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No había puesto nunca aquí un intento fallido, pero ya va siendo hora. No siempre que vas al monte se puede hacer cumbre. Las ascensiones implican cierto sacrificio pero como el objetivo es disfrutar de un buen día de montaña, la prudencia y las ganas de gozar siempre han de ir por delante.
Hace muchos años (estando embarazada Rosalía creo que de Teresa) el Buri y yo nos planteamos subir a la Mesa de Cebollera con esquís desde la ermita de Lomos de Orios. No sé quien de los dos lo planeó pero sí recuerdo que el almuerzo de bocadillo de mejillones y botella de vino de casa lo puse yo.
La ruta es sencilla y muy bonita. Desde la ermita se avanza un poco por el camino hacia el sur hasta encontrar un ancho cortafuegos que sale en dirección Este.
Subiendo tranquilamente por él se alcanza el cordal que da al barranco de las Rameras (bonito nombre) y se continúa por dicho cordal hacia el Sur con la vista de la gran Mesa siempre al fondo.
Como su nombre indica, la Mesa es una cima amplísima y muy curiosa porque a su vez es el vértice oriental de los dosmiles de Cebollera. El problema de esta ruta es que si te pilla un día frío y en el que sopla fuerte de Noroeste, el gozo se convierte en tormento.
Es lo que nos pasó a Buri y a mí por lo que a mitad del cordal paramos detrás de unas rocas que nos protegían del viento, nos tomamos el vino y los mejillones y nos dijimos, ale, a disfrutar del descenso del cortafuegos con esquís.
No me esfuerzo en poner los mapas de la ruta porque he encontrado quien los ha colocado ya en la red y muy bien: v. SENDERIOJA. No era nuestra intención dar la larga vuelta que se propone en este recorrido porque a mí el monte no me gusta muy largo, pero como gustéis.
Lo que me gustaría, eso sí, es volver a intentarlo con algún lector de este blog a ver si esta vez llegamos a la cima.