martes, 19 de febrero de 2013

113. CANAL DE COTIELLAS (7k 550+) Refugio de Lizarra. Huesca



Desde hace algún tiempo teníamos ganas de probar las raquetas de nieve en terreno de montaña invernal más allá de los caminos horizontales y lejos de las pistas de esquí, y elegimos para ello un paraje extraordinario junto al Bisaurín: la canal de Cotiellas que sube al llano y puerto de la Vernera. Durante la semana del 8 al 13 de febrero habían caído en la zona casi dos metros de nieve y aunque durante el viernes y el sábado se había compactado bastante, a mí me daba un poco de yuyu eso de meternos en una canal bastante estrecha, porque la nieve es muy bonita cuando cae en copos o la vemos en manto, pero cuando cae en masa y de repente, ayyyyy, no lo quiero ni pensar.

Este es el plano de la zona con su toponimia peculiar: a la canal le llaman "achar" y al llano "paul". Menos mal que la fiebre del aragonés parece que no va a más, porque a la siguiente me llamaban al puerto "cul".


En perspectiva y con el gpx que nos grabó endomondo, la excursión se ve bastante mejor:


Aunque el panorama desde el refugio a las 9:45, cuando empezamos nuestra marcha, era bien diferente:


Pero bueno, lo importante ya queda claro: se trataba de subir por esa canal intermedia entre la mole del Bisaurín, a la izquierda, y la mole del Verneda, a la derecha, y ver qué tal se nos daba eso de las raquetas en un terreno algo más exigente.

De entrada salimos muy ufanos siguiendo unas huellas de esquí que preferían ir directas hacia el muro inferior del Bisaurín.


Llegados a ese muro, la pala se hizo muy pendiente, pero como acabábamos de empezar, hincando las puntas de las raquetas pudimos superarlas sin mayor dificultad, aunque las pantorrillas se empezaron a resentir y los talones a rozar.

Al final llegamos al punto en que se bifurca el sendero, dejamos el del Foratón (al Oeste) y tomamos a la derecha, hacia la canal:


Llegados al fondo de esa meseta nivosa, aparece majestuoso el agujero bastante pendiente por donde habíamos planeado subir:


Hay que bajar un poquito hacia la base de aquella gran roca que se ve al fondo, y justo un poco más adelante, en esa ladera, tuve el primer percance con la raqueta derecha, que se me torció y se me salió. Pensé que podría llegar hasta el fondo sin tener que ponérmela, pero de eso nada porque cada vez que ponía la bota desnuda en la nieve me iba por la pala para abajo. Segunda lección: si duro es subir una pala fuerte de frente con las raquetas (ay de las pantorrillas) peor es que se te tuerzan ladeando, porque se te salen y te vas abajo.

Viendo que a partir de la embocadura la pendiente era bastante fuerte y la nieve suficientemente dura, nos pusimos los mucho más cómodos crampones y empezamos a subirla tiqui taca:



Absolutamente nadie por la zona. Solos completamente Rosalía y yo. Qué lujo. De vez en cuando miraba para arriba a ver si se adivinaba alguna cornisa que se pudiera caer, pero no parecía haber peligro. Pasado el primer tramo, la canal se ensancha y la pendiente se suaviza:


Más adelante se vuelve a estrechar y se sigue sin ver bien la salida:


En este punto buscamos el refugio de forestales o caseta de Vernera, pero no la vimos. En verano, el fondo por el que va Rosalía es el cauce del río, de modo que el sendero hace un zig zag y sube por la izquierda, que es donde debe de estar el refugio. Como el endomondo ya nos había cantado el km 3 de ascensión supuse que ya tenía que acabarse la canal, y en efecto, pasado ese estrechamiento salimos al gran plateau de la Berneda que por ser prácticamente circular no cabe en una foto.


Giramos hacia la derecha y subimos un poco hacia el puerto de la Vernera pero como el espectáculo del "paul" era tan grandioso, la soledad tan especial, y entre una cosa y otra ya llevábamos dos horas y media subiendo, nos sentamos allí mismo cual toreros en la plaza a tomarnos el bocata de mejillones y la botella de vino. Y a hacernos unas fotos con la vista hacia la izquierda, es decir, la de la espectacular canal de Secús o  subida/bajada al Bisaurín por detrás:


La acerco un poco con el teleobjetivo para disfrutarla mejor y ver a un tipo (un puntito) que bajaba por allí. El Puntal de Secús es esa pirámide tan bonita que queda al fondo a la derecha.


Cuando embocamos de nuevo la canal para iniciar el descenso se podía ver mejor la de nieve amenazante que había acumulada en el lado oriental.


Y un poco más abajo, lo mismo, incluso con unas placas encima de muy mala pinta:


En la parte baja de la canal, la nieve se había puesto blanda por el sol y metí la pata un par de veces hasta más arriba de la rodilla, así que a poner otra vez las raquetas. Y como no guardaba buen recuerdo del tramo donde se me había salido antes, pues probamos primero a bajar por la garganta del barranco (imposible) y ladeando por debajo del muro inferior (peor). En el gpx de endomondo se ve la pifia que hicimos y la rectificación, ay: veíamos tan cerca el refugio que creíamos haber acabado, y de eso nada. Vuelta para atrás, tira para arriba hasta coger el sendero y vete por donde haya huella que cuando hay mucha, la nieve es traidora y te puedes meter hasta el cogote. Aquí el tramo que anduvimos y que tuvimos que desandar a eso de las dos y media y con un solazo de justicia.


Más adelante nos dimos cuenta de que la pendiente lateral por donde habíamos pasado al comienzo de la excursión era de narices, pero claro, con la alegría de los comienzos ni te enteras:


Y como último ejemplo de tramo nada cómodo para bajar con raquetas, la pala de llegada al refugio:


En algunos momentos de la excursión llegamos a añorar los esquís y las pieles de foca, porque lo de las raquetas me da que tienen un uso demasiado específico: nieves muy blandas y terrenos no complicados.

Excursión realizada el domingo 17 de febrero del 2013 sobre la misma infraestructura que en la excursión al Bisaurín, es decir, con pernocta previa en la bonita Casa Tejedor de Aragües del Puerto del amable Eloy, y con un nuevo descubrimiento no menos exitoso: la cena en la Borda de Miguel, con excelente ambiente e inmejorable relación precio/calidad.

Como el Refugio de Lizarra está a 1,525m y la salida de la canal donde paramos a 2.075 pongo que el recorrido tiene unos 7k y 550+ de desnivel (aunque nosotros hicimos alguno más por el error de la bajada).