Pocas o ninguna son las excursiones montañeras que los libros de itinerarios contienen con salida en Torrecilla. Y sin embargo, a mí se me antojaba desde hace tiempo subir al lomo del Serradero desde la capital del Camero Nuevo. Y como vi que había un camino que saliendo por el barranco del depósito llegaba hasta el cordal en unos 5 kms y 600 m de desnivel, para allí que nos fuimos en un día muy especial, justo después de la última semana de nevadas del mes de febrero, con lo que la excursión ganó mucho en interés hasta el punto de que la podría subtitular como "experiencia en nieves bajas y medias". Porque andar por nieve es un arte que ya teníamos olvidado, y que con esto del uso de raquetas o los crampones siempre nos trae de cabeza. Pongo el gpx que nos grabó el endomondo en el que tan sólo se ve que tuvimos un pequeño despiste a la altura de la bifurcación del camino de las antenas que pronto corregimos.
Y sin más paso a poner fotos, porque son las que mejor cuentan el intríngulis de la excursión.
Salimos de Torrecilla por el camino del barranco que sube a la ermita de San Pedro y enseguida dejamos atrás un entorno de granjas de..."estilo español", digamos. Como se ve, aún quedaba nieve en los bordes del camino.
A 1,4 km está la desviación a la izquierda hacia San Pedro. El camino que sube a Serradero sigue recto y en otros cuatrocientos metros la nieve lo empezaba a cubrir todo.
Por lo que ahí mismo nos pusimos los protectores exteriores de media pierna:
Un poco más adelante, desaparecen las últimas rodadas de los todoterrenos de los granjeros y el camino solo ofrece las huellas de algún animalillo salvaje:
Empezamos a subir y empezamos a hundirnos en la nieve, con lo que cada paso cuesta el doble.
A la altura de unos corrales que hay más adelante a mano derecha, a unos 1.200 mts de altitud, la capa es ya de unos cuarenta centímetros o más y hay que buscar los bordes para hundirse menos:
Como veo que más adelante el camino está completamente desdibujado por la cantidad de nieve, subo por la ladera de la derecha en busca de un terreno más barrido por el viento y desde ahí (1.270 m más o menos) veo lo que nos queda hasta la cima.
Para almorzar en ella nos acondicionamos un abrigo en la nieve del lado noroeste de un matorral, pues casualmente ese día el viento soplaba justo al revés:
Aunque puestos a contemplar yo casi prefiero las formas caprichosas de la nieve en el propio lomo donde estamos (vista hacia el Sur), con el Cabezo del Santo al fondo:
O las peñas de la zona de la ermita de San Bartolomé, encima de Nestares (vista hacia el Norte), a las que pensamos subir otro día:
Ahora sí, bajando por la misma huella por la que habíamos alcanzado la cumbre, me divierto haciendo fotos:
Por culpa de ello, en un cruce de huellas con las de unos jabalís perdimos nuestra propia huella, ay, y nos volvimos a enciscar en la nieve, aunque bajando era mucho más llevadero.
Al hacer esa foto me di cuenta de que al fondo se veía majestuosa la silueta de la Atalaya, por donde anduvimos hace un año en compañía de Fernando. Pongo otro poco de teleobjetivo y le hago otra foto un poco más de cerca:
En uno de esos tramos de bajada se puede ver Torrecilla al fondo:
Al llegar al hoyo de antes, donde me subí por la ladera, fotografío las huellas poco profundas de esa zona batida por el viento.
Mirando hacia atrás a mi compañera, advierto que el fondo del camino tenía un bonito pico o balcón de rocas que es justo el que está en esa zona en que el camino de subida tuerce a la izquierda.
También hago una foto del cruce donde nos despistamos en la subida para que si hacéis este mismo recorrido no os pase también a vosotros. Y es que el camino que sube a las antenas es mucho más ancho y más en continuidad con el que viene de abajo, pero es evidente que se va del barranco y que acabará muriendo en ellas.
Los 5 kms y un poco más del despiste, con los 600 mts de desnivel, nos costaron dos horas y veinte minutos. Y mucho sudor. El descenso, sin embargo, los hicimos en una hora y veinte minutillos.
Excursión realizada el 3 de marzo del 2013 saliendo a las 11:30, es decir, sin madrugar lo más mínimo... ahhh