martes, 5 de julio de 2016

212. MARCHA POR EL BOSQUE EN VILLANUEVA DE CAMEROS (12,5k 300+)



No suelo ir a excursiones masivas (y menos si hay que pagar...), pero el anuncio de una marcha por los bosques de Villanueva de Cameros con camiseta y comida incluida por 10€ me pareció una opción muy atractiva para hacer una caminata matinal en los primeros días de Julio, cuando el sol pega de lo lindo. Lo organizaba la Asociación de Amigos de Villanueva de Cameros, y contra lo que suele ser habitual en este tipo de eventos (largas palizas de más de veinte kilómetros y miles de metros de desnivel acumulado) ofrecía un recorrido muy amable de unos trece kilómetros y no más de trescientos metros de desnivel. Coincidió también que la iba a hacer un amigo mío, Julio Arnáiz, y su familia, y eso siempre anima. La única pena es que mi habitual compañera de fatigas se acatarró el día anterior y prefirió quedarse en casa a reponerse. Este es el track que me grabó Suunto, que siempre mide un poco menos de lo que dan otros gps.


Salida a las diez de la mañana de la plaza del Ayuntamiento. La foto la he tomado de la web de facebook Recuerdos de Villanueva porque se me ve a mí (con un polar negro) justo en el momento en que pongo en marcha el Suunto:


Comenzamos el recorrido por la margen izquierda del arroyo que baja del pantano de Ortigosa:


El sendero está casi perdido en algunos tramos y machacado por las vacas en otros, así que me parece excelente idea hacer marchas como estas para pisarlos y recuperarlos:


Hay bastantes bajadas al río hechas por los pescadores y algún desvío que otro para subir a algún ribazo por lo que convendría poner alguna marca con hitos o pintura en esos puntos para no perderlo con facilidad nada más empezar. Con los dos paisanos que llevaba delante no había pérdida pero para quien lo quiera repetir convendría rematar la tarea iniciada con la organización de la marcha.

A los dos kilómetros justos se llega a un pequeño encauzamiento de hormigón con un puente desde el que ya se ve al fondo un trocito de la presa del pantano. El sendero nos deja unos metros por encima del puente, de ahí que parezca rara la dirección de los dos excursionistas que se ven en la foto:


Se cruza el puente, se asciende por la pista de asfalto que va junto a la presa y... ay ¡se indigna uno de que toda la energía ahí almacenada lleve desaprovechándose desde que se construyó el pantano porque no tiene una miserable central eléctrica! ¡y el de Pajares igual!


Y venga a llenar de molinillos las líneas de cumbres... En fin, dejemos la política por un día que hemos venido a disfrutar del monte. El paso de la carretera tampoco es buen momento para el disfrute de la naturaleza, pero apenas vamos por ella unos metros hasta coger la pista asfaltada que sube a Peñaloscintos:


Enseguida vemos a la derecha su caserío (más abundante de lo que creía, o sea... que tendré que hacer una visita más detallada) y su iglesia:


Al llegar a la curva de noventa grados a la derecha que nos llevaría al pueblo, giramos noventa grados pero a la izquierda hacia una entrada de madera bien balizada con las marcas del GR y otras marcas blancas y moradas que no sé de qué serán (eso de la abundancia de senderos y marcas institucionales sin saber de qué van tiene también su miga...).


Comienza ahí un tramo de bosque verdaderamente espléndido, bonito de veras:


La foto de presentación da cuenta también de esta zona por lo que se ve que no paraba de hacer fotos hacia delante (ya se ve que iba yo en cabeza para disfrutarlo a gusto) y hacia atrás. 


A veces aparecen montones de piedras como de restos de construcciones:


Aunque lo que yo esperaba era ver las del despoblado de El Hoyo. Antes paramos en el cruce de una pista para reagrupar a la gente:


Y para que unos metros más adelante no siguieramos por la pista sino por el sendero del GR, bien marcado a la izquierda con las marcas rojas y blancas y con una de esas chapas "artísticas" que... mejor se la lleve alguien a casa para decorar el pasillo:


Digo yo que la pista llevaría al despoblado porque unos cientos de metros más adelante, al llegar a la señal de la siguiente foto, uno de los paisanos señaló unos muros de piedra que quedaban arriba a la derecha diciendo que esos eran los de EL HOYO.


Me dio un poco de pena no pasar por este despoblado pero no me importó mucho porque pienso volver pronto a andar por estos bosques. Y es que en otoño tienen que estar impresionantes. A partir de esa señal se sube un ligero repecho y se llega a la ermita de LOS LLANOS (más o menos km 7 del recorrido) donde la organización nos obsequió con agua, zumos y fruta. 


Desde esta ermita se puede bajar directamente por una pista hasta Villanueva (también se podía bajar desde la señal anterior en caso de querer acortar) pero para alargar un poco más el recorrido y hacerlo más variado, la organización había previsto retomar el GR que va a Villoslada hasta un arroyo donde hay un puente de madera que no cruzamos y que sirve para otra reagrupación general. 


La parte más "salvaje" del recorrido consistía en bajar poco menos de un kilómetro por el monte junto a este arroyo tratando de crear algún sendero nuevo con la ayuda de las marcas que la organización había puesto en los árboles:  


El monte no está muy sucio pero lo mejor sería hacer las marcas con pintura para que no se perdiera. Si queréis hacer el recorrido por vuestra cuenta, lo mejor es seguir el track que os dejo aquí o, como decían los organizadores, no alejarse mucho del arroyo que baja a nuestra derecha porque el punto de salida es precisamente el del paso por encima de ese arroyo del canal que viene de Villoslada:


El arroyo no se cruza porque nos iríamos a Villoslada (lo crucé yo para hacer la foto). Lo que se hace a partir de ahí es caminar a piso llano por encima del canal que lleva agua de Villoslada al pantano de Ortigosa, una importante infraestructura que yo no conocía:


Cerca de un kilómetro más adelante nos encontramos con la pista que baja de la ermita. Allí me planteé bajar trotando lo que quedaba (dos km y pico) a ver qué tal se me había recuperado la rodilla que se me torció en el Udala y parece que respondió bien. Y así llegué al frontón de la ermita de los Nogales en poco menos de las tres horas que daba la organización para el recorrido. Allí nos esperaban dos calderos de patatas con chorizo y conejo que nos supieron a gloria...


y que degustamos en amistosa camaradería. 


Los de la Asociación se lamentaron de que hubiera venido tan poca gente -casi sobró entero uno de los calderos de patatas con chorizo. Ya se ve que lo que ahora priva es la competición o darse palizas de más de veinte kilómetros. Pero a mí me parece una iniciativa a imitar. Si todos los pueblos riojanos marcasen (y cuidasen) un itinerario de similares características para recorrer lo mejor de su entorno, yo lo aplaudiría por igual y me apuntaría encantado. 

Enhorabuena pues a la Asociación de Amigos de Villanueva por este bonito recorrido que han dado en denominar "Marcha Pirina"... no sé muy bien por qué. Se me pasó preguntarles, pero ya me dirán si ven estas líneas. 

Excursión realizada el sábado 2 de julio del 2016. Y para acabar, la peliculilla del Suunto: