en las llamadas escaleras de Ocijo:
Aquí las llamadas "escaleras" de la última parte de ese tramo:
Desde lo alto de las "escaleras" echamos la vista atrás y marco en amarillo la salida de Matute hacia el Paso del Agua y el primero de los collados:
Hacia delante, la ladera nos ofrece dos senderos. El de arriba, según Carmelo, va hacia San Quiles, así que el que hay que coger es el de abajo que pierde un poco de altura, pero no mucha:
Pasado el siguiente lomo del monte, el sendero se interna en un precioso hayedo:
Y va descendiendo hasta el fondo del barranco del río Rigüelo que cruzamos por primera vez:
Salimos a un terreno menos acogedor que el hayedo que sigue por la margen izquierda del arroyo:
Pero enseguida volvemos a cruzar el río y a internarnos en el hayedo:
Un placer de sendero que acaba en un nuevo cruce del río y en la llegada a la pista que viene desde Matute por la parte de arriba de todo este barranco y que es por donde marcaba la carrera para el retorno al pueblo. Es el momento de poner el track que nos grabó wikiloc (me gusta más el de Endomondo que marca los kilómetros...), porque aquí es donde decidimos por segunda vez dejar el recorrido del circuito de la Carrera para subir a Peñalba:
¿Pero por dónde subir a Peñalba? Un chico joven del pueblo al que preguntamos nos dijo que lo mejor era subir por la izquierda, que él no se metería en los líos de roca de la derecha, y que todo era seguir el lomo hasta la cima, pero como no vimos trazas de sendero alguno decidimos subir por un brezal que se veía un poco más adelante:
Rosalía empezó a protestar un poco porque aunque era brezo lo mismo le podía estropear para unas semanas el lucimiento de piernas...
Llegados al lomo, el terreno se hizo un poco más limpio pero más rocoso y pendiente, y como llevábamos zapatillas de trekking pues... tampoco estábamos en las mejores condiciones:
Pero en fin, ya que estábamos allí, no era cosa de abandonar.
La cima es un poco esquiva pues cuando crees que ya vas a llegar, aparece otra roca más alta detrás.
Pero el terreno es francamente bonito y montañero.
Otra vez, cuando ya parecía que llegábamos, ay, resulta que es un poco más allá:
Pero como al fin y al cabo es montaña mediana y no tremendo Pirineo, enseguida estás en la cumbre:
Y lo celebras por todo lo alto con los brazos en V:
...y con una selfish (o selfie, que no sé aún como se dice):
No hay en la cima ni una placa, ni un vértice ni un buzón, lo cual nos llama poderosamente la atención porque cima tan bella merecería mejor tratamiento humano. Mirad si no esta magnífica perspectiva hacia Tobía:
Desde Matute hasta la cima de Peñalba habíamos empleado 2 horas y cuarto sin más paradas que las habituales de la contemplación del paisaje y las fotos. El problema estaba ahora en resolver el descenso. Echamos un vistazo a la crestería que nos llevaría hasta la subida por rocas que no nos aconsejó el lugareño,
..y como no había sendero, no conocíamos el terreno y tampoco llevábamos calzado como para destrepar, pues nos volvimos por donde habíamos subido:
Sobre todo porque desde arriba se veía un sendero que nos podría evitar el descenso por el brezal.
En la parte alta el sendero estaba bastante limpio...
... pero ay, ay, según iba bajando empezó a perderse y acabamos como siempre... poniéndonos las piernas, entre arañazos y urticarias, hechas un cristo:
Este es el punto donde en algún tiempo se tomaba o llegaba el sendero, pero ya digo, o algún amigo de Matute y de la montaña lo limpia y lo marca un poco, o no se lo aconsejo a nadie:
Almorzamos junto al Rigüelo y me lavé las piernas mil veces a ver si me bajaba el picor, pero aún lo llevaría hasta casa.
La pista de vuelta es un poco aburrida, es decir, idónea para hacerla trotando, pero mi socia no tiene la columna para esas fiestas y sólo me solté a saltar como un corzo en el último tramo, es decir, desde la curva de los mojones de hormigón hasta la plaza de la iglesia (otro desvío del circuito de la carrera que aconsejo hacer porque es mucho más corto y directo).
Como la pista va dando la vuelta a Peñalba, el mejor entretenimiento fue escudriñar por donde podríamos subirla desde el otro lado. No se ve sendero ni creemos que esté marcado pero el paso está bastante claro y merecería la pena poner algunos hitos o marcas.
Aparte de las vistas hacia arriba o hacia atrás, el panorama hacia el barranco tampoco es manco... ja ja ja (toma pareado) y ahí está ese muñón para hacerle fotos:
Y también tenemos para entretenernos la extensa peña de Tobía que se va bordeando, y que recorrimos por toda la pista sin hacer el pequeño atajo que marcaba el circuito de la Carrera (cachis,,,)
Llegamos a Matute después de 4 horas 45 minutos, de los que una media hora dedicamos al almuerzo. En total, casi 14 kms y este perfil. El wikiloc dice que mil metros de ascenso acumulados pero ni de coña.
Otro buen punto de la excursión es que esta vez tomamos la merecida cerveza en la plaza de Matute en compañía de Carmelo, Judith y demás amigos y familiares, quienes no sólo nos hicieron un estupendo recibimiento sino que además nos dieron tomates y cebollas de su huerta. Grandes premios a nuestro esfuerzo.
Ubicación:
26321 Matute, La Rioja, España